De vuelta de Londres

Acabo de volver de Londres y quiero hacer unas consideraciones generales. No sé si mañana o el 7 colgaré ya pequeños artículos detallando individualmente todos los escenarios y anécdotas futbolísticas del viaje, cada uno con una foto ilustrativa. De momento me quedo con todo lo que envuelve a este juego en Inglaterra. Es maravilloso. Como lo tratan, como lo miman, como crean afición. Cada partido tiene su "programa", una revista extensa que cuenta todo lo que hay que saber sobre el encuentro y mucho más: entrevistas a los jugadores, fichas, resúmenes de las últimas jornadas, artículos de periodistas afines a los clubes locales... Siempre con buen gusto, con un amor al fútbol muy británico. Casi todos los aficionados lo compran, pese a que cueste tres libras. No es barato, pero el producto es de calidad. Durante el partido el público es mucho más activo que en otros campeonatos: cantan los noventa minutos y viven cada acción con enorme intensidad. Suena a tópico, pero impresiona escuchar como se roza el sonido de un gol simplemente cuando el público advierte que están presionando por detrás al jugador de su equipo y él no se ha dado cuenta.

Me gusta también leer la prensa futbolística inglesa. Incluso los diarios más sensacionalistas -que los hay y mucho: no me enteré de nada relacionado con la vida política, económica o social del Reino Unido, pero sí he leído varias veces que asesinaron a una chica que estaba pasando las vacaciones en una isla del Pacífico justo cuando llamaba a su madre para desearle feliz año-; pues incluso estos, se convierten en serios cuando tratan el deporte. Les sigue gustando lo espectacular, pero los análisis de los partidos son profundos y de calidad, entrando en la vertiente técnica del juego. Y los grandes lo son menos que aquí: si resulta que un millonario quiere comprar al Portsmouth, pues las portadas -en este caso contraportadas, que es donde empiezan las secciones de deportes y se leen al revés- son para el equipo de la Costa Sur y le dedican sus dos páginas y medio. ¡Más que al Arsenal-Manchester United! ¡Más que a la vuelta de Lampard a Upton Park!

¿Y de qué se habla en Inglaterra? Se da al Chelsea ya como campeón. Y se elogia mucho a José Mourinho. Consideran que fichajes como el de Maniche sólo los puede hacer él y que al fin y al cabo son los que marcan la diferencia. Incluso creen que está influenciando ya a los demás entrenadores, y que Wenger se está pasando al 4-3-3 porque los éxitos del luso le han convencido. Eso es muy significativo. El Arsenal-Manchester United estaba descafeinado: de ser el partido más grande que se podía dar en la Premier en la última década, ha pasado a ser un choque de segundones. Así se interpretó su empate a cero, como una prueba de su declive, del escalón inferior al que han caído. También se hablaba hoy de Henry y se tiene claro que su futuro o pasa por Barcelona o por quedarse en el norte de Londres. Un artículo en el Times, titulado "Should he stay or should he go?", repasaba los puntos a favor y en contra que pueden decantar la decisión. Nada nuevo, aunque señalaban a su mujer, que quiere quedarse en la capital inglesa, y a su hija recién nacida como principales argumentos para retenerle.