El Mundial de la nueva era

Alemania 2006 promete. Tras el de Corea y Japón, que ya anticipó el nuevo orden del fútbol mundial, en el que selecciones poco conocidas podían competir con las mejores, la cita del próximo verano está destinada a confirmar esta era de la igualdad, de la apertura a la competencia global. La lista de invitados a la fiesta ya hablará por sí sola: Togo, Angola, Ghana, Costa de Marfil, Ucrania, la que salga del cuarteto Uzbekistán-Bahrein-Trinidad y Tobago-Guatemala... Bienvenidos al fútbol del futuro.

Lo de África ha sido sin duda lo más llamativo del fin de semana. Esperábamos las clasificaciones de Ghana, Togo y Angola -aunque esta podía caer y se comportó con una soltura impropia de su tamaño futbolístico-, pero la de Costa de Marfil parecía muy complicada. El penalti que no tiró Eto'o y que Wome mandó al poste ya forma parte de la historia del fútbol. Ahora se abre una pregunta interesante: estas sorpresas, buenas para la salud del deporte, ¿pueden ser malas para el rendimiento global del fútbol africano en el Mundial? Parece muy complicado que Togo o Angola se metan en segunda ronda, y estaríamos de acuerdo en que en la gran cita lo lógico sería que fueran menos competitivas que Senegal o Nigeria, las dos a las que apearon. Pero con marfileños y ghaneses no lo tengo tan claro. En mi opinión, la selección de Drogba es hoy por hoy la que mejor equipo tiene en todo el continente. La que mejor tiene cubiertas casi todas las posiciones. La que dispone de mayores opciones. En el partido decisivo de Camerún, vimos a algunos futbolistas que no tienen el nivel esperado en un equipo que presume de ser el más grande de África. Costa de Marfil dispone de defensas contrastados en grandes ligas -Kolo Touré, Domoraud, Zoro...-, medio centros defensivos fuertes y técnicamente buenos -Zokora, pronto Yaya Touré...-, centrocampistas ofensivos -Yapi, Akalé-, segundos delanteros -Kalou, Dindane- y claro, el gran Drogba. A esta sí la veo con opciones de dar más de una sorpresa en el Mundial. Y quizá también a Ghana, con un centro del campo muy poderoso -aunque quizá el problema sea que tiene a muchos jugadores "repetidos" y le faltan verdaderas estrellas en ataque-. Por cierto, lo que ganamos con todo esto es que la Copa África que empieza en enero en Egipto será apasionante. Las grandes selecciones eliminadas del Mundial irán con todo para desquitarse y será una buena oportunidad para observar a las que debutarán en Alemania.

En Asia se confirmó que la decisión de la FIFA fue un error calamitoso. Bueno, ya lo sabíamos, pero quedó en evidencia con el empate a uno entre Uzbekistán y Bahrein. O sea, el equipo que ganaba 1-0 y tenía un penalti a favor ve como le repiten el partido y acaba empatando. Lamentable. Empezaron perdiendo, Shatskikh empató con un buen cabezazo y en el segundo tiempo tuvieron ocasiones para ganar, pero lo cierto es que ahora es Bahrein la que dispone de ventaja. Queda la vuelta y me temo que la mayoría de la afición mundial apoya a los uzbekos después de lo sucedido. Para quien quiera saber qué sucedió el día del primer partido, puede rescatar en el archivo el artículo titulado "El penalti de Tashkent".

Y un apunte obligado para terminar. ¿O creíais que me olvidaría del gol de Nuri? El magnífico centrocampista del Dortmund del que tanto hemos hablado en este blog debutó con la selección absoluta turca y a los tres minutos marcó el 2-0. No fue un golazo, pero siguió la jugada y se posicionó en un lugar donde podía caer el rechace, como así fue. Magnífica noticia para un jugador destinado a marcar una época. Turquía tiene en sus manos el billete para la repesca. Creo que si hablamos del Mundial de la nueva era, Nuri Sahin no puede faltar.