Los sueños rotos
Por plantilla, sorprende la posición del Montpellier en la zona media de la segunda división francesa. Debería luchar por el ascenso y ser uno de los grandes favoritos, pero en cambio se ha pasado la mitad de la temporada en los puestos bajos. Tras lo visto ayer en la Route de Lorient, más inexplicable resulta que el buen equipo del Hérault tenga que presenciar la Ligue 1 por televisión. Posee individualidades de categoría superior: el lateral Julio Colombo, el medio centro y corazón del equipo Bruno Carotti y los dos delanteros, Hervé Bugnet y Jerôme Lafourcade. No sólo eso: ayer en Rennes se comportó como un equipo serio, maduro, capaz de tocar el balón en algunos periodos del encuentro y de aguantarle ochenta minutos un empate a uno al equipo del momento en el fútbol francés -los bretones llevaban nueve triunfos consecutivos en todas las competiciones y están en puestos de Champions League-. La resistencia duró hasta una prórroga loca, que tuvo seis goles y que configuró el marcador final de 5-3. Allí sí se pudieron ver algunas lagunas defensivas -y del portero-, pero resulta comprensible por el cansancio y por el acoso continuado de un equipo que llega a veces con seis jugadores al área contraria.
Los cuartos de final de la Coupe de France dejaron para el final el choque más especial de la ronda: un Calais-Nantes que no podía desligarse de lo sucedido en Saint-Dennis en el 2000. Y como en aquella ocasión, el grande derrotó al pequeño en el último minuto, con un gol de un jugador que vivió aquel famoso partido: Fréderic Da Rocha. Al menos el golpe no fue tan cruel esta vez, ya que no llegó desde el punto de penalti, pero sin duda hizo recordar a la hinchada norteña las lágrimas de aquella tarde parisina en la que todo el fútbol francés -y también el europeo que se interesó por el choque- apoyó a su modesto equipo. Las crónicas del partido de ayer indican que el Calais dominó el juego y mereció más. Pero sólo habrá equipos de primera división en unas atractivas semifinales que se han sorteado esta mañana: Marsella-Rennes y Nantes-PSG. Se ha evitado el clásico entre los dos gigantes y el derbi de la "Bretaña histórica". ¿Se verá alguno de los dos en la final?
La historia del Sankt-Pauli - Bayern fue la típica de un partido entre un grande y un pequeño. A la voluntad y empuje del modesto responde el gigante con mayor efectividad. Los de Magath, que no podían permitirse generar más dudas tras su derrota en Bremen, se adelantaron enseguida con un gran disparo de Owen Hargreaves. Pero no sentenciaron hasta el final y pasaron agobios en varias jugadas más propias de partidillos en los recreos de los patios de colegio. Los delanteros locales intentaban disparar entre un bosque de piernas y apenas contactaban con el balón, mientras el Bayern ponía frente a la portería a una muralla de jugadores -como si jugara la Champions ante un equipo técnicamente superior-. Pero Pizarro resolvió a la contra y el marcador fue más holgado que el partido: 0-3. Los bávaros se medirán al Eintracht en una final aparentemente desequilibrada y tocan con la yema de los dedos otro doblete mientras reciben críticas por su juego. Typisch vom Bayern.
3 Comments:
Buf, me apenan 2 cosas de la Copa Francesa: Una, haberme perdido lo que has llamado "prórroga loca", que debió ser la bomba, especialmente para los fans del Rennes. La otra, lo del Calais, hubiera estado bien que ganase.
El Bayern siempre gana jugando peor y mal,me empieza a dar asco el Bayern encima ganó al Valencia la Champions y aún tengo una herida abierta.
Saludos
Parece que el Rennes vuelve por sus fueros. kallstrom les durará poco.
Publicar un comentario
<< Home