Cuartos de final de un campeonato del mundo. Puede ser que tras noventa minutos de fútbol ya no seas el mismo. Puede ser que el villano se convierta en héroe. Puede ser que el hombre respetado tenga que salir corriendo ante la tormenta de críticas. Lo vimos ayer en un Alemania-Argentina que ya forma parte de la historia del fútbol. Incluso los partidarios de Oliver Kahn reconocen hoy el mérito de Jens Lehmann y su papel decisivo en la clasificación de la Mannschaft para las semifinales. Hasta aquellos que celebraban todas las elecciones de Pékerman no comprendieron su sustitución de Riquelme ni su preferencia por Cruz por delante de Messi y aplauden ahora su dimisión. No importa lo que hayas hecho antes. Por aquel partido serás recordado.
Alemania decidió entregar el balón a Argentina y salir al contragolpe. La posesión fue escandalosamente albiceleste, pero la única ocasión clara llegó en un cabezazo de Ballack. El gol de Ayala cambió por completo el decorado. Y una vez más, cuando los de Klinsmann necesitaron un tanto, lo encontraron. Fue en un fenomenal servicio del capitán que prolongó con gran habilidad Tim Borowski y que remató con maestría Miros Klose -son ya diez goles en la historia de los Mundiales-. En la tanda de penaltis emergió la figura colosal de un Lehmann que se crece en los grandes momentos y Klinsmann respiró aliviado. Pase lo que pase, ya ha cumplido. Nadie quería entrenar a esta Alemania temiendo un fracaso antológico. Klinsi, como le llaman aquí, fue valiente y ahora saborea el éxito. Todo lo contrario que un Pékerman forzado a marcharse por lo incomprensible de sus extrañas decisiones.
Otro a quien el Mundial podía cambiar la imagen era Luca Toni. De poco servirían sus ochenta goles en tres temporadas si llegaba a la gran cita y no rendía. Tampoco nadie recordaría sus excelentes movimientos, su trabajo admirable. Sería su cero rotundo el que le acompañaría para siempre. Pero ayer ante Ucrania se desbloqueó. Metió la cabeza agachándose y el planeta contempló aquel gesto que la Serie A ya conoce de memoria. Zambrotta -inmenso partido el suyo- le sirvió luego el 3-0 y Lippi pudo hasta recuperar psicológicamente a Zaccardo, cuyo torneo parecía haber terminado tras su autogol ante Estados Unidos. Con el cambio se registró además un dato histórico: cuatro jugadores del Palermo -Grosso, Barzagli, Barone y Zaccardo- coincidieron en el once italiano que acabó un partido de cuartos de final de un Mundial. Italia piensa ya en una semifinal espectacular contra Alemania. Con la moral al máximo porque, además de volver a demostrar su practicidad, ayer su mejor delantero recuperó la pegada.
El hombre del día: Jens Lehmann. Dos paradas en la tanda de penaltis decidieron el partido más difícil que ha tenido hasta ahora el anfitrión. Todas las portadas de la prensa alemana son para él.
El gol del día: Miroslav Klose, Alemania 1-1 Argentina. Jugada fantástica para demostrar que también las acciones directas pueden ser muy bellas. Centro preciso de Ballack, prolongación perfecta de Borowski y remate exacto de Klose.
El menú del día:
Inglaterra-Portugal, Gelsenkirshen, Arena AufSchalke, 17:00
Con el recuerdo de los cuartos de final de la pasada Eurocopa, donde el equipo de Scolari derrotó al de Eriksson en la tanda de penaltis, Inglaterra y Portugal se miden en un choque de estilos apasionante. Cristiano Ronaldo y Frank Lampard llegan tocados al partido, pero se hará lo posible para que ambos estén. Hargreaves podría ser hoy el medio centro defensivo tras la recuperación de Gary Neville, por lo que Michael Carrick se quedaría en el banquillo pese a que
Mourinho le señaló como el hombre clave de los "pross". En la escuadra lusa, Petit y Tiago deberían entrar por los sancionados Costinha y Deco, mientras que Simao sería el recambio del mediático extremo de Madeira. Existen dos precedentes mundialistas de este duelo: un triunfo inglés por 2-1 en las semifinales del 66 y una victoria portuguesa en la primera ronda del 86.
Alineaciones confirmadas:
Inglaterra: Robinson; Neville, Ferdinand, Terry, A.Cole; Hargreaves; Beckham, Lampard, Gerrard, J.Cole; Rooney.
Portugal: Ricardo; Miguel, Carvalho, F.Meira, N.Valente; Maniche, Petit; Cristiano Ronaldo, Tiago, Figo; Pauleta.
Brasil-Francia, Frankfurt, Waldstadion, 21:00
Poco más se puede pedir a un partido de cuartos de final de un Mundial. Los dos últimos campeones frente a frente. Reedición de la final del 98, con varios de los protagonistas de aquella noche de Saint-Denis sobre el campo. El equipo de la fantasía contra el bloque físico. Ronaldinho contra Zidane, Ronaldo contra Henry. El favorito que puede salvar el honor sudamericano, el aspirante que pretende convertir las semifinales en una cuestión exclusivamente europea. Primer escollo exigente para una selección que ha ido avanzando sobrada, nuevo match-ball para una generación brillante que se resiste a morir. Espectáculo puro, cita de videoteca, encuentro que paralizará el mundo. Jugarán los mismos que en octavos de final, aunque en Brasil podría tener cabida Gilberto Silva por los problemas físicos de Emerson. Además del 3-0 del 98, existen otros dos precedentes mundialistas: la victoria de Francia por penaltis tras el 1-1 de los cuartos de final de México 86 y la goleada canarinha por 5-2 en las semifinales de Suecia 58.
Alineaciones probables:
Brasil: Dida; Cafú, Juan, Lucio, Roberto Carlos; Gilberto Silva, Zé Roberto; Kaká, Ronaldinho; Ronaldo y Adriano.
Francia: Barthez; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Vieira, Makélélé; Ribéry, Zidane, Malouda; Henry.
Telegrama desde el IBC: Ni los lamentables "noodles" -una comida rarísima que aquí forma parte de la dieta diaria- van a estropear una tarde de fútbol memorable.