Zurich y Berna: la noche y la mañana

No hay que desesperar ni maldecir al fútbol tras un partido soporífero: el juego es tan diverso que el siguiente te puede trasladar a una dimensión desconocida. Fue lo que sucedió en la primera jornada del llamado grupo de la muerte, que se abrió con un horrible empate sin goles entre Francia y Rumanía y que terminó con un eléctrico duelo jugado sin frenos entre Italia y Holanda. Lo ganó con comodidad la escuadra de Van Basten, maestra en el dominio de los tiempos y académica en el arte de los contragolpes. No hubo quizá una diferencia de tres goles entre los dos equipos, los tulipanes se beneficiaron de los enormes espacios que dejó una desesperada campeona del mundo y el primer tanto condicionó enormemente el encuentro, pero nadie puede dejar de elogiar la goleada neerlandesa. Especialmente a Orlando Engelaar, un medio centro de 28 años que ha hecho toda su carrera en equipos pequeños y al que creíamos que le vendría grande medirse a un centro del campo tan poderoso como el transalpino. Nada de eso. Jugó con sencillez, sin nervios, eligiendo las opciones con tanto aplomo como si se estuviese midiendo al VVV Venlo.

Pero, ¿quién no se sintió decepcionado por la suplencia de De Rossi cuando salieron los onces iniciales? ¿Quién no pensó que la titularidad de Ambrosini en lugar del romano era una mala noticia para Italia? Con ese trivote, la azzurra estaba obligada a marcar el primer gol o a sufrir: no era equipo para remontadas. Daniele no llegó ni a ingresar en el césped, como tampoco lo haría Aquilani. El centro del campo del Milan, quinto, sentó en el banquillo al de la Roma, segunda. La prensa italiana también critica lo que tardó Donadoni en meter a Del Piero y a Cassano. El primero dio la impresión de salir muy enchufado y probablemente lo veamos en el equipo titular contra Rumanía. Atrás, los errores se multiplicaron. ¿Quién no pensó en Cannavaro? Tengo la impresión que Panucci jugará de central el próximo viernes.

¿Le damos ya el rango de favorita indiscutible a Holanda? Ha pasado la primera prueba, pero hay que ser prudentes. Hasta el 1-0, el partido era bastante equilibrado, con opciones incluso para que Italia se hubiera adelantado. No es lo mismo jugar con espacios que sin ellos, sobre todo para un equipo con tanta velocidad. Sea como sea, ya hay muchas ganas de ver de nuevo al conjunto de Van Basten. Y su próxima cita es ante Francia.

Del encuentro de Zurich poco bueno se puede decir. Rumanía me recordó al Manchester United del Camp Nou: nueve jugadores más el portero por detrás de la pelota, los extremos ejerciendo de segundos laterales e incluso un crack como Mutu sacrificándose cerrando espacios. Bloquearon casi por completo a Francia, que tuvo alguna ocasión aislada pero que jamás mostró continuidad. Nasri salió demasiado tarde y lo hizo por el hombre con más gol del equipo, por lo que la delantera Benzema-Gomis tuvo sólo una coincidencia testimonial. La titularidad de Anelka es tan inexplicable como la no convocatoria de Sagna, Flamini y Trezeguet. Domenech sigue desaprovechando el elevado potencial del que dispone con decisiones incomprensibles.

SMS desde Viena

Croatas de los pies a la cabeza.
La hinchada croata que invadió Viena no sólo sorprendió por el número, sino también por su indumentaria. Todos llegaron perfectamente uniformados. Los de la foto, con todas las prendas de ropa con los colores nacionales. Incluso las zapatillas.

(Este SMS con foto encabeza la sección diaria del 10-06 que aparecerá durante toda la Eurocopa en Público. El resto de SMS del día pueden leerse aquí).