Francia se complica el camino

Raymond Domenech había comentado en la previa que el partido ante Escocia no era determinante. Que el objetivo no era ganar a los británicos, sino clasificarse. Sus jugadores se lo tomaron al pie de la letra y dejaron para otra ocasión la oportunidad de acercarse a Austria y Suiza. Su derrota por 0-1 en el Parque de los Príncipes, donde la tricolor volvía tras diez años –consecuencia del Mundial de Rugby, que está ocupando los principales estadios del país-, les deja en tercera posición del grupo B. O sea, ahora mismo, y en igualdad de partidos, estarían eliminados.

No estaba Thierry Henry y se abría el debate: Domenech podía apostar por otro delantero o darle la oportunidad al joven Samir Nasri en la media punta. Al final optó por la opción más conservadora y eligió a David Trezeguet, que llevaba un año sin ser titular en la selección. Fue también una decisión morbosa, ya que el jugador de la Juventus nunca asumió su marginación y la relación entre ariete y técnico ha sido más bien tensa desde entonces. Pero ayer tenía la oportunidad de demostrarle su valía al entrenador y no lo consiguió: si en algo falló Francia fue precisamente en el remate.

Cuando McFadden adelantó a los visitantes en el primer disparo escocés –en el que falló Landreau, sustituto del lesionado Coupet-, Domenech decidió tirar de veinteañeros: metió a Samir Nasri y a Karim Benzema por Vieira y Abidal en dos cambios muy ofensivos. Ambos tuvieron opciones de marcar pero se estrellaron ante el muro británico. Y mientras el tiempo se iba agotando las noticias que llegaban de Kiev eran tan negativas como el marcador de París: Italia, con dos goles de Di Natale –uno de cabeza y otro a la contra cuando los locales buscaban la victoria-, había ganado 1-2 y les pasaba por delante. Precisamente en la capital ucraniana podría jugarse la clasificación Francia en una última jornada dramática el 21 de noviembre. Ese partido, pensará Domenech, sí será determinante.