Hablemos del Lyon

Quizá por el sufrimiento con el que se llevó su séptimo título de campeón de Francia -tras un sprint con el Burdeos mucho más reñido que sus triunfos anteriores-, mucha gente ha borrado ya al Lyon de su lista de candidatos reales a reinar en Europa. Si en otras temporadas la entidad presidida por Jean-Michael Aulas había despertado serias expectativas en la Champions, esta vez se vio como algo natural que cayera en octavos de final. Pero el presidente, gran arquitecto del éxito sin precedentes de un club que antes de su llegada se encontraba sumido en el anonimato y la mediocridad, ha levantado la voz para recordarnos que su proyecto sigue vigente: la prioridad para la próxima campaña será ganar la Champions League. Declaración de intenciones. Para lograr las victorias más preciadas, primero debes creértelo. Parece, si escuchamos a Aulas y a la ya estrella del equipo, Karim Benzema, que esta fase el Lyon la tiene superada.

¿Cómo lograrlo? Hay pocos clubes tan modélicos en Europa. Si asistimos continuamente a la mutación negativa de conjuntos campeones que se cansan de ganar y no saben mantener el hambre y la tensión tras un par de campeonatos, el Lyon es el ejemplo de la máquina insaciable que se reinventa poco a poco para que sus instintos asesinos sigan intactos. Unas cuantas piezas nuevas cada año, para que nadie se canse de ver siempre las mismas caras. Bajas estudiadas: sólo se va el que tiene reemplazo preparado. Y fichajes acertadísimos. Un dominio nacional indiscutible que se basa en contratar a los futbolistas que más destacan en los adversarios. El año pasado se debilitó al Lille quitándole a Keita y Bodmer. Ahora, tres nuevos talentos de la Ligue 1 también aterrizarán en Gerland para configurar la enésima versión del proyecto. Ederson, fenomenal media punta del Niza, ya está firmado. Su compañero en la Costa Azul, el prometedor guardameta Hugo Lloris, debería seguir el mismo camino esta semana. Todo apuntaba a que se iría al Milan, pero el Lyon le ofrece seguir cerca de casa, jugar Champions y tener la titularidad casi garantizada -Coupet se va-. Y el prodigio del Metz Miralem Pjanic también debe ser presentado en las próximas horas. Contrataciones que ilusionan.

¿Quién se irá? Con Benzema renovado y el mismo jugador afirmando que no quiere marcharse hasta levantar la Copa de Europa con el club de su vida, la mayor preocupación de la afición parece resuelta. Ben Arfa, que no ha disfrutado de la etiqueta de indiscutible, sí podría salir. También Govou, siete veces campeón de Francia, al que el club pondrá todas las facilidades para que continúe su carrera en el extranjero. Juninho debería seguir, aunque no tendrá tan fácil seguir siendo referente con la llegada de Ederson.

¿Y el entrenador? Perrin sonrió el sábado tras el pitido final en Saint-Denis. Lo habían masacrado, todos dudaron de él, se dijo que era el peor Lyon de la época dorada, pero a nivel de títulos ésta ha sido la mejor temporada de la historia. Sin embargo, Aulas no confirmó que seguiría. El presidente sabe que con Francia no basta, que hay que dar el salto definitivo y convertirse en potencia continental. Y duda sobre la capacidad de su entrenador para empujar el equipo hacia la elite. La respuesta, la semana que viene. Aunque, a efectos de la liga francesa, parece que el Lyon es tan superior a los demás que gana sin importar quién se siente en el banquillo. Quizá el año que viene, el de la Champions como prioridad, gane incluso sin querer.