Campionato riaperto

Aunque el camino del triunfo turinés se abrió con un gol en fuera de juego y Maniche pudo empatar al final, la victoria del equipo de Claudio Ranieri en San Siro fue merecida. La Juventus salió más agresiva, más ambiciosa, más guerrera. Confirmando las declaraciones previas y su única intención de ganar. El Inter, como casi siempre, encaró el partido a la expectativa. Llegó a equilibrarlo en la segunda mitad del primer tiempo, pero lo acabó perdiendo tras la reanudación cuando el guión de los compases iniciales se repitió tras el descanso. Sólo al final, cuando se veía sin opciones, tuvo el equipo de Mancini el corazón y la garra que le faltaron en la mayor parte del encuentro. Su gol llegó en una de sus acciones favoritas en ataque: incorporación de Maicon, que generó superioridad numérica por banda junto a un delantero -en este caso Balotelli- y definición tras decisión acertada del lateral. Fue lo más brillante de un equipo que de nuevo pareció demasiado plano y en el que Ibrahimovic no aportó la calidad que se le exige. El partido no fue fluido, pero sí tuvo ritmo: el que puso mayoritariamente la Juve. Del Piero firmó una actuación fantástica el día en el que Donadoni le volvió a dejar fuera de la convocatoria de la selección -y el día en el que alcanzó a Scirea en la clasificación de partidos jugados con la camiseta del gigante turinés-. Sólo le faltó el gol a Alex, que estuvo incisivo y a un óptimo nivel físico. Noche para olvidar para Burdisso, continuamente desbordado y enormemente torpe en los rechaces. Y esperanzas renovadas para la Roma, que se agarra a un calendario a priori más asequible: tiene cuatro partidos en casa por tres el Inter, y ninguno ante el resto de integrantes del top-5, mientras que a los de Mancini aún les queda medirse a Fiorentina y Milan.