martes, septiembre 13, 2005

¡Que empieza la Champions!

No sé si el fútbol es un estado de ánimo, pero sé que afecta a mi estado de ánimo. Por eso hoy estoy contento y al mismo tiempo ansioso. Por eso esta noche me costó dormirme. Hoy empieza la Champions League, la mejor liga del mundo (esta sí), la única forma posible de comparar a los gigantes de Europa, el escaparate más visitado donde se lucen los grandes jugadores y se catapultan aquellos que un día lo serán, la colección de partidos más digna de videoteca... y sobretodo, un paraíso de emociones, el fútbol que no dejarías de ver más allá de qué equipo seas. ¡Es tan grande la Champions! Es tan grande que quieres más, que te cabreas porque ponen todos los partidos a la misma hora, y te gustaría que los distribuyesen durante la semana, dos o tres al día y en distintos horarios, ¡para poder ver los dieciséis! Sí, porque es la Champions, y como es la Champions te tragarías encantado un Artmedia Bratislava - Glasgow Rangers, o un Thun - Sparta de Praga, o un Rapid de Viena - Brujas. Y como no puedes verlos todos te entra el síndrome del grabador compulsivo, y compras dieciseis cintas de vídeo con la idea de irlas reutilizando cada jornada, pero luego te da pena borrar partidos de una competición tan grande y decides guardarlos todos, todos, todos los del torneo en un armario que se queda pequeño...

Además, el formato es ideal para irte ilusionando cada vez más. Hoy nos parece que es el día más grande del año porque empieza la Champions; cuando termine la primera ronda y comiencen los octavos de final diremos algo así como "hoy sí empieza la Champions de verdad"; luego, en cuartos, vamos a proclamar que "este es el mejor momento del año, cuatro partidazos entre la élite europea"; en semifinales estaremos como niños porque "por fin un sólo partido al día, sin tener que preocuparse porque te estás perdiendo otros, y además entre los cuatro mejores de Europa", y el día de la final ya que ni nos busquen, porque ese día sólo tiene una razón de ser, es el que se recordará durante décadas con la fecha exacta, es el único día del año que siempre sabremos seguro dónde estábamos a esa hora concreta.

Y para empezar, partidazos. Hay quien dice que esta primera fase no tiene mucha emoción, pero siempre cae alguno de los grandes y hay grupos con bastante nivel. Lo que es incuestionable es que nos ofrece grandes choques, más allá de si son trascendentes o no. Un Lyon-Madrid es difícilmente mejorable (se han visto finales peores) y esta noche ya tenemos choques que se antojan decisivos por la segunda plaza de varios grupos: Betis-Liverpool, Rangers-Oporto y PSV-Schalke. Como siempre, otro aliciente es poder ver a esos equipos cuyos partidos domésticos son tan inaccesibles, como el Rosenborg, el Feberbahce, el Olympiacos o el Rangers. O descubrir a los "nuevos del club", equipos que quizá ni sabíamos que existían pero que se han colado en la élite. ¿Cómo será el campo del Artmedia Petrzalska? ¿De qué color vestirán? ¿Qué jugadores tienen? Es fantástico que la Champions llegue a Bratislava, una gran ciudad europea que llevaba tiempo alejada de este "show". Pero que llegue a un barrio de Bratislava... ¡esto ya es de película!

Por todo esto. Y por todo lo que queráis. ¡Disfrutad de la Champions!

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