Italia y su espíritu de supervivencia

Roberto Donadoni llegó a la Eurocopa sin tener el equipo claro y lo cambió casi por completo ante la primera adversidad. La revolución tampoco se tradujo en un resultado positivo, así que volvió a rotar de cara al duelo decisivo, esta vez modificando incluso el dispositivo táctico. Y pese a esta aparente desorientación, pese a haber perdido toda la solidez que había mostrado casi el mismo equipo con Lippi dos años antes, logró clasificarse para cuartos de final. Italia se agarró a su espíritu de supervivencia, peleó con personalidad hasta el final y se medirá a España en una eliminatoria de cuartos de final apasionante. ¿Lo mereció? Pregunta difícil de responder.

Lo que tengo claro es que Rumanía no hizo casi nada para pasar. Jugó tan atrás el primer partido ante Francia que no tuvo ni ocasiones a la contra. Sacó de ese encuentro el máximo botín posible: un punto. Pero de uno en uno es muy difícil avanzar. En el segundo repitió estrategia, pero se encontró ante una Italia sorprendentemente abierta que le dejó más espacios y entonces sí tuvo oportunidades, pero menos que el rival. Sin el gol anulado a Toni y las paradas de Lobont, lo normal sería que el equipo de Piturca hubiese perdido ese encuentro. Por mucho que luego, al final, Mutu fallara ese penalti. Y ayer, cuando sólo valía la victoria, la posesión de la Holanda de los suplentes alcanzó por momentos el 70%. Ya sé que es un dato que a veces no significa nada, pero en este caso es revelador sobre las intenciones de un equipo que ha ofrecido demasiado poco en ataque. Cuando ya perdía se fue para arriba y nos mostró todas sus limitaciones. Era el peor equipo del grupo y llegó dependiendo de sí mismo a la última jornada con grandes dosis de fortuna.

¿Lo mereció más Francia? El equipo de Domenech llevó la iniciativa en su debut ante Rumanía, pero jugó sin velocidad ni atrevimiento. El empate fue un castigo bastante merecido. El 4-1 ante Holanda fue a todas luces exagerado, pero algunos errores atrás quizá sí le hicieron merecer la derrota. Ayer, ante Italia, el equipo galo tuvo la intención de dominar el partido, pero no supo cómo controlar a Toni en acciones tan simples como pelotazos frontales a la zona de tres cuartos. Y ahí perdió el encuentro. También lo perdió por la torpeza de Abidal, que nunca debió cometer penalti. Domenech puso de su parte sustituyendo a Nasri y quedándose sin revulsivo de toque en el centro del campo. Yo era de los que creía que incluso pese a las excentricidades de su técnico Francia sería capaz de presentar una seria candidatura al título, pero es evidente que me equivoqué. Raymond se ha superado con sus decisiones: insistir los dos primeros partidos con Sagnol-Thuram en la parte derecha de la zaga, mantener el doble pivote Makelelé-Toulalan incluso con marcadores adversos, no acabar de apostar definitivamente por Benzema, reducir la participación de Nasri a minutitos... Ayer, increíblemente, en la rueda de prensa, admitió que se había equivocado... ¡al no haber declarado que esta Eurocopa sólo debía servir para preparar a la nueva generación para el 2010! Increíble. ¿De qué generación habla? Si esa fue en algún momento la intención, ¿por qué no vimos un equipo valiente, con todas las caras nuevas? Entonces, aunque hubiese perdido, yo le hubiese aplaudido por su valentía y su intento de construir un proyecto ganador a largo plazo.

Así que, casi por eliminación, llegamos a la conclusión de que Italia sí mereció pasar. También fue demasiado duro su 3-0 ante Holanda, debió ganarle a Rumanía y ayer, aunque sin brillos ni alardes, supo manejar bien el duelo decisivo. Ahora, pese a todos sus problemas, es evidente que cuenta con opciones de ser campeona. Sin embargo, algunos detalles invitan a pensar que España puede tener su gran oportunidad: la línea defensiva azzurra no es tan fuerte como en otras ocasiones, las bajas de Pirlo y Gattuso harán daño al centro del campo -quizá veamos a De Rossi, Ambrosini, Camoranesi y Perrotta- y Toni, por ahora, no ha marcado en la Eurocopa. Quizá esté en uno de esos momentos de bloqueo que pasa de vez en cuando, aunque es evidente que puede romperlo en cualquier momento. Pero sea como sea, el duelo será espectacular.

Unas líneas también para la profesionalidad de Holanda, que dignificó su camiseta con una actitud honesta que permitió que todos en el grupo tuvieran las mismas posibilidades. ¡Ah, y qué maravilla de ataque suplente! Van Persie, Robben, Afellay y Huntelaar...

SMS desde Viena

Fiesta con ruedas.
Este autocar oficial de aficionados alemanes se plantó en Schwedenplatz tras el triunfo de su equipo ante Austria y animó la fiesta con música a todo volumen y seguidores en el piso superior saltando y cantando con banderas. Euforia absoluta.