La trascendencia relativa de ser primero

Todo el mundo se pregunta: ¿no le interesa al Arsenal la primera plaza? Sí, le interesa, pero no lo suficiente para arriesgar a todos los titulares. Está peleando por la Premier más competida de los últimos años y Wenger es consciente de que debe dosificar a sus jugadores. Y como no lo hará en los partidos de trascendencia indiscutible, sí lo hace en aquellos que no son de vida o muerte. Él confía muchísimo en sus jóvenes y lanza el reto: vamos a intentar ganar el primer puesto con el equipo alternativo. Hoy lo ha perdido, pero otras veces ha logrado prodigios como llegar a la final de la Carling y tutearle a un Chelsea con todos los titulares. Su apuesta es arriesgada, pero da frutos a largo plazo. Curte jugadores, construye el futuro. Ahora es muy posible que tenga que afrontar los octavos con la vuelta fuera y ante un rival más duro. Pero ya en el año de la final de París tuvieron que superar a Madrid y Juventus y lo consiguieron. Jugaron los cuartos y las semifinales con la ida en casa y obtuvieron ventajas que luego supieron defender. No es nada nuevo, y como ha manifestado Cesc en Canal Plus con su habitual orgullo y carácter ganador, dependen de sí mismos para ir pasando rondas. Lo que realmente importaba era meterse.

Y si hemos dicho que los jóvenes del Arsenal tienen buen nivel, es evidente que el triunfo del Sevilla tiene mucho mérito. Ha sido más fácil que si hubieran jugado los titulares, también es verdad, pero los primeros veinte minutos del equipo de Wenger demostraron que la esencia se mantenía. Luego el Sevilla fue agresivo, tuvo intensidad en su juego y le hizo tanto daño a los londinenses como nadie había logrado en mucho tiempo. No perdía el equipo de Islington desde el 6 de abril de este año, en un partido contra el West Ham en el Emirates en el que se salió el meta Robert Green.

De los novatos de Wenger, digamos que Bendtner tuvo un inicio prometedor pero se fue diluyendo. Eduardo amagó cositas, más allá del gol. Denilson tiene pinta de jugadorazo. Traoré puede ser una opción para la banda izquierda, pero aún no está al nivel de Clichy. Y Hoyte es el más flojo, está a años luz de Sagna. Tanto, que el técnico francés tuvo que rectificar mediada la segunda parte y dar entrada al ex del Auxerre.

Del resto de la jornada, hay que destacar que tendremos una final preciosa en Ibrox entre Rangers y Lyon. Los cambios de Perrin ante el Barça resultaron bastante incomprensibles. Quitó a Fred pese a no tener a un delantero puro en el banquillo y luego retiró a Ben Arfa, el jugador más desequilibrante en uno contra uno de toda la plantilla. Se jugó los últimos minutos con Rémy, un chico que a sus veinte años no ha logrado afianzarse en el primer equipo. No es de extrañar que Gerland le censurara las sustituciones.

Mañana, enorme menú. Partidos mucho más decisivos que los de hoy. ¿Le afectará al Liverpool todo el lío de Benítez con los propietarios? No debería. El sábado ya había empezado y firmó una enorme actuación en Newcastle. ¿Reaccionará el Valencia en su final ante el Schalke? Tiene más calidad, pero en Santander se vieron detalles preocupantes. ¿Será el Shakhtar la siguiente víctima del Celtic en Glasgow? Los ucranianos tienen nivel para salir indemnes, pero el ambiente y la historia pesan. ¿Afectará la presión a un Rosenborg a las puertas de la gloria? Incluso sin presión, el Chelsea es mejor y debe ganar en Trondheim. Todas las respuestas, mañana, en una jornada apasionante.