Días de sorteos

Es ya un clásico del final del verano el sorteo de la Champions el jueves después de la tercera ronda previa y el de la UEFA el mismo viernes en el que se disputa la Supercopa de Europa. Y como siempre, nos dejan una sensación por encima de las demás: las enormes ganas de que empiece el fútbol, de que esos partidos que por ahora son gráficos televisivos o papelitos dentro de bolitas sean una realidad, con los jugadores encima del campo y los estadios llenos -salvo que el Inter juegue como local, claro-.

Lo mejor del sorteo de la Champions fue el emparejamiento entre Chelsea y Liverpool. Reeditar esa tensísima semifinal en la primera ronda será un regalo para los aficionados y una oportunidad de revancha para el Chelsea muy tempranera. Los "blues" deben ganar el grupo y los de Benítez pelearán con el Betis por la segunda posición. No le doy opciones a un Anderlecht desastroso el año pasado y que además ha perdido a Aruna Dindane.

El grupo del Barça planteará una lucha muy interesante por la segunda posición. Porque si es cierto que los de Rijkaard no tuvieron suerte con los rivales procedentes del tercer y el cuarto bombo, su condición de aspirantes al título presupone que podrán superar a Werder Bremen y Udinese, por muy buenos equipos que sean alemanes e italianos -que lo son. No hay que descartar a un Panathinaikos que ha tirado de nombres -Flavio Conceiçao o Igor Biscan-. No creo que se resuelva el subcampeonato del grupo hasta la última jornada, y si hay que apostar, me decanto por un Bremen con mucha pólvora arriba y con gente experta en el centro del campo: la vuelta de Torsten Frings, el recorrido de Tim Borowski... Aunque el Barça tiene que ser primero de grupo, en los partidos lejos del Camp Nou puede sufrir.

Al Madrid le han tocado dos rivales muy clásicos: el Olympiacos y el Rosenborg. Los noruegos tienen más o menos el equipo de siempre, salvo alguna aparición interesante como la de Bratten o Solli. Pero están novenos en una ya avanzada competición liguera, por lo que sus posibilidades de pasar a octavos parecen escasas. Más guerra darán los griegos, que además de Rivaldo han fichado a otros viejos conocidos como Dani o Haruna Babangida -y al hermano de Kolo Touré-. Pero el gran rival del grupo es un Lyon que aspira a todo. Han perdido a Essien, pero con las llegadas de Monsoreau, Pedretti y Carew han ampliado todavía más las opciones de una plantilla larga y compensada. Si además llegan Tiago -parece que el Chelsea pide ahora más dinero- y otro delantero, su candidatura a la Champions no será ninguna tontería.

Y al Villarreal, al que los suizos del Thun le disputan el título honorífico de equipo más simpático de esta edición de la competición, le premian con un viaje de glamour a Old Trafford. El Manchester United está jugando a un nivel muy alto, con sus jóvenes talentos muy entonados -Cristiano Ronaldo, Rooney- y con un van Nistelrroy que ha recuperado el olfato. Pero no hay que asustarse. Los de Pellegrini son mucho mejores que un Lille que parece carne de media tabla en Francia y deberían superar al Benfica de Koeman, que no tiene ni de lejos la calidad de los mediterráneos.

Y esta mañana el larguísimo sorteo de la Copa de la UEFA nos ha dejado algunas eliminatorias extrañamente atractivas para tratarse de una primera ronda. Por ejemplo, ese Rennes - Osasuna. Los bretones han empezado mal el campeonato, pero tienen un equipo muy talentoso, con el sueco Kallstrom, el nigeriano Utaka, el joven Gourcuff o el probablemente mejor delantero de la liga francesa, Alexander Frei. Así que creo que el Rennes es favorito en esta eliminatoria, pero Osasuna tiene sus opciones. Más cómodos tienen que ser los partidos del Espanyol ante el Teplice -aunque no hay que confiarse, los equipos checos suelen sorprender en la UEFA- o del Sevilla ante un Mainz cuya mayor estrella es el entrenador Jürgen Klopp.

¡Que empiece el fútbol!