Savidan: el gol no entiende de divisiones

Hace ya algunos años, cuando dedicaba las mañanas de los domingos a retransmitir partidos de Segunda B y Tercera, solíamos charlar de fútbol con mi compañero Toni García Bernardo cuando nos dirigíamos a los campos. Recuerdo que coincidíamos bastante a menudo en una apreciación: el jugador que nace con gol siempre lo tendrá, juegue en la división que juegue. Evidentemente, hay muchos ejemplos que cuestionarían esta afirmación, como he descubierto luego revisando estadísticas de varios futbolistas que no reproducen las mismas cifras cuando dan el salto a una categoría superior. Pero hay otros que sí la confirman. Entre ellos, el del ayer elegido mejor jugador de la semana -compartido con Steve Sidwell- en nuestro ránquing PA: Steve Savidan.

Savidan nació en Angers (Pays de la Loire) el 29 de junio de 1978. Tiene, por lo tanto, 28 años, y hasta el pasado verano no había jugado nunca en primera división francesa. Su trayectoria mezclaba equipos de la Ligue 2 y la National, segunda y tercera categorías del fútbol galo: Angers, Châteauroux, Ajaccio, Beauvais, Angoulême... y Valenciennes. Llegó a este último conjunto en julio de 2004, cuando estaba en National, y allí sus trayectorias -la suya personal y la del club- iniciaron un ascenso meteórico. Ganaron la liga y subieron, con Savidan máximo goleador del torneo con 19 tantos. Lo mismo sucedió el año siguiente en Ligue 2: campeones con Steve rey de los artilleros, 16 goles en 35 partidos. Se había ganado a pulso el debut en la Ligue 1, pero nadie creía que encabezaría de nuevo la tabla de realizadores de un campeonato que cuenta con delanteros del nivel de Pauleta, Piquionne, Fred o Dindane. Y ahí lo tenemos: líder, con 13 tantos en 21 partidos, aventajando en cuatro a su máximo perseguidor, el portugués del PSG. Fue este fin de semana cuando se escapó definitivamente al conseguir cuatro goles en un mismo encuentro: la goleada 2-5 de su Valenciennes en Nantes, que propició además el cese del técnico Georges Eo. Dio así su salto definitivo a la fama -además se apuntó la asistencia del gol que no marcó él-, ya que por ahora, pese a sus buenos números, no había despertado una gran atención: parece un jugador normalito, sin grandes virtudes, nada espectacular. Pero posee un instinto, el básico en un delantero: siempre encuentra el camino del gol.