Primera noche de euforia

Alemania le ganó a Costa Rica y su hinchada salió a la calle para celebrarlo. Como en la película Goodbye Lenin, la vida transcurre mientras la selección nacional disputa su Mundial. Y después de cada victoria toca tomar las ciudades como si ya se hubiese ganado el campeonato. A los aficionados no les preocupa la fragilidad que mostró su defensa. Se quedan con los cuatro goles, con la victoria, con la sensación de que su equipo marcó siempre que quiso. Y así debe ser, pues el fútbol está para disfrutar los triunfos y relativizar los fracasos. Los problemas técnicos y tácticos deben ser sólo cuestión del entrenador y de sus ayudantes. Y la gente que no vive de ello, la que se limita a vivirlo, pasea orgullosa su camiseta de la Manschafft sintiéndose ya campeona.

El menú del día
Segunda jornada de competición y primer gran partido del campeonato. El esperadísimo Argentina-Costa de Marfil (21:00, Hamburgo) enfrenta a uno de los clásicos favoritos ante el abanderado de la revolución global, la gran apuesta de la prensa especializada como posible revelación del torneo. El examen es durísimo para los elefantes, que deberán mejorar la imagen que les bastó para ser subcampeones de África pero que difícilmente les alcanzaría para clasificarse para los octavos de final. Pero desde entonces, algunos de sus jugadores han crecido. Sobretodo los dos del Arsenal, que llegan pletóricos y con la moral por las nubes. Kolo Touré hasta llegó a apuntar que el objetivo es ganar el Mundial. Argentina se ha decidido finalmente por un 4-3-1-2 -aunque habrá que ver si Sorín juega en la defensa o en el centro del campo-, le da libertad a Riquelme y favorece las llegadas de Maxi. Crespo-Saviola es la pareja elegida. Messi y Tévez se quedan fuera. Grandes revulsivos. Aunque el día empieza con un interesante Inglaterra-Paraguay (15:00, Frankfurt) en el que por fin veremos si Eriksson ha logrado solucionar los problemas de encaje. Ha optado por la opción más simple y a la vez la más arriesgada: Lampard-Gerrard. El del Chelsea deberá moderarse en sus embestidas, lo que le resta cierto potencial. Paraguay presenta un equipo experimentado pero en el que no cree demasiado ni su leyenda José Luis Chilavert. Sólo Valdez y Santa Cruz ofrecen cierta alegría, ya que Dos Santos y Barreto se quedan en el banquillo. En medio de los dos platos fuertes, Suecia no debería tener problemas ante la débil Trinidad y Tobago (18:00, Dortmund). El primer partido de un Mundial siempre es complicado, pero parece que en este caso la diferencia es mucha.

Telegrama desde el IBC
Ni Schweini, ni Klose ni Ballack. Los hinchas alemanes, cuando salen de noche, prefieren vestir la camiseta de la selección con su propio nombre.