lunes, julio 10, 2006

Italia, la digna campeona

Final antológica. Emotiva y con grandes imágenes, sobretodo las protagonizadas por Zinedine Zidane. Su penalti será recordado el resto de los tiempos, pero su expulsión también aparecerá como la mancha de una carrera brillante. Quizá Francia mereció ganar la final. Se fue a por el partido en la segunda parte y por momentos se comió a Italia, pero sus dos grandes estrellas tuvieron que abandonar el campo y no pudieron participar en la tanda de penaltis. Eso no quita mérito a un campeón dignísimo, el equipo que mejor ha sabido jugar el Mundial, el que ha elegido el plan de juego según más le convenía en cada momento. Una escuadra completa, repleta de jugadores que lo saben hacer casi todo. Con actuaciones individuales formidables y con un temperamento colectivo decisivo. Italia es la mejor selección del mundo. Lo ha dicho el torneo. Y el campeón siempre tiene la razón.

Mi jugador del torneo: Fabio Cannavaro.

Mi equipo del torneo: Buffon; Zambrotta, Cannavaro, Thuram, Lahm; Vieira, Pirlo, Maniche; Zidane; Henry y Klose.

Mi último telegrama desde el IBC: En cinco minutos dejaré este recinto en el que he vivido cinco semanas maravillosas. Con estas líneas se cierra también la temporada de este blog. Me tomo unos días de descanso para volver después de las vacaciones con ideas nuevas y con ganas de seguir compartiendo esta pasión. Agradezco muy sinceramente la atención a todos los lectores, asiduos y esporádicos. A los que participan en los comentarios y a los que no. Nos reencontramos pronto.

domingo, julio 09, 2006

Italia-Francia, así se escribe un clásico

Más allá de que Italia y Francia se hayan enfrentado hasta hoy en cuatro ocasiones en campeonatos del mundo (victorias transalpinas en el 38 y el 78 y galas en el 86 y el 98), serán dos partidos recientes y el de esta noche en Berlín -este, sobretodo- los que convertirán los cruces entre ambas selecciones en un clásico de una generación, para ingresar luego en el olimpo de la historia del fútbol. Y los dos precedentes inmediatos terminaron de la misma forma: con agónicas victorias "bleus" tras partidos contestadísimos que estuvieron siempre muy cerca de terminar del lado "azzurro".

Cuartos de Final del Mundial 98, Francia 0-0 Italia (4-3 en los penaltis)
Saint-Denis, Stade de France, 3 de julio de 1998, 16:30
Francia: Barthez; Thuram, Desailly, Blanc, Lizarazu; Deschamps, Petit, Karembeu (Henry 65'); Zidane, Djorkaeff; Guivarc'h (Trezeguet 65').
Italia: Pagliuca; Bergomi, Costacurta, Cannavaro, Maldini; Pessotto (Di Livio 93'), Dino Baggio (Albertini 52'), Di Biagio, Moriero; Del Piero (Roberto Baggio 67'), Vieri.
Tanda de penaltis: Zidane marca, Roberto Baggio marca, Lizarazu falla (para Pagliuca), Albertini falla (para Barthez), Trezeguet marca, Costacurta marca, Henry marca, Vieri marca, Blanc marca, Di Biagio falla (fuera).

Final de la Eurocopa 2000, Francia 2-1 Italia (prórroga tras 1-1)
Rotterdam, De Kuip, 2 de julio de 2000, 20:00
Francia: Barthez; Thuram, Desailly, Blanc, Lizarazu (Pires 85'); Vieira, Deschamps; Djorkaeff (Trezeguet 76'), Zidane, Dugarry (Wiltord 58'); Henry.
Italia: Toldo; Pessotto, Cannavaro, Nesta, Iuliano, Maldini; Albertini, Di Biagio (Ambrosini 66'); Fiore (Del Piero 53'), Totti; Delvecchio (Montella 86').
Goles: 0-1 Delvecchio 55', 1-1 Wiltord 90', 2-1 Trezeguet 103'.

Italia tiene pues sed de venganza. Y parte como favorita por su Mundial impecable y un año de actuaciones convincentes. Se verá un encuentro durísimo, con dos escuadras defensivamente muy fuertes y con jugadores peligrosos arriba, pero el equipo de Lippi posee mayor capacidad para cambiar el guión de un partido. Mientras Francia ha definido un estilo eminentemente contragolpeador, la "azzurra" es capaz de esperar pero también de tocar. Ese mayor abanico de posibilidades le hace partir con cierta ventaja, aunque el marcador, como suele ser costumbre, debería terminar muy ajustado.

No se preven grandes cambios en los onces iniciales. Es más, todo apunta a que ambos entrenadores repetirán los equipos de la semifinal. Nesta sigue con molestias y Matterazzi parece haberse ganado el puesto. De Rossi ya puede volver, pero su culpa aún pesa y el centro del campo funcionó contra Alemania. En Francia Domenech se planteó dar entrada a Trezeguet para aprovechar el factor psicológico de su fantástica trayectoria en la Serie A, pero difícilmente va a cambiar el equipo ahora que ha encontrado un bloque ganador.

Final del Mundial 2006
Berlín, Olympiastadion, 9 de julio de 2006, 20:00
Italia (probable): Buffon; Zambrotta, Cannavaro, Matterazzi, Grosso; Camoranesi, Pirlo, Gattuso, Perrotta; Totti; Toni.
Francia (probable): Barthez; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Vieira, Makélélé; Ribéry, Zidane, Malouda; Henry.

Nace la klinsimannia

¿Por qué Alemania, nación futbolística acostumbrada a las victorias, celebró el tercer puesto como si se tratara del primero? ¿Por qué los jugadores saltaron como locos y se fotografiaron con la medalla de bronce como si fuera el trofeo más preciado del mundo? ¿Por qué paseando ayer por cualquier ciudad alemana te encontrabas con multitud de aficionados con sus camisetas de la Mannschaft con la misma expectación que el día de la semifinal?

La respuesta a todas estas cuestiones se llama Jurgen Klinsmann. El simpático seleccionador alemán ha contagiado a todo el país su euforia y positivismo. Si nos sorprendía su actitud en los partidos amistosos, donde gritaba los goles de su equipo como si estuviese en la final de un Mundial, ahora sus hinchas le imitan. Y es que Klinsi se ha ganado el corazón de todos, incluso de los que criticaban el alarmante juego germano en los encuentros preparatorios. Todos recuerdan ahora su gesto de aceptar un cargo que nadie quería por miedo a firmar uno de los ridículos más importantes de la historia del fútbol alemán: con el Mundial en casa y contando con una generación que parecía discreta, había mucho que perder. Y el viajadísimo ex delantero centro ha salido airoso con un tercer puesto que se ajusta a la actuación del equipo durante el campeonato. Más habría sido excesivo por su potencial, menos habría sido injusto por sus méritos. Ahora, mientras Beckenbauer y sus fans le piden que se quede, él medita qué decisión debe tomar. Las expectaciones son muchas y su equipo es prometedor -lo son, sobretodo, Lahm, Podolski y Schweinsteiger-, pero mejorar este tercer puesto en la Eurocopa de 2008 o en el Mundial de Sudáfrica se antoja complicado. Pero decida lo que decida, el público le aplaudirá.

El hombre del día: Bastian Schweinsteiger. Vaya dos golazos y medio del Beckham alemán, un centrocampista fino con gran disparo que no había demostrado en este Mundial de lo que es capaz. Hasta ayer. A ver quién se atreve a decirle que el partido por el tercer y cuarto puesto tiene poco valor...

El gol del día: Bastian Schweinsteiger, Alemania 3-0 Portugal. Recorte, control orientado y derechazo pegado al poste con enorme fuerza. Fue su último toque de balón del campeonato. Es imposible despedirse de mejor manera.

viernes, julio 07, 2006

Los récords de Poldi

Esta mañana la FIFA ha hecho público que Lukas Podolski ha sido elegido mejor jugador joven del Mundial 2006. Es la primera vez que existe de forma oficial un trofeo como este, por lo que el joven alemán de origen polaco entrará en la historia de los campeonatos del mundo. Podolski se ha impuesto a Cesc Fàbregas y Tranquillo Barnetta -como él, nominados por el Comité Técnico de la FIFA-, además de superar también a Cristiano Ronaldo, Leo Messi y Luis Valencia -designados en una votación popular realizada en Internet-. Considerando que no hemos asistido a ninguna explosión estelar en lo que llevamos de torneo, se puede llegar a la conclusión que la decisión ha sido justa. Los otros nominados firmaron momentos de alto nivel futbolístico, pero quizá Podolski ha sido el más regular entre los jugadores nacidos después del 1 de enero de 1985.

Poldi, como le llaman cariñosamente los hinchas alemanes a los que tiene robado el corazón, está acostumbrado a superar récords. Con 18 años anotó diez goles en diecinueve partidos en la Bundesliga, algo que no había conseguido nunca un chaval de su edad. Pese al descenso del Colonia, Rudi Voller se lo llevó a la Eurocopa, convirtiéndose luego en un habitual con Klinsmann durante toda la temporada 2004-2005 pese a estar jugando en segunda división. Fue el máximo goleador de la categoría con 24 tantos y la pieza clave del rápido regreso del club de la Renania del Norte a la elite del fútbol germano. Quizá no estuvo luego a la altura de lo esperado y su club volvió a descender. Poco ha importado para el desarrollo de su carrera: fichaje por el Bayern y titularidad indiscutible en el Mundial. Ha jugado hasta más que Klose. Quizá sea cierto aquello que dijo una vez Franz Beckenbauer: Podolski es la mayor aparición del fútbol alemán desde Lothar Matthäus.

Telegrama desde el IBC: Esto se va terminando. Lili, una voluntaria alemana con madre de Guadalajara, acaba de despedirse de nosotros.

jueves, julio 06, 2006

Francia sigue el camino del 2000

Francia no necesitó ante Portugal una actuación tan compacta como la que firmó contra España ni tan brillante como la que apartó del Mundial a Brasil. Le bastó con ser seria, con estar bien puesta sobre el campo y con marcar un gol en un penalti magníficamente forzado por Henry. Y esperó a que terminara el partido. Con algún susto, porque siempre los habrá en una semifinal, pero consciente de que su cita con Italia estaba ya concertada. Tan claro lo vio Domenech, que se atrevió a cambiar al crack del Arsenal a falta de diez minutos. Ya lo había hecho contra Brasil. Hasta el técnico ha entrado en una dinámica mecánica: siempre sustituye a los mismos -Malouda, Ribéry y Henry- y siempre incorpora a los mismos -Wiltord, Govou y Saha-. No hace falta pensar: está todo previsto. Lo mismo sucede sobre el campo. Doble barrera impenetrable, ahogo del rival y alguna caerá.

Y casi que lo más emocionante sucedió al final. Abrazo entre Zidane y Figo, estandartes de sus selecciones, símbolos de una generación. Consuelo de Henry a un lloroso Cristiano Ronaldo: lo que hoy es mío un día será tuyo. Baile de Gallas animando al público, para que nadie crea que las rocas no pueden sonreír. Mirada asombrada de Sagnol a Barthez: es increíble, ¡lo hemos hecho! Claro, él no estaba ni en el 98 ni en el 2000. Pero sabrá muy bien que en esa Eurocopa Francia terminó segunda de grupo. Para cargarse luego a una España que venía como primera. Para noquear a Portugal en la semifinal. Y para medirse a Italia en el partido más esperado del año. Esta película ya la he visto, cine francés del bueno, cine francés del viejo. Pero escucha, creo que los italianos la están versionando y quieren cambiarle el final. ¡Serán osados!

El hombre del día: Lilian Thuram. Mundial de centrales. Actuación portentosa del juventino, que se convirtió en una muralla imposible de superar para el ataque portugués. No existieron ni Pauleta ni Deco y la magia de Cristiano Ronaldo se apagaba cuando llegaba a su zona de influencia.

El gol del día: Zinedine Zidane, Francia 1-0 Portugal. Será de penalti, pero no es fácil colárselo a Ricardo. Como siempre, el meta del Sporting adivinó la intención y tocó el balón. Pero Zizou le había pegado con mucha fuerza. Y los galos empezaron a verse en la final.

miércoles, julio 05, 2006

Munich, teatro de pasiones

Tiene ya esta semifinal que recuerda tanto a la de la Euro 2000 alineaciones confirmadas. Son las previstas. En Portugal vuelven Deco y Costinha, se caen Petit y Tiago. En Francia juegan los mismos que derrotaron a España y a Brasil. Hay cuentas pendientes, pero la historia pasada no se reescribe. Es este torneo el que importa, es este duelo de Zidane contra Figo, es este grito de Cristiano Ronaldo, es este gesto de Thierry Henry. Ya jueguen el último, el penúltimo o el primero de sus Mundiales, el deseo de victoria une a estos grandes cracks en un partido memorable, en una fiesta que convierte a esta ciudad sobria en escenario de la representación artística más atrevida. Porque este partido reune a magos, a atletas, a rocas, a todoterrenos. Porque Funchal y París se preocuparán por lo mismo. Y Lisboa. Y Marsella. Y el mundo.

martes, julio 04, 2006

Grosso, un héroe sorprendente

Un lateral izquierdo del Palermo, Fabio Grosso, ha hecho lo más importante de la ya finalista Italia en este Mundial. La rescató cuando naufragaba contra Australia inventándose un jugadón que Medina Cantalejo convirtió en penalti. Y la ha catapultado al partido que todos quieren jugar con un zurdazo colocado en el último minuto de una prórroga memorable. Esas dos acciones definen sus grandes virtudes: potencia y disparo. Tiene carencias defensivas, como evidenció Schneider ganándole la espalda en la ocasión más clara germana del primer tiempo, pero lo que aporta en ataque puede ganar partidos. Puede hasta ganar un Mundial.

Más allá del detalle puntual, Italia ha merecido ganar a Alemania. Tuvo el balón en el primer tiempo y generó ocasiones de gol. Defendió maravillosamente -el campeonato de Cannavaro es para grabarlo con cámaras de esas que siguen individualizadamente a un jugador- y decidió irse a por el partido cuando Alemania pedía la hora. Lippi fue valiente: terminó con Gilardino, Iaquinta, Totti y Del Piero, y su equipo se contagió. Dos disparos al poste anunciaron la intención de la "azzurra", seria como pocas, golpeadora e iluminada por los pases magistrales del capitán de la Roma y de un Pirlo imperial -¡qué asistencia la suya a Grosso!-. Finalista dignísima y tradición cumplida: cada doce años, Italia llega al último partido.

El hombre del día: Fabio Grosso. Un gol en el minuto 119 lo merece por sí solo. Si además es bonito, doblemente. Y si sus incursiones por la banda crearon varias ocasiones de gol, su elección ya es obvia.

El gol del día: Fabio Grosso, Alemania 0-1 Italia. Tras el rechace de un córner, Pirlo aguanta el balón hasta que descubre la opción de pase. Era difícil, pero la asistencia llega netamente a Grosso, que la golpea de primeras, con efecto, evitando a Lehmann, mandando a Italia a la final.

Pizzas y crónicas viejas

La Gazzetta saca a relucir la mítica semifinal de 1970, cuando Italia eliminó a Alemania Occidental tras una prórroga antológica que registró cinco goles y que dejó el marcador final en 4-3. Podría también acordarse de la final de 1982, pero prefiere sacar a colación un partido correspondiente a la misma ronda que el que se disputa esta noche en Dortmund. ¿Dortmund? Sí, la ciudad donde Alessandro Del Piero debutó en Champions League el 13 de septiembre de 1995 con una actuación portentosa (un golazo y dos asistencias). Esa es la estrategia italiana: crónicas de partidos viejos, leyendas del fútbol italiano, antiguos triunfos contra los germanos.

El Bild Zeitung ha iniciado una campaña: solicita a sus lectores que dejen de consumir pizza. Están indignados ante lo que consideran una sucia estrategia de Sky Italia, que encontró las imágenes de las que se sirvió la FIFA para sancionar a Torsten Frings. Las presiones llegadas desde la prensa transalpina para que el medio centro defensivo del Werder Bremen no pueda jugar la semifinal de esta tarde han caldeado enormemente el ambiente. En Alemania existe el convencimiento de que Italia se ha salido con la suya. Tienen un motivo más para ganar el partido. Estrategia germana: potenciar la rivalidad.

Pero todos los discursos previos se reducirán a un balón sobre un terreno de juego cuando Benito Archundia señale el inicio de la semifinal. Y dos grandes equipos, uno a cada lado. Alemania, con su empuje habitual decorado con las gotas de talento de Schweinsteiger, Podolski y Ballack. Italia, con una defensa firme y un ataque resolutivo. ¿Quién tendrá el balón? La anfitriona no lo quiso en cuartos contra Argentina. Tampoco el equipo de Lippi lo tuvo contra República Checa, Australia ni Ucrania. Los dos equipos son capaces de dominar el partido, pero piensan que no les conviene. Interesante batalla. Quizá vaya a depender también de la elección final de Klinsmann, que duda entre Kehl y Borowski para sustituir a Frings. El del Dortmund es una opción más prudente y natural, el del Bremen supondría dotar al equipo de una mentalidad netamente ofensiva. Esta vez Lippi tiene claro su equipo: el mismo que goleó en cuartos de final con Matterazzi entrando por Barzagli. ¿Pronóstico? Hace cuatro meses lo teníamos clarísimo. Ahora, tras ser testigos de la clara mejoría de la Mannschaft, debemos moderar el discurso. Pero sólo eso: Italia parece un equipo con más oficio y si Toni y Totti están inspirados pueden hacer mucho daño a los centrales germanos.

Además de los dos triunfos italianos que hoy resalta la prensa transalpina, existen otros dos antecedentes en fases finales mundialistas. Ambos terminaron en empate a cero y corresponden a la primera y a la segunda liguilla de Chile 62 y Argentina 78, respectivamente. Conclusión: Alemania nunca le ha ganado a Italia en una Copa del Mundo.

Probables alineaciones:

Alemania: Lehmann; Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm; Schneider, Kehl, Schweinsteiger; Ballack; Klose, Podolski.

Italia: Buffon; Zambrotta, Cannavaro, Matterazzi, Grosso; Camoranesi, Pirlo, Gattuso, Perrotta; Totti; Toni.

Telegrama desde el IBC: Incluso la camarera que me ha servido el café esta mañana se había pintado la bandera alemana en las mejillas.

lunes, julio 03, 2006

Un Mundial europeo

Por cuarta vez en la historia, los cuatro mejores equipos de un Mundial son europeos. Sucedió en Italia 34 (Alemania, Checoslovaquia, Austria y la anfitriona campeona), Inglaterra 66 (Alemania Occidental, Portugal, la URSS y el triunfador organizador) y en España 82 (Alemania Occidental, Polonia, Francia y la vencedora Italia). Se repite ahora en 2006, en un campeonato que parecía predestinado a una victoria brasileña pero que ha aupado al orden al lugar más alto del podio de las virtudes futbolísticas. Alemania-Italia y Francia-Portugal, excelentes semifinales para un torneo en el que no han aparecido algunos de los cracks más consagrados -básicamente Ronaldinho- y en el que aún no está claro quién será el gran triunfador individual. Todo se decide en tres partidos que se convertirán en clásicos históricos desde el momento en que terminen.

Quedaba reflejar en este blog las impresiones del encuentro más importante que se ha vivido hasta ahora en el campeonato: el soberano baño que le pegó Francia a Brasil, la clase maestra de Zinedine Zidane y el gol de portada de Thierry Henry. Habíamos insistido varias veces en que se le podía ganar a la gran favorita, pero que para ello se requería una actuación perfecta. Y "les bleus" la firmaron. Con una solidez defensiva propia del nivel de sus hombres -serán mayores, pero por algo son titulares en Chelsea, Juventus, Bayern y Lyon-, con el descaro en ataque que aportan Henry y Ribéry y con las gotas de talento, el delicioso manejo de los tiempos, la cartografía impoluta de Zidane. ¿Cómo ha pasado Francia de proyecto de bluff a candidata al título? Los mimbres siempre los ha tenido. Por jugadores está al nivel de las mejores. Es, de hecho, de las mejores. Las dudas de Domenech, el constante cambio de sistema y el estilo indefinido disfrazaron de mediocre a un equipo temible. Además, la elección final del 4-2-3-1 con Vieira-Makélélé en el doble pivote es mucho más adecuada para medirse a rivales que teóricamente te van a dominar que para llevar la iniciativa. Por eso, contra Suiza y Corea, faltaba fluidez. Por eso mejoró el equipo con un 4-4-2 ante Togo, con los dos hombres de banda más retrasados y con Henry bajando a recibir. Y por eso el dispositivo que había fracasado en los dos primeros partidos se convirtió en la panacea contra España y Brasil. El rival no encuentra espacios y los extremos salen con velocidad y se intercambian la posición con el delantero para desorientar a los centrales. Aunque ahora la pregunta es: ¿cómo planteará Domenech el partido ante Portugal? A diferencia de los cruces anteriores, su equipo parte como favorito. Y en una hipotética final, tanto Italia como Alemania han mostrado un estilo contragolpeador en numerosas fases del torneo. De la decisión del criticado entrenador galo puede depender el éxito de Francia.

Algunas líneas sobre el fracaso de Inglaterra. Eriksson se va sin haber sacado rendimiento de una plantilla inmensa, la mejor de los "pross" en las últimas décadas. Se podrá decir, y con razón, que todo le ha salido mal. Se le lesionó Owen, Rooney no llegó en condiciones y luego fue expulsado en un momento crítico, Beckham tuvo que abandonar el campo en la segunda parte contra Portugal... Pero en el debe del sueco hay que apuntar también algunos detalles: nunca supo encajar a sus estrellas, llegó al Mundial sin tener claro cómo liberar a Lampard y a Gerrard del trabajo defensivo y luego dudó entre un pivote creativo -Carrick- y otro destructivo -Hargreaves-. Se llevó a Walcott para apuntarse una medalla. Bien, podemos hasta aceptar que podía correr el riesgo de traerle para que el chaval viviera la experiencia, ya que también Wayne Bridge estaba en la convocatoria y no ha jugado un solo minuto. Pero lo que no se puede comprender es que no convocara a un quinto delantero. Si los dos titulares estaban tocados y no confiaba en el cuarto para una cita tan importante, ¿por qué dejó fuera a Defoe? Su respuesta: porque no es suficientemente bueno. Ni él, ni Darren Bent, ni Andy Johnson, ni James Beattie. Y así se ha visto Inglaterra: mandando balones largos a Peter Crouch. Un triste final para un equipo capacitado para jugar mucho mejor y para llegar bastante más lejos.

El podio que nos faltaba:

El hombre del día: Zinedine Zidane. Detalles de crack mundial, manejo de los tiempos, él eligió la música que bailaron los demás. Lanzó además la falta que terminó en un gol histórico: no sólo porque eliminó a Brasil, también por ser el primero que Henry marca a pase suyo.

El gol del día: Thierry Henry, Francia 1-0 Brasil. Tras el servicio de Zidane, el crack del Arsenal se desmarca para poder rematar completamente sólo, deslizándose en el aire, a escasos metros de Dida.

El menú del día: Descanso.

Telegrama desde el IBC: Un carajillo de coñac cuesta 6,5 euros en el bar del hotel. Más que una lasaña en el restaurante italiano de enfrente.

sábado, julio 01, 2006

Partidos que cambian una imagen

Cuartos de final de un campeonato del mundo. Puede ser que tras noventa minutos de fútbol ya no seas el mismo. Puede ser que el villano se convierta en héroe. Puede ser que el hombre respetado tenga que salir corriendo ante la tormenta de críticas. Lo vimos ayer en un Alemania-Argentina que ya forma parte de la historia del fútbol. Incluso los partidarios de Oliver Kahn reconocen hoy el mérito de Jens Lehmann y su papel decisivo en la clasificación de la Mannschaft para las semifinales. Hasta aquellos que celebraban todas las elecciones de Pékerman no comprendieron su sustitución de Riquelme ni su preferencia por Cruz por delante de Messi y aplauden ahora su dimisión. No importa lo que hayas hecho antes. Por aquel partido serás recordado.

Alemania decidió entregar el balón a Argentina y salir al contragolpe. La posesión fue escandalosamente albiceleste, pero la única ocasión clara llegó en un cabezazo de Ballack. El gol de Ayala cambió por completo el decorado. Y una vez más, cuando los de Klinsmann necesitaron un tanto, lo encontraron. Fue en un fenomenal servicio del capitán que prolongó con gran habilidad Tim Borowski y que remató con maestría Miros Klose -son ya diez goles en la historia de los Mundiales-. En la tanda de penaltis emergió la figura colosal de un Lehmann que se crece en los grandes momentos y Klinsmann respiró aliviado. Pase lo que pase, ya ha cumplido. Nadie quería entrenar a esta Alemania temiendo un fracaso antológico. Klinsi, como le llaman aquí, fue valiente y ahora saborea el éxito. Todo lo contrario que un Pékerman forzado a marcharse por lo incomprensible de sus extrañas decisiones.

Otro a quien el Mundial podía cambiar la imagen era Luca Toni. De poco servirían sus ochenta goles en tres temporadas si llegaba a la gran cita y no rendía. Tampoco nadie recordaría sus excelentes movimientos, su trabajo admirable. Sería su cero rotundo el que le acompañaría para siempre. Pero ayer ante Ucrania se desbloqueó. Metió la cabeza agachándose y el planeta contempló aquel gesto que la Serie A ya conoce de memoria. Zambrotta -inmenso partido el suyo- le sirvió luego el 3-0 y Lippi pudo hasta recuperar psicológicamente a Zaccardo, cuyo torneo parecía haber terminado tras su autogol ante Estados Unidos. Con el cambio se registró además un dato histórico: cuatro jugadores del Palermo -Grosso, Barzagli, Barone y Zaccardo- coincidieron en el once italiano que acabó un partido de cuartos de final de un Mundial. Italia piensa ya en una semifinal espectacular contra Alemania. Con la moral al máximo porque, además de volver a demostrar su practicidad, ayer su mejor delantero recuperó la pegada.

El hombre del día: Jens Lehmann. Dos paradas en la tanda de penaltis decidieron el partido más difícil que ha tenido hasta ahora el anfitrión. Todas las portadas de la prensa alemana son para él.

El gol del día: Miroslav Klose, Alemania 1-1 Argentina. Jugada fantástica para demostrar que también las acciones directas pueden ser muy bellas. Centro preciso de Ballack, prolongación perfecta de Borowski y remate exacto de Klose.

El menú del día:

Inglaterra-Portugal, Gelsenkirshen, Arena AufSchalke, 17:00
Con el recuerdo de los cuartos de final de la pasada Eurocopa, donde el equipo de Scolari derrotó al de Eriksson en la tanda de penaltis, Inglaterra y Portugal se miden en un choque de estilos apasionante. Cristiano Ronaldo y Frank Lampard llegan tocados al partido, pero se hará lo posible para que ambos estén. Hargreaves podría ser hoy el medio centro defensivo tras la recuperación de Gary Neville, por lo que Michael Carrick se quedaría en el banquillo pese a que Mourinho le señaló como el hombre clave de los "pross". En la escuadra lusa, Petit y Tiago deberían entrar por los sancionados Costinha y Deco, mientras que Simao sería el recambio del mediático extremo de Madeira. Existen dos precedentes mundialistas de este duelo: un triunfo inglés por 2-1 en las semifinales del 66 y una victoria portuguesa en la primera ronda del 86.

Alineaciones confirmadas:

Inglaterra: Robinson; Neville, Ferdinand, Terry, A.Cole; Hargreaves; Beckham, Lampard, Gerrard, J.Cole; Rooney.

Portugal: Ricardo; Miguel, Carvalho, F.Meira, N.Valente; Maniche, Petit; Cristiano Ronaldo, Tiago, Figo; Pauleta.

Brasil-Francia, Frankfurt, Waldstadion, 21:00
Poco más se puede pedir a un partido de cuartos de final de un Mundial. Los dos últimos campeones frente a frente. Reedición de la final del 98, con varios de los protagonistas de aquella noche de Saint-Denis sobre el campo. El equipo de la fantasía contra el bloque físico. Ronaldinho contra Zidane, Ronaldo contra Henry. El favorito que puede salvar el honor sudamericano, el aspirante que pretende convertir las semifinales en una cuestión exclusivamente europea. Primer escollo exigente para una selección que ha ido avanzando sobrada, nuevo match-ball para una generación brillante que se resiste a morir. Espectáculo puro, cita de videoteca, encuentro que paralizará el mundo. Jugarán los mismos que en octavos de final, aunque en Brasil podría tener cabida Gilberto Silva por los problemas físicos de Emerson. Además del 3-0 del 98, existen otros dos precedentes mundialistas: la victoria de Francia por penaltis tras el 1-1 de los cuartos de final de México 86 y la goleada canarinha por 5-2 en las semifinales de Suecia 58.

Alineaciones probables:

Brasil: Dida; Cafú, Juan, Lucio, Roberto Carlos; Gilberto Silva, Zé Roberto; Kaká, Ronaldinho; Ronaldo y Adriano.

Francia: Barthez; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Vieira, Makélélé; Ribéry, Zidane, Malouda; Henry.

Telegrama desde el IBC: Ni los lamentables "noodles" -una comida rarísima que aquí forma parte de la dieta diaria- van a estropear una tarde de fútbol memorable.