Drogba puede con Anfield

Volvieron a jugar Liverpool y Chelsea, pero claro, esta vez era en la Premier. Y ya se sabe que en la liga inglesa no le tose nadie al equipo de Mourinho y los de Benítez son poco más que un equipo mediocre. Todo ese mundo que hay entre unos y otros se evidenció en Anfield ayer por la tarde. Esos 37 puntos del año pasado. O esos 17 que ya les separan a día de hoy. Ese 1-4 histórico e incontestable, ese recital de Drogba, esos saltos de José.

Tras varias semanas de tropiezos compartidos o alternados, Manchester United y Arsenal vencieron sus partidos antes de que el Chelsea saltara al campo más complicado -teóricamente- de los que le han tocado visitar hasta ahora. Podía existir cierta presión, aunque el colchón es grande y la moral de los "blues" está por las nubes. Podía existir también cierto "síndrome Liverpool", esa teoría que dice que los "Mourinho boys" le tienen cierto respeto a los "reds" y que de hecho siempre les había costado ganarles. Por poder, podían pasar muchas cosas, como poder perder puede perder cada semana el Chelsea, pero luego no pasa. Fuera del once Robben, Wright-Phillips y Crespo, por si alguien duda de que a este equipo le sobra plantilla. Drogba titular para confirmar su jerarquía... y para decidir el partido con su mejor actuación desde que está en Inglaterra.

Es cierto que el 0-1 llegó de penalti -el marfileño le sacó dos metros a Traoré y este le trabó en una acción muy torpe- y que ya permitió abrir la lata. Pero también lo es que el Liverpool empató de nuevo y todo volvió a empezar. Lo que le hace Drogba a Hyypia en el segundo gol es uno de esos regates que se quedan grabados -Caminero a Nadal, Redondo en Old Trafford, Romario al bueno de Rafa Alkorta-. En el tercero se va con una fuerza enorme y ante la salida de Reina asiste a Joe Cole con una claridad que lo supera todo. Todo. Nos supera a nosotros mismos, que en directo nos pareció ver que disparó y que el balón rebotó en Reina. No. Drogba vio el pase y allí lo puso, para que el ex del West Ham confirmara que se le da muy bien marcarle al Liverpool. Luego Peter Crouch pudo meter a su equipo en el partido. Se la llevó muy bien pero falló en el remate. Una pena lo suyo, que no consigue estrenarse con su nuevo club. Tiene virtudes y hay que tener paciencia con él. Suena como titular para el próximo partido de Inglaterra, algo que está caro con el buen momento de Defoe y Darren Bent.

El cuarto ya fue un ejemplo claro de contragolpe. Drogba se desmarcó, se fue por velocidad y tiró el pase de la muerte. Robben no llegó pero sí Geremi, que firmó la rúbrica de un "famous win", como dirían los ingleses. Con todo ello volveremos a leer que no hay liga, que esto ya está, que en marzo campeones y que qué aburrimiento. Bueno, si nos brindan partidos como el de ayer aburrirnos no nos aburriremos. Yo quería que ganase el Liverpool y me divertí con el espectáculo que dio el Chelsea. Nos queda la emoción de intentar adivinar cuándo se van a dejar los primeros puntos, quién les va a ganar, si romperán el récord de partidos sin derrota del Arsenal... Pero no nos alarmemos. Tienen pinta de revalidar el título, pero estamos en octubre recién estrenado, los otros dos grandes no juegan nada mal y todos los partidos empiezan cero a cero.

Cero a cero empezará la final del sub-17 dentro de un poquito más de media hora -aunque cuando lo leáis quizá ya sepáis el resultado-. Hoy no me voy a la cama hasta conocer al campeón.