Slavia: el invitado sorpresa

Miras el cuadro final de la Champions y parece que están, más o menos, los de siempre. Los gigantes solventaron sus compromisos en la tercera ronda previa -alguno, como el Liverpool, dejando muy buenas sensaciones y firmando ante el Toulouse uno de los mejores encuentros de toda la era Benítez- y se metieron en la fase de grupos. ¿Todos? No. El Ajax, como ya sucedió la temporada pasada, volvió a dominar clarísimamente a su rival, pero estuvo muy poco acertado en la definición y pagó caros sus errores defensivos. Es la misma historia de hace justo un año ante el Copenhagen, aunque ahora los que celebran con entusiasmo su primera participación en la máxima competición continental son los checos del Slavia. El invitado sorpresa.

Pocos podían esperar que, tras repetidos intentos infructuosos, esta vez el Slavia conseguiría meterse en la elite. Y es que no es ni el actual campeón de liga en la República Checa. Como tantas otras veces -desde la separación de Checoslovaquia sólo han conseguido ganar una vez el título, en 1996-, el año pasado quedó por detrás del Sparta. Así que su camino hacia la Champions se presentaba duro y tortuoso: debía superar dos rondas previas. En la primera no tuvieron que viajar muy lejos, ya que el sorteo les emparejó con el campeón eslovaco, el Zilina. La igualdad fue absoluta y se llegó al final de ambos partidos con empate a cero. El Slavia se clasificó en la tanda de penaltis, por lo que lo apurado de su primer triunfo le daba muy pocas opciones en la eliminatoria siguiente, en la que debía medirse al Ajax. Pero sucedió lo inimaginable: Martin Vaniak, un portero de 36 años recién fichado y cuyo currículum reflejaba una carrera más bien modesta -Sigma Olomouc, Petra Drnovice, FK Drnovice, Panionios y Siad Most-, firmó ante los holandeses los dos partidos de su vida. Lo paró prácticamente todo, incluido un penalti a Huntelaar en la ida y varias acciones de uno contra uno. El otro héroe fue Stanislav Vlcek, que definió de maravilla dos de las pocas oportunidades que tuvo su equipo anoche en Praga. Hoy les llega a ambos la recompensa inmediata: Karel Brückner los ha convocado para los dos próximos partidos de la selección nacional checa. Entre los dos, ya veteranos, sólo acumulan once internacionalidades, y Vaniak no acudía a una llamada como esta desde marzo de 2004.

Aunque es evidente que el Ajax tiene muchos más jugadores de talento que podían ofrecernos grandes detalles en la Champions, el Slavia cuenta en su plantilla con tres de las grandes promesas del fútbol checo, cuya participación en la fase de grupos será también un aliciente interesante. Dos de ellos formaron parte de la última subcampeona del mundo sub-20, aquel equipo que tantos problemas le generó a Argentina en la final de Toronto: el medio centro defensivo Marek Suchy y el talentoso media punta Petr Janda. El tercero, más joven, integró otra selección checa finalista, la que perdió ante Rusia en 2006 en el Europeo sub-17. Se trata de Tomas Necid, que acabó ese torneo como máximo goleador y que mostró todo su atrevimiento tirando el penalti en la tanda de la final a lo Panenka. Les esperamos en la Champions.