El pánico francés

Hoy leía que Francia no se clasifica para una fase final del Mundial jugando las preliminares desde hace 20 años. Sus dos últimas presencias en campeonatos del mundo no requirieron la superación de una liguilla previa: en el 98 fueron anfitriones y en 2000 accedieron como campeones –privilegio ya suprimido por la FIFA-. Pese a que su último partido en Dublín fue el mejor resultado de la “era Domenech”, se respira un clima de tensión enorme en los ambientes del fútbol francés. Hay mucho respeto ante el choque decisivo de Berna, temor a un fracaso sonado que supondría definitivamente el fin de la era más gloriosa de los “bleus”. Miedo a que Zidane, Henry y Trezeguet se pierdan el que podría ser su último mundial –o en el caso de los dos delanteros, el último en su plenitud-. Y la baja por lesión de sus atacantes estrella aumenta la preocupación por un equipo al que le está costando marcar goles. Cissé, suplente en el Liverpool, podría cargar con el peso ofensivo de una selección que se juega su prestigio en el choque más delicado que han debido afrontar en la última década.

Thierry Henry y David Trezeguet son los dos máximos goleadores en activo de “l’équipe de France”. Entre los dos suman 61 goles, 30 para el del Arsenal y 31 para el juventino. Ante tamañas ausencias, los seis delanteros convocados por Doménech son Djibril Cissé, Ludovic Giuly, Sidney Govou, Peguy Luyindula, Sylvain Wiltord y Florent Malouda. De los seis, cuatro juegan como extremos en sus equipos –tres diestros, Giuly, Wiltord y Govou, y uno zurdo, Malouda-. Sólo Luyindula y Cissé son delanteros puros, aunque distintos entre ellos. A Peguy la ocasión le puede venir grande, tras salir por la puerta de atrás del Lyon y del Marsella. Al fin y al cabo, sólo acumula cuatro partidos con la selección y su última aparición fue hace un año casi justo. Así que, salvo sorpresa, será el delantero del Liverpool el elegido. Otra opción sería apostar por Wiltord, perfectamente adaptable como único punta. Lo que parece claro es que Francia jugará con un 4-5-1, el sistema que utiliza el Lyon y que por lo tanto es el ejemplo a seguir en el fútbol galo.

Por si con los propios problemas no les bastara a los franceses, la estrella suiza Alexander Frei se ha encargado de meter presión. Ojo con sus declaraciones: “Jugamos ante un estadio lleno. Todo un pueblo está detrás de su equipo nacional. No tenemos nada que perder. En cambio, si un Zidane, un Vieira o un Makelele no acuden al Mundial, sería una vergüenza”. Por cierto, que Suiza utilizará por primera vez en la fase de clasificación el nuevo Stade de Suisse, en Berna, construido especialmente para la Eurocopa del 2008. Es donde el Thun juega sus partidos de Champions. Frei, que es toda una celebridad en su país y en la liga gala, se quita presión: “Ahora mismo Francia no debe preocuparse por mi. Si juego como ante el Lyon, Suiza jugará con diez. Mentalmente estoy a cero. Tenemos una generación que ya no tiene el complejo del “petit Suisse”, salvo yo”. Bueno, es lo que le cuenta a la prensa francesa, porque en otros medios ha llegado a decir que “tenemos dos match-ball y estoy convencido de que pasaremos como primeros de grupo. Suiza no es sólo Alex Frei, pero sé que sé jugar un poco al fútbol”.

Vaya partidito, pues. Si Francia gana estará matemáticamente en el Mundial. Suiza casi lo mismo, aunque podría echarle un triple empate con galos e irlandeses –es decir, si pierde en Dublín-. Al menos, Francia está tranquila por lo que hace referencia a la portería. Coupet seguirá siendo titular y espera conservar la plaza hasta el Mundial pese a que Barthez termina de cumplir su sanción a mediados de este mes. El magnífico momento de forma del arquero del Lyon ha convencido a todo el país, pero habrá que ver si también a Domenech. Pero para ello primero tienen que salir vivos de Berna. Y lo dicho, no lo tienen muy claro...