El último día que no jugó Frank

Domingo, 30 de septiembre de 2001. En Craven Cottage se disputaba un derbi: Fulham-Chelsea. Es siempre un partido muy esperado, sobretodo para los hinchas locales, condenados muchos años a jugar unas cuantas categorías por debajo de su vecino rico. Pero ese partido finalmente habrá pasado a la historia por un hecho al que en ese momento no se le dio mucha importancia. No estaba Frank Lampard, ese prometedor centrocampista recién fichado del West Ham United. Había sido expulsado en el último minuto del partido de la quinta jornada ante el Tottenham y cumplía sanción. Sin él, el derbi terminó 1-1. Hayles marcó para el Fulham y Hasselbaink lo hizo para el Chelsea. Aunque eso ya no es muy trascendente.

Cuatro años y un mes más tarde, ese sigue siendo el último partido que no ha jugado Frank Lampard en la Premier. Y el único en el que no ha actuado desde que fichó por el Chelsea. Ni lesiones, ni sanciones (sólo le han expulsado una vez en sus 310 partidos de liga inglesa) ni decisiones tácticas (es que además sólo en cuatro ocasiones empezó en el banquillo como "blue") le han apartado de ese gran espectáculo semanal que es esta competición seguida en el mundo entero. Los que somos ya unos habituales de pasar los fines de semana enganchados al programa de partidos que nos tienen preparados los ingleses, hemos compartido muchas horas con Frank Lampard. Van ya 157 apariciones consecutivas. A sólo dos de igualar el récord de David James, aunque como dice Mourinho, para un portero es más fácil. José también dijo que su centrocampista talismán es ahora mismo el mejor jugador del mundo. Todo es opinable, pero cualquier aficionado que le haya seguido todas las semanas estas tres últimas temporadas coincidirá en que, si no es real la afirmación del técnico portugués, al menos se le acerca. Su dimensión de futbolista total, completísimo y multiusos, es lo que le convierte ahora mismo en una referencia a escala planetaria. Dice Mou: "Su labor defensiva es increíble, puede pasar el balón en largo y en corto, puede marcar goles desde lejos... No sé cómo podría mejorar porque ahora mismo es el mejor. Hay otros grandes jugadores que hacen un partidazo una vez al mes, pero Frank es el mejor en todos los partidos que juega. No sé qué hacen los fines de semana esa gente que decide los premios mundiales, porque sólo los ingleses valoran qué gran jugador es". Si encima ya es el máximo goleador de la Premier, como ahora, es para empezar a hacer campaña por su candidatura al Balón de Oro. ¡Corresponsales de France Football, si nunca leéis esto, por favor, votad a Lampard!

El último día que no jugó Frank, los dos clubes dominantes del fútbol inglés eran el Arsenal y el Manchester United. El Chelsea soñaba con pelearles el título, sólo esto. Cómo han cambiado las cosas: hoy son estos dos los que sueñan con poder acercarse a él. El último día que no jugó Frank, el West Ham aún lloraba su marcha y empezaba a frotarse los ojos recordando lo que tenían la temporada anterior. Un centro del campo con Lampard, Joe Cole y Michael Carrick, con Rio Ferdinand de central y un tal Jermain Defoe empezando a asomar la cabeza desde la cantera. No superaron el golpe, descendieron y afortunadamente hoy vuelven a estar entre los grandes. El último día que no jugó Frank, el Derby County y el Ipswich Town estaban en la Premier League y Hasselbaink era el máximo goleador. El último día que no jugó Frank, no era un fijo para la selección inglesa. Hoy es la gran esperanza de un país que sueña con su segundo mundial.

Noruega busca campeón

Hay una generación de aficionados al fútbol en Noruega que sólo han conocido un campeón. Para ellos, nunca ha habido misterio acerca del ganador de la liga. Durante trece años, siempre ha sido el mismo: el Rosenborg de Trondheim. Hasta mañana, que terminará su reinado y se coronará a un sucesor. Aunque la emoción es máxima y hay una enorme expectación por conocer al primer campeón distinto desde 1991 -cuando el Viking ganó la última liga antes del dominio blanquinegro-, también se ha generado cierta decepción por el nivel que están mostrando los dos candidatos en las últimas jornadas. Parece como si les diera miedo ganar el título.

El Start y el Valerenga llegan a la última jornada empatados a 45 puntos. Los primeros tienen una diferencia de un gol (+14) respecto a los segundos (+13). Tienen partidos ante equipos de la zona baja, aunque con distinto grado de motivación. El Start recibe al Fredrikstad, antepenúltimo y en zona de promoción. Necesita la victoria para asegurarse no caer en el descenso directo y para optar a la salvación matemática con una carambola. En cambio, el Valerenga visita al Odd Grenland, noveno (hay catorce equipos) y ya sin nada que jugarse. Todo mañana a las seis. Prometo dar el nombre del campeón en el tren de las ocho y media en el Tiempo de Juego.

El Start, que es del pueblo sureño de Kristiansand, ganó sus dos títulos de liga en 1978 y 1980. Se ha convertido en la gran sensación de la temporada, ya que es un recién ascendido y ha ocupado el primer puesto durante casi toda la liga. Ahora mismo es uno de los equipos que más jugadores aporta a la selección y algunos han sido seguidos por grandes clubes europeos, como Alex Valencia, Kristofer Haestad -siete veces internacional a sus 21 años- o Fredrik Stromstad. Parece que la presión les ha afectado, ya que han sumado sólo cuatro puntos en las últimas cinco jornadas. Eso sí, con una victoria importantísima 3-0 ante el Valerenga.

Y precisamente el Valerenga de Oslo todavía anda peor: dos puntos sobre quince y ningún gol a favor. La semana pasada perdieron 0-2 ante el campeón y algunos periódicos escribieron: "El Rosenborg demostró que sigue siendo el mejor equipo de Noruega, pero mientrastanto le prestará el título al Start o al Valerenga". Por plantilla y por nombres, el equipo capitalino debería ser favorito: cuenta con los clásicos de la selección Tore André Flo y Steffen Iversen, así como con jugadores experimentados -Mabizela, Hoseth-. Su último título, de los cuatro que tiene, fue en 1984.

Y lo del Rosenborg sigue siendo un misterio. Vimos ante el Madrid que si bien no se puede medir a los grandes de Europa, tiene un equipo muy digno, con gente de calidad -Braaten, Skjelbred, Solli...-. Una plantilla para haber, como mínimo, luchado por un decimocuarto título. Mañana en Trondheim el Rosenborg-Tromso tendrá sabor a despedida. La de un dominio insultante que llegó a su fin. Y al mismo tiempo, la locura se desatará en Oslo o en Kristiansand. Que gane el mejor.

Así sí, Roma

¡Qué partidazo el Inter-Roma! Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto viendo un encuentro de la Serie A. Ha tenido de todo. Golazos de aquellos que recordaremos dentro de siete meses como los mejores de la temporada, ritmo, intensidad, emoción, polémica... Ha respondido a su etiqueta de clásico y al nombre de los contendientes mucho más que al contexto en el que se enmarcaba. De hecho yo lo presenté en el Tiempo de Juego como un gran choque descafeinado por el mal momento de la Roma. Pero el equipo de Spalleti nos regaló su mejor actuación de la temporada y bordó el fútbol de contragolpe. Jugando así, la cuarta plaza no es una quimera. Pero ya no lo era en teoría la temporada pasada y acabaron muy lejos.

El Inter llevó la iniciativa del choque desde el principio, pero la Roma salía con mucha velocidad y precisión. "Il aeroplanino" Montella acabó con su sequía culminando una contra de Taddei. Con 0-1 el partido se ponía precioso. Y lo fue. Mancini y el propio Vincenzo tuvieron el 0-2 en sus botas, pero fue Totti con su obra de arte el que lo convirtió. ¡Qué vaselina estratosférica! ¡Qué toque, qué suavidad! Un equipo con un jugador como este no puede deambular por la zona media. Ni puede ni debe, porque tiene mimbres para estar más arriba. Con el 0-3 gracias el piscinazo de Montella, no se le podía escapar el partido, pero a punto estuvo. Salió otro genio, Adriano, este menos delicado, más arrollador. Su lanzamiento de falta fue de manual y nos regaló un final de partido que ya no esperábamos. El portero brasileño Doni -¡tres grandes de Italia tienen ahora guardametas del país del "jogo bonito"!- entregó al rival un balón que ya había blocado y la emoción se convirtió en tensión máxima. La Roma se tambaleaba, estaba retrasadísima, pero al Inter le faltó puntería y un poco de suerte. Y ahora los de Mancini ya están a nueve puntos de esta Juve imparable. Está claro que siguen siendo los menos fiables del triángulo de candidatos al título.

El resto de la jornada italiana nos dejó otro triunfo de los de Capello -que supone un nuevo récord en un inicio de temporada-, que volvieron a ofrecer un partido poco vistoso pero resolvieron con Trezeguet y Mutu. O la remontada del Milan con dos goles de gran rematador de Alberto Gilardino. O otra "doppietta" de Luca Toni, que lleva once tantos en nueve partidos. Vaya problemón para Lippi, elegir a un delantero centro para ser el titular de la selección. Aunque a día de hoy la opción lógica es la del ariete de la Fiorentina. El Palermo recuperó el gusto del triunfo con un 3-0 claro al Lecce, con golazos de Bonanni y, sobretodo, Mutarelli. El Treviso ganó por fin y deja a dos isleños, Cagliari y Messina, como únicos equipos sin victoria. Esta temporada hay muchos menos puntos en la zona baja que el año pasado. Parece que no volveremos a ver a un colista con 35 ni a equipos descendidos con más de 40.

Y es obligado hablar de la eliminación del Chelsea de la Copa de la Liga. Leíamos en los periódicos de la mañana que la intención del club era ganar los cuatro títulos posibles, como ya querían la temporada pasada. No podrá ser. Mourinho sacó un equipo muy decente e incluso introdujo a Lampard y a Drogba en el segundo tiempo cuando se le complicó el encuentro. Esta vez falló la puntería: 23 disparos, 9 de ellos a puerta y el meta Anderson convertido en héroe. Sobretodo cuando le paró el penalti a Huth en la tanda y clasificó al Charlton para la siguiente ronda. Allí también estará el Manchester United, que goleó 4-1 al Barnet con un equipo lleno de jóvenes y suplentes. Como el Arsenal, ellos también podrán decir que, al menos en una competición, están mejor que el Chelsea.

En la Carling tampoco

Sigue el horrible inicio de temporada del Liverpool en las competiciones domésticas. El equipo de Rafa Benítez perdió 2-1 ayer en Selhurst Park en la tercera ronda de la Carling Cup -o Copa de la Liga-, lo que en realidad era el primer partido para los equipos que juegan en competición europea. Lo hizo ante un equipo de segunda división, el Crystal Palace. Un recién descendido, es cierto, pero un equipo de categoría inferior. Y no, no tiró el partido. No hay más que ver la alineación: Carson; Raven, Whitbread, Hyypia, Warnock; Potter, Hamann, Gerrard, Kewell; Crouch y Morientes. Con algunos cambios, sí, pero con siete jugadores que pueden considerarse titulares. Y con Steven Gerrard volviendo tras su lesión con la selección. No lo habría puesto Benítez si no hubiese tenido muchas ganas de pasar la eliminatoria, dar un golpe en la mesa y responder a las críticas. Esa era la intención, borrar la lamentable actuación del campo del Fulham por la que incluso criticó públicamente a sus futbolistas. Nada de eso: otro batacazo que se suma a la lista y mucho trabajo por hacer.

No nos engañemos: la Carling es una competición menor. Está muy por debajo de la FA Cup y los grandes la utilizan para probar a jóvenes jugadores. Pero nadie quiere perder. Muchos equipos medianos encuentran aquí la única oportunidad de ganar algún trofeo y ellos sí forman con sus mejores onces: fue ayer el caso del Blackburn, que goleó 3-0 al Leeds, o del Aston Villa, que se vengó con un 1-0 de un Burnley que le había eliminado la temporada anterior. O de un West Brom que ganó 2-3 en la prórroga en el campo del Fulham con un golazo por la escuadra del japonés Junichi Inamoto. Ellos van a por la victoria final. Los grandes saben que ni este título salvaría una mala temporada. Pero las derrotas ante modestos duelen, sobretodo cuando ya se está tocado. Por eso la derrota del Liverpool tiene trascendencia. Como la tiene que Crouch y Morientes, discutidísimos en las últimas semanas, se hayan vuelto a quedar sin marcar. El español recibirá otra vez muchas críticas por haber fallado dos claras oportunidades. Aunque Benítez disculpó esta vez a los jugadores y destacó que se habían creado ocasiones y se había trabajado duro. "Perdimos porque cometimos errores en defensa y porque no convertimos las posibilidades de gol que generamos", dijo. Errores impropios de equipos ganadores, y este Liverpool está muy lejos de dominar el fútbol inglés. De hecho, no ha ganado ni un sólo partido fuera de Anfield en lo que va de temporada. Salvo en Europa, claro.

El otro grande que jugó ayer por la noche fue el Arsenal. Wenger continuó con su política de formar con onces experimentales y dar minutos a los chicos de la cantera para ver cómo se comportan ante futbolistas profesionales. Aunque esta vez reforzó bastante el equipo con jugadores consolidados, por lo que su once inicial fue un híbrido: Almunia; Senderos, Campbell, Cygan; Eboué, Muamba, Song, Larsson; Owusu-Abeyie, Lupoli y van Persie. El holandés fue la estrella del choque con dos goles, uno de ellos de penalti. El marfileño Eboué abrió la cuenta con un golazo y el 0-3 final da argumentos a Wenger para seguir creyendo que su proyecto basado en la juventud tiene mucho futuro. Quizá no a corto plazo, pero el francés tiene preparada una generación muy interesante.

Aunque el resultado más llamativo de la noche lo encontramos en Alemania, en la Copa. El Schalke 04, invicto en la Bundesliga, cayó estrepitosamente 6-0 en el campo del Eintracht de Frankfurt. Un resultado inexplicable, sobretodo si tenemos en cuenta que jugó con un once claramente titular, mucho más que los dos equipos ingleses que hemos analizado: Rost; Rafinha, Bordón, Waldoch, Kobiashvili; Poulsen, Altintop, Bajramovic; Lincoln; Kuranyi y Sand. Por cierto, uno de los seis goles lo marcó el español Copado, ex del Mallorca (95-98).

Ah, y el Lyon quedó eliminado de la Copa de la Liga francesa ante el Nantes por penaltis tras un 1-1. Aunque sea de esta forma y en una competición menor, que pierda el supercampeón francés siempre es noticia.

La vuelta de Superpippo

De todos los detalles que nos dejó la jornada italiana quiero resaltar el gol de Filippo Inzaghi. Este delantero centro tiene mucho menos glamour que los Shevchenko, Totti, Vieri o Del Piero, pero ha sido sin lugar a dudas un jugador importantísimo dentro del fútbol italiano en los últimos diez años. Lo demuestran sus 48 internacionalidades -con 22 goles-, su papel protagonista en los dos clubes dominantes de la época -Juventus y Milan- y su cifra de 114 tantos en Serie A. Las lesiones le habían apartado de los terrenos de juego durante gran parte de la temporada pasada y de la anterior. Y casi nos habíamos olvidado de él. Creíamos que los delanteros rossoneros eran simplemente Sheva, Vieri y Gilardino. Pero el domingo volvió a la titularidad y, lo más importante, a marcar. No lo conseguía desde el 29 de septiembre del 2004, hace más de doce meses, en un Milan-Celtic de Champions. En liga, su último gol se remontaba al 7 de marzo de ese mismo año ante la Sampdoria. San Siro celebró la vuelta de un ídolo y Pippo gritó el gol con rabia y se abrazó a su entrenador. No sólo fue un tanto emotivo, sino que además fue muy importante. Desequilibró un partido que se había puesto muy complicado y permitió al Milan seguir a cinco puntos de una Juve que amenazaba con escaparse.

Inzaghi no es un futbolista estético, pero representa muchos de los valores del fútbol italiano. Tiene raza, pundonor y hambre. Es un buen rematador, acostumbrado a convivir con las exigencias del Calcio: habrá pocas oportunidades y por lo tanto hay que ser efectivo. Su gol ante el Palermo le define. Siguió la jugada, se posicionó donde debía y se lanzó con todo para cabecear el excelente centro de Jankulovski. Este tipo de jugadores gustan mucho en Italia y seguro que Pippo tendrá su lugar en la historia. No olvidemos que fue el máximo goleador del equipo con 10 tantos en la Champions que ganaron en Manchester el 2003. Y que muchos otros jugadores han pasado por la delantera de los grandes de Italia fracasando en el intento. Él lleva nueve temporadas en la elite máxima. Antes había estado en el Piacenza de su ciudad natal y en Albinoleffe, Verona, Parma y Atalanta. A sus 32 años tiene complicado volver a la selección, a la que no acude desde octubre del 2003. Por la gran generación de delanteros que está emergiendo últimamente -Toni, Gilardino, Iaquinta, Caracciolo...- y porque la competencia en su club será terrible. Sheva es insustituible y el otro puesto parece que irá rotando hasta que Alberto se afiance en el equipo y se convierta en la gran referencia milanista que está llamado a ser. Pero aunque no haya verano alemán para Pippo, seguro que todavía nos quedan por ver muchas celebraciones llenas de pasión de este "nueve" extraordinario que ha sido uno de los estandartes de su generación.

El empate de Goodison y la pareja del Westfalen

Pues sí, tenía no sé si la intuición o más bien el deseo de que el Everton-Chelsea iba a ser un partido emocionante, de que los "toffees" iban a reaccionar ante el dominador absoluto del campeonato. Era un poco lo que necesitaban, salir a jugar un partido sin la presión de tener que llevar la iniciativa y sin el favoritismo teórico que les daba su cuarto puesto del año pasado y que les ha pesado tanto. Hoy no tenían nada que perder, todo el mundo esperaba una victoria clara del equipo de Mourinho, así que los de Moyes lucharon y se parecieron a ese equipo con tanto espíritu que logró la hazaña en la 2004-2005. Claro que lo más normal habría sido que por mucha resistencia que opusiera el Everton, el Chelsea se hubiese llevado el encuentro. Pero no, el partido de Goodison abre una puerta a la esperanza. No me refiero ni a la del Manchester United ni a la del Arsenal, que para eso queda mucho... Estoy hablando de la emoción, de poder divertirnos viendo la Premier cada semana. Como siempre habíamos hecho. Y como vamos a seguir haciendo.

El Chelsea llegaba al entrañable Goodison Park crecidísimo. Mourinho acababa de decir que esperaba ser campeón virtualmente el Boxing Day (26 de diciembre) y que ello sería posible si se ganaban los siguientes nueve partidos. Desde el club se señalaba que el proyecto del Chelsea aspiraba a dominar el fútbol los próximos cien años. Declaraciones ciertamente prepotentes, pero no olvidemos que en este deporte se juega mucho con la cuestión psicológica y que por lo tanto hay que ubicarlas en este contexto. Moyes, elegido mejor entrenador de la Premier dos de las últimas tres temporadas, optó esta vez por James Beattie. Diría yo que ya era hora, aunque no me atrevo a discutirle nada a este técnico prodigioso. El ex delantero del Southampton da mucho juego y se ha especializado en marcarle goles a los "blues". Es difícil de marcar por su corpulencia y además tiene un gran disparo. Goleador como es, creo que el Everton, con los problemas que tiene de cara a portería, no puede permitirse el lujo de prescindir de él. Aunque es cierto que desde que llegó ha demostrado muy poco. Quizá a partir de ahora las cosas empiecen a cambiar. Es difícil decir que un tanto de penalti es un golazo, pero su transformación fue inmejorable. La primera parte había sido igualada, y si el Everton no había sido mejor que el Chelsea tampoco se podía considerar el resultado como injusto. Había partido.

La máquina del Chelsea se dejó ver en el segundo tiempo y Frank Lampard dio más argumentos a France Football y a los seleccionadores del mundo para que le voten en el Balón de Oro y en el FIFA World Player. Su disparo fue prodigioso, con la potencia y el efecto precisos. Imposible para un muy buen portero como es Martyn, que será mayor pero no veo por qué no podría ser el suplente de Robinson en la selección. A partir del empate el Chelsea fue mejor, pero el Everton resistió y se llevó un premio que debe cambiar su temporada. Dos jugadas polémicas fueron muy protestadas, una por cada técnico. Mourinho se quejó con razón del gol anulado a Drogba y llegó a decir que sentía que su equipo había ganado porque había marcado un tanto más que el rival. Eso sí me parece incorrecto, porque la semana pasada la no expulsión de Essien le favoreció y no dijo nada al respecto. Moyes vio penalti en unas manos de Terry que parecieron más dudosas y lo soltó como argumento de que su equipo pudo ganar. Al final el empate me pareció justo. Estuvo más cerca el Chelsea de la victoria, pero el trabajo del Everton merecía su premio.

Casi a la misma hora, en Dortmund se jugaba un Borussia-Hamburgo. Le presté mucha menos atención, pero no quiero dejar escapar un detalle. Nuri Sahin, el sub-17 turco del que tanto hemos hablado aquí, formó centro del campo junto a Tomas Rosicky en el equipo titular. En el minuto cuatro hicieron una pared preciosa, con el turco devolviéndole el balón al checo de tacón al primer toque. En ese momento pensé que el Dortmund disponía en estos momentos de una conexión de mucho talento, de una pareja que justificaba ver los partidos de su equipo cada semana. Me alegro por un club bastante simpático que llena un estadio de casi 80.000 espectadores cada semana y que por lo tanto suele ser el que tiene mayor afluencia de público de todo el fútbol europeo. Incluso cuando están en mitad de la tabla. Para una afición tan fiel les llega el premio de poder disfrutar de dos futbolistas de una calidad impresionante.

Una Premier de locos

Bienvenidos a la jornada de la locura en la Premier. Es de locos lo que quisieron hacer Robert Pires y Thierry Henry, probablemente los dos jugadores más grandes del Arsenal en la última década, en ese penalti ya más famoso que cualquier gol que se haya visto en toda la tarde. Es de locos que en un mes y medio hayamos visto dos penas máximas que terminen en falta en contra del lanzador -aunque aquí la responsabilidad no es sólo de la Premier. Es de locos que Sven Goran Eriksson elija ver un Fulham-Liverpool en el que el único inglés titular era Jamie Carragher. Es de locos que el campeón de Europa sea el duodécimo en la clasificación de su liga y el segundo equipo menos goleador. Es de locos que el Wigan Athletic, un equipo que nunca había estado en la máxima categoría y que tiene una plantilla muy limitada, tenga los mismos puntos que el segundo. Es de locos que el Charlton, que tampoco es nada del otro mundo, haya ganado todos los partidos que ha jugado como visitante. Es de locos que el Manchester United haya sacado dos puntos en sus últimos tres partidos en Old Trafford, antaño un campo temible. Es de locos que a las cuatro de la tarde de un sábado sólo tengamos cuatro partidos en directo de la Premier. Y es de locos que yo espere con mucha ilusión el Everton-Chelsea de mañana, como si el partido fuera a ser interesante, incierto y disputado.

La mala pinta del Loko

Sí, hubo jornada de Champions, pero cualquier artículo que se me ocurriese sería repetitivo. Fue un poco "más de lo mismo". Más de ese Chelsea espectacular sin rival aparente, más de ese Beckham decisivo, más de ese Artmedia sorprendente, más del gran Juninho -al que, ahora que lo pienso, no le he dedicado ningún artículo, tomo nota-. Así que voy a hablar del Lokomotiv de Moscú, de las sensaciones que transmitió ayer ante el Espanyol y de sus posibilidades en un final de liga rusa apasionante.

Tenía muchas ganas de ver al campeón y líder de una competición en clara progresión. Al equipo en general y sobre todo a dos jóvenes futbolistas. Marat Izmailov es una debilidad desde hace tiempo -parece un clásico pero sólo tiene 23 años- y Diniyar Bilyaletdinov es la promesa del momento, aunque ya titular en la selección rusa. Me decepcionaron. El equipo y ellos dos. Sin ideas, sin frescura, bloqueados y cansados. Bilyaletdinov apareció muy poco. Se le ve el buen nivel técnico cuando controla, cuando intenta el regate, cuando hace el pase. Pero le faltó asumir protagonismo, coger la responsabilidad, hacerse dueño del partido. Izmailov estuvo algo mejor, pero no desequilibró en absoluto. El Loko pareció un equipo mediocre técnicamente al que el Espanyol derrotó sin hacer nada del otro mundo. Y la realidad no debía ser esa.

Ante la oscuridad de las estrellas, me llamaron la atención dos futbolistas con teórico papel de "secundarios". El camerunés André Bikey, medio centro de 20 años recientemente fichado del Shinnik y con pasado en el fútbol portugués, y el georgiano Malkhaz Asatiani, centrocampista internacional de 24 años. Bikey es el típico pivote africano con mucha fuerza, con recorrido y presencia. Pero nada malo técnicamente. Algo parecido a Yaya Touré. Asatiani, que por su físico puede parecer un jugador tosco, me sorprendió por su buena distribución, por su interesante visión y por algunos movimientos de mucho nivel. Habrá que seguirles.

Hoy tendremos una buena oportunidad para comparar el nivel del Lokomotiv con el de su gran rival en la lucha por el título, el CSKA. El campeón de la UEFA juega a las 17:30 ante el Marsella en uno de los partidos más interesantes de la jornada. Las dinámicas con las que llegan los dos equipos son muy distintas. El Loko, 50 puntos, ha sumado sólo tres de los últimos doce posibles. Ello ha permitido al CSKA igualarle en la tabla con su buen registro de diez sobre doce. Como el nivel de las dos plantillas es bastante parecido, el momento de forma en este tramo final será decisivo. Pero no nos olvidemos tampoco de las opciones del Zenit (46 puntos), con esa interesante dupla Kerzhakov-Arshavin, y del Spartak (también 46). Quedan cuatro jornadas y la lucha se presenta interesantísima. Estaremos pendientes.

Del resto de la jornada UEFA de hoy, destaco un apasionante Rennes-Stuttgart y un partido con mucha proximidad geográfica, el Basilea-Estrasburgo. Entre las dos ciudades hay una media hora escasa, así que habrá un gran ambiente de fútbol. Los suizos, intratables en su campeonato y con un Matías Delgado estelar, son favoritos ante un equipo alsaciano que todavía no ha ganado ningún partido en la Ligue 1. A disfrutar de la jornada, que la Champions no lo es todo.

De Bosquets a Hampstead

Thierry Henry ya es el máximo goleador histórico del Arsenal. Con su doblete de ayer en el Toyota Arena de Praga sobrepasó la marca de Ian Wright y se situó en los 186 goles. El francés ya es una leyenda de los "gunners", un mito viviente, un futbolista con un sello inigualable. Un fuera de serie y quizá el delantero más completo que existe. Momento ideal para repasar su carrera y contar la historia de un chico de familia humilde que ha llegado a lo más alto.

Los primeros caños y regates los tiró en las calles de Bosquets, en el barrio de Les Ulis, en el sur de París. Allí ya se dio cuenta de que era más rápido que sus amigos y de que todos los chicos querían estar en su equipo. Sus padres, Marylese y Antoine, le protegieron cuidadosamente desde muy pequeño: no le permitían salir de noche y le obligaban a volver a casa de inmediato cuando terminaran las clases. Ingresó muy joven en la academia de Clarefontaine, donde el fútbol francés mima y pule a sus joyas más prometedoras. A los 13 años el Monaco le fichó y continuó su formación bajo la atenta mirada del técnico del primer equipo, un tal Arsène Wenger. Debutó en primera división francesa con 17 años recién cumplidos. Se fue asentando poco a poco y Europa le descubrió en la temporada 97-98. Marcó siete goles en nueve partidos en la Champions -más que los que consiguió en liga-. Los grandes del continente vieron enseguida que no se trataba de un futbolista común. No era ni una promesa, ni un jugador que pintaba bien. Era una estrella futura, sin duda. La evidencia de su magnitud lo llevó a la selección absoluta, con la que ganó el Mundial del 98. Lo que muchos sueñan conseguir una vez en su carrera, Henry lo tenía a los veinte años. Y su participación no fue sólo anecdótica: fue titular en tres partidos, participó en todos menos en la final y terminó como máximo goleador de su equipo con tres tantos. Con todo esto ya podría entrar en los libros de historia del fútbol... y eso que aún no había llegado al Arsenal, el equipo en el que, según todos los críticos, se convirtió en uno de los mejores del mundo.

Tras una polémica con el Madrid, fue la Juventus la que se lo llevó en el mercado de invierno de la temporada 98-99. Su paso por el fútbol italiano fue discreto, y de hecho Henry reconoce que nunca se sintió cómodo en Turín. Le hacían jugar en la banda, sin libertad para tirar esas diagonales e irse hacia la portería. Estaba desesperado. Un día coincidió con Wenger, quien se le acercó y le dijo: "Si te pasas a delantero, tendrás una carrera absolutamente distinta". En cuanto pudo, el técnico francés le fichó para el Arsenal, donde ya llevaba tres temporadas y necesitaba reemplazar a Nicolas Anelka. Llegó junto a Davor Suker, fueron presentados juntos y la prensa inglesa dio más importancia a la llegada del croata. Incluso Henry recuerda como tras sus primeros partidos volvía a casa en tren sin ser reconocido. Tardó ocho jornadas en marcar su primer gol -el primero de los 186-. Fue en Southampton, un 18 de septiembre de 1999. Allí empezó su ascensión meteórica al estrellato. Ha sido el máximo goleador del Arsenal en las seis temporadas que lleva en Londres, nunca bajando de los 17 goles en liga -atención a las cifras: 18, 17, 24, 24, 30 y 25-. "Top scorer" de la Premier en tres ocasiones, mejor jugador del campeonato otras dos, su grandeza no está sólo en sus números. Verle jugar es una delicia. Nadie concilia como él la potencia física y la técnica depurada. No hay futbolista en el mundo que sea tan completo. Y además es inteligente, sabe qué tiene que hacer en cada momento, qué ritmo tiene que darle al partido y cuál es la mejor elección. Lógico: dedica gran parte de su tiempo libre a ver fútbol, a estudiar los movimientos de los grandes delanteros, a analizar el juego de los equipos de toda Europa. Lo que le hace tan grande es su dimensión de futbolista total. Su perfeccionismo. Su hambre. Ajeno a malas rachas o a desapariciones temporales. Siempre presente, eternamente estelar.

Ahora vive junto a su mujer Nicole Merry en Hampstead, uno de los barrios más exclusivos de Londres. No le gusta salir a tomar unas copas porque dice que no le aporta nada. Prefiere relajarse en el sofá, considera que el descanso es clave para estar en plena forma. Y observa a sus gatos, Cookie y Jungle. Cuando puede visita a sus padres, que están separados. Ella sigue viviendo en París y él ha vuelto a su tierra natal, Guadalupe. A Henry le encanta pasar las vacaciones en la isla de La Désirade, poco frecuentada por los turistas. Y mientrastanto el mundo le sigue admirando y le coloca a la altura de los más grandes. Quizá ya incluso por encima de van Basten, su ídolo de la infancia.

Los clásicos del domingo noche

Esperé a ver en diferido el Marsella-PSG para hablar de los dos grandes clásicos que coincidieron en horario el domingo por la noche. Dos partidos de enorme rivalidad, mucha pasión -no hay campo ni afición más caliente en Francia que la del Vélodrome- y distinto grado de espectacularidad. Si el River-Boca fue uno de los más aburridos que se recuerdan, el choque estelar de la Ligue 1 fue entretenido. Sin excesos, pero dejó buen sabor de boca.

Empecemos por el duelo del Monumental. Hubo tensión, eso estaba garantizado, pero faltaron juego y ocasiones. Radamel García Falcao, el joven colombiano de 19 años que se ha convertido en la nueva perla millonaria, fue el que más cerca estuvo del gol. Primero con un cabezazo que se perdió por poco y luego en un remate de primeras que también se escapó por escasos centímetros. En esta jugada se reclamó un penalti que la repetición no aclaró. También Montenegro había pedido otro para River, pero en ese caso sí quedó claro que no había nada. La más clara de Boca la tuvo el "Pocho" Insúa, ese zurdo fantástico que no triunfó en Málaga probablemente porque no le dieron continuidad. Al final del partido, empate a nada como se suele decir, aunque si alguien estuvo más cerca de la victoria ese fue River. Pero ni eso les sirve de consuelo: siguen a diez puntos de su eterno rival y tampoco han impedido que siga líder en solitario. Vélez, campeón del pasado Clausura y segundo clasificado a un punto, se presenta ahora como el gran rival "xeneize". Me gustaría pensar que también tiene opciones Independiente, cuarto a cinco puntos y el equipo en el que está brillando el "Kun" Agüero, gran sensación de este torneo a sus 17 años. Ayer marcó su sexto gol con un zambombazo de falta para demostrar que no sólo es movilidad y talento. También es fuerza y atrevimiento. Tiene buena pinta.

En el Velodróme el contexto era distinto. En un torneo largo, la undécima jornada hace que todo sea aún muy provisional. El PSG estaba por encima, pero el Marsella sabía que ganando se colocaba a tres puntos, algo inimaginable hace algunas semanas cuando los de Jean Fernandez ocupaban la última posición. Ha mejorado este OM, que si bien es cierto que no tiene una plantilla que permita soñar, también lo es que debe luchar por estar en Europa la próxima campaña. Franck Ribéry demostró que técnicamente es quizá el mejor jugador del equipo y sin duda el mejor fichaje. El joven ex del Metz, tras un fugaz paso por el Galatasaray, hizo lo que quiso por la banda derecha. Con mucho descaro y una gran calidad, probó una multitud de regates y casi todos le salieron. Volvió Barthez y estuvo bien salvo en un par de salidas alocadas. El Marsella llevó el control ante un PSG bastante echado atrás y que no convenció con Semak como hombre de referencia. Básicamente, porque el ruso no puede ser nunca el jugador más adelantado de su equipo. Es más sustituto de Kalou que de Pauleta, pero el domingo jugó junto al marfileño ante la ausencia del luso. El clásico se decidió con un gol de Lorik Cana rematando un córner sacado por Samir Nasri, que se había quedado en el banquillo. No va tan sobrado el OM como para ir dejando fuera a este talentoso centrocampista ofensivo de 18 años. El gol del albanés fue doblemente celebrado por la afición local y doblemente lamentado por la visitante. El 21 de agosto, el nuevo héroe marsellés estaba jugando aún en el PSG. Hubo polémica con la directiva, se marchó al eterno rival y acabó marcando el gol definitivo. Contenido simbólico al margen, este triunfo del Marsella ayuda a acercarnos un poco más al quinto título consecutivo del Lyon. El campeón le saca ahora siete puntos a Burdeos y PSG, sus más directos perseguidores. Ya puede estar Santini, Le Guen o Houllier, que nadie puede con un equipo que está marcando una época.

No sé si clásicos, pero la semana nos prepara algunos partidos europeos apasionantes. ¡A disfrutarlos!

Otra vez sobre el Chelsea

Sí, otro domingo por la noche escribo de lo mismo. No era mi intención, pero llego a esta hora y cuando me pregunto qué ha sido lo más llamativo del fin de semana sólo se me aparece la exhibición "blue". Vaya dos últimos partidos nos ha regalado el equipo de Mourinho. Vaya momento de forma el de Didier Drogba, que si en su primer año en Londres estuvo por debajo de lo que hizo en Marsella, ahora está rindiendo al nivel de un candidato al Balón de Oro. Pero mi favorito para esta edición no es otro que Frank Lampard, el mejor futbolista del Chelsea campeón imperial de liga y semifinalista de una Champions que probablemente mereció ganar. Y ya segundo máximo goleador de esta Premier en la que su equipo no cede puntos, sólo superado por van Nistelrooy. Mi enésimo aplauso al Chelsea, que empiezo cada semana a verlo queriendo que pierda y acabo maravillado por su fútbol. 1-4 y 5-1, ¿alguien seguirá diciendo que es un equipo defensivo? ¿Qué entrenador cambia a un lateral y mete a un delantero en el descanso por ir perdiendo 0-1? Lo de ayer ante el Bolton fue una exhibición de fuerza, velocidad y talento. De cómo arrollar al rival por ser simplemente mejor, mucho mejor.

Y la Premier sigue igual, siendo tremendamente competitiva para todos los demás. El United ganó en Sunderland 1-3 con cierto sufrimiento pero demostrando que tiene mucha calidad arriba. Con Bardsley titular, Rossi debutando en liga y marcando su primer gol y Gerard Piqué también probando lo que se siente en un campo de Premier, Ferguson sabe que tiene más plantilla de la que pensaba. Les veo bien, con opciones en Europa y con ganas de pelear todavía el título. Al fin y al cabo están a diez puntos con un partido menos. El cálculo que se hace en Old Trafford es fácil: son siete reales y serán cuatro cuando el Chelsea les visite. Y luego quizá les afecte una resaca tan larga como la que sufrió el Arsenal cuando perdió allí la imbatibilidad. ¿Le dura todavía? No lo sé, aunque la derrota en West Brom fue injusta. Si dijimos que en Middlesbrough hicieron el peor partido de los últimos años, en The Hawthorns tocaron bien, llegaron mucho pero simplemente no mataron. Por algo está Henry lesionado. No es el único. Ashley Cole, Sol Campbell, Alexander Hleb, Gilberto Silva, Robin van Persie y ahora Fredrik Ljungberg. Es normal acusarlo, pero el joven equipo de Wenger se comportó bastante bien. Aunque no basta con eso en un torneo con un líder tan dictatorial.

Más sobre esta Premier: Tottenham confirma que es candidato a plaza de Champions y de momento ya es segundo. Claro que ganarle al Everton no parece tarea complicada esta temporada. El equipo de Moyes ha marcado un sólo gol y su próximo partido es ante el Chelsea. ¿Se imagina alguien que le gana? El que está sorprendiendo a todos es este Wigan que pudo con el Newcastle con uno de los goles más bonitos de la jornada. No por la definición de Roberts, más bien mediocre, sino por la jugada combinada y veloz. El Aston Villa se llevó el derbi de Birmingham con un gol de Kevin Phillips, ese delantero que marcó 30 goles con el Sunderland en la 99-00, que llegó a la selección pero que nunca convenció a Eriksson. A mi me tiene ganado desde hace tiempo, así que me alegro por su gol. Fue bonito el Manchester City - West Ham, con un juego abierto y con doblete de Andy Cole -golazo con clase a la escuadra incluido-. Lo inimaginable: un histórico del United ovacionado en el campo del City.

Terminó el fin de semana y ya estamos listos para el fútbol europeo que nos espera. ¿Cuánto tardaré en dedicarle otro artículo al Chelsea?

Sorteo benévolo

Habíamos dicho que Eslovaquia era el rival más fácil, así que nos toca aceptar que el sorteo ha sido benévolo. Vale, quizá el orden de los partidos no es el mejor posible, pero el estadio Tehelné Pole de Bratislava no es una olla a presión precisamente: hay bastante distancia entre las gradas y el terreno de juego y suele vivirse un ambiente frío propio de los campos de la Europa del Este. Si además añadimos que Eslovaquia nunca ha jugado una fase final de un Europeo o de un Mundial desde que hace poco más de diez años se independizó, está claro que España es clara favorita.

Ayer ya hablamos del nivel de los tres posibles rivales y de sus jugadores destacados, así que no vamos a ser repetitivos. Simplemente voy a echar un vistazo al equipo titular que jugó contra Rusia el partido decisivo. Con las bajas de Mintal, Varga y Gresko, es cierto, pero por nombres y equipos de procedencia, está claro que no asustan: Kamil Contofalsky (Zenit); Radoslav Zabavnik (CSKA Sofia), Roman Kratochvil (Denizlispor), Martin Skrtel (Zenit), Marián Had (Brno); Peter Hlinka (Rapid de Viena), Miroslav Karhan (Wolfsburgo), Jozef Valachovic (Rapid de Viena); Ivan Hodúr (Slovan Liberec); Szilard Nemeth (Middlesbrough), Robert Vittek (Nurenberg). Resulta curioso que ninguno de ellos juegue en la liga eslovaca y que se hayan buscado la vida en otros campeonatos del Este donde hay más dinero. Lo llamativo es que incluso los jugadores que tienen más nombre o que han llegado a ligas más competitivas tampoco son nada del otro mundo. Lo dicho, hay una enorme diferencia entre España y Eslovaquia y debería plasmarse a lo largo de los 180 minutos.

República Checa también es favorita ante Noruega, aunque no tanto como España. Los checos han perdido algo de potencial con la lesión de Koller y la retirada internacional de Nedved, pero aún así están por encima de un equipo nórdico que ha progresado en los últimos tiempos. La gran eliminatoria de esta repesca va a ser Suiza-Turquía. Igualada, abierta y con talento en ambos conjuntos. Bonita de ver, y ya que no nos va nada, ideal para disfrutarla. Me preguntaban en los comentarios del artículo anterior quién quería que ganara. Pregunta difícil, porque me gustan los dos. Quizá el hecho de que Alemania está llena de inmigrantes turcos haría más bonito un Mundial con el equipo de Fatih Terim como "segundo anfitrión". Pero personalmente me alegraré por el que gane. Es de esos partidos en los que sería capaz de gritar los goles de los dos equipos. Por cierto, un par de curiosidades: Suiza y Turquía se enfrentaron en una bonita semifinal en el Europeo sub-19 del 2004 en terreno helvético, con triunfo por 2-3 de los turcos en la prórroga. Y este cruce será muy especial para los hermanos Yakin, suizos de nacimiento pero de origen otomano, al igual que uno de los grandes referentes de esta selección en la década de los 90, Kubilay Türkilmaz. Conexiones para un cruce que ya esperamos con ganas.

Y termino con una valoración de la relación de cabezas de serie que ha hecho pública hoy la UEFA para el sorteo de la fase previa de la Eurocopa 2008. España ha perdido esa condición debido a los segundos puestos en las dos últimas liguillas preliminares -que son las que dan el coeficiente-. Por lo tanto, nos va a tocar uno de los siguientes equipos: Grecia, Holanda, Portugal, Inglaterra, República Checa, Francia o Suecia. Como esta vez pasan directamente los dos primeros de cada grupo, el asunto no es tan grave. Pero si toca una Dinamarca o una Ucrania en el tercer bombo y una Irlanda en el cuarto, tocará sufrir otra vez. Pero bueno, ya habrá tiempo para eso. Primero el Mundial.

Las llamadas repescas

Nunca me ha gustado la palabra "repesca". Suena negativo, como a examen de recuperación, asumiendo que antes se ha suspendido. Prefiero el término inglés "play-off", ya que entiendo que esta eliminatoria es un medio como cualquier otro para clasificarse para el Mundial. Quedar segundo en un grupo de siete, por ejemplo, no es ningún fracaso para muchas. Lo que pasa es que en España, acostumbrados a ir siempre a las grandes citas y a ser cabezas de serie en los grupos previos, no se tiene esta misma visión. Pues vale, hablemos de "repescas".

Entre Suiza, Eslovaquia y Noruega, me parece muy claro que los helvéticos son los mejores. Disponen de una generación que lo ha hecho muy bien en categorías inferiores y que ya empieza a llegar a la absoluta -Senderos, Vonlanthen, Ziegler, Barnetta, Behrami...-. Junto a ellos, otros jugadores consolidados como Alex Frei -que ayer falló dos goles que debió meter y que le costaron a su selección el billete directo- Johan Vogel o Hakan Yakin -aunque se cayese de la última convocatoria- forman la columna vertebral de un equipo que tiene puesta la mirada en la Eurocopa 2008, de la que será coorganizadora y en la que el objetivo debe ser llegar muy lejos.

A Noruega ya la conocemos de la última repesca y no creo que a nadie le disgustase repetir la experiencia. Han cambiado ligeramente, con la llegada a la absoluta de gente con toque como el excelente zurdo Morten Gamst Pedersen o el centrocampista ofensivo del Rosenborg Jan Gunar Solli. En uno de los encuentros de esta fase, le dieron un baño a Escocia en Hampden Park raseando el balón, algo inimaginable hace sólo un par de años. Todavía recuerdo el Noruega-Luxemburgo, el partido previo a la repesca ante España, en el que todas las jugadas de ataque se iniciaban con un balón largo. La selección también ha sabido canalizar el optimismo del "milagro Start". Este modesto club que ascendió a primera división la temporada pasada es líder del campeonato noruego a sólo tres jornadas para el final y es ahora el que más jugadores aporta al equipo nacional. Pese a esta revolución, los hombres más importantes siguen siendo viejos conocidos como John Carew o John Arne Riise.

Finalmente, Eslovaquia es la más desconocida y probablemente la de peor nivel de las tres. Sorprende que haya superado a Rusia, un equipo con mucha más calidad pero que pecó de inexperto. Ayer en Bratislava, en el choque decisivo, el empate que le valía a los locales fue incluso injusto, ya que realmente dispusieron de más ocasiones que su rival. La columna vertebral la forman quizá los únicos jugadores con experiencia en ligas importantes: Varga (Celtic), Karhan (Wolfsburgo) y Nemeth (Middlesbrough). No dejan de ser eso, jugadores de nivel medio en un equipo muy plano en el que abundan futbolistas que actúan en ligas del Este de Europa. La gran estrella Marek Mintal, máximo goleador de la última Bundesliga, está lesionado. No deberían poner en dificultades a España.

Mi diagnóstico es el siguiente: las dos cabezas de serie que jueguen ante Noruega y Eslovaquia deberían pasar. La que se enfrente a Suiza, aún siendo favorita, sufrirá más. En las dos repescas no europeas se presentan dos enfrentamientos muy abiertos. Uruguay derrotó a Argentina y repetirá el duelo ante Australia, aunque esta vez con la vuelta en Oceanía. Bahrein confirmó su controvertida clasificación ante Uzbekistán y se medirá a Trinidad y Tobago, un equipo que tiene al mediocre Stern John como jugador más resolutivo -sí, han sido sus goles y no los de Yorke los que les han clasificado-. En cualquier caso, partidos muy interesantes para los aficionados el próximo mes. Es lo bueno que tienen las repescas.

Las catacumbas del fútbol europeo

Observando el ranking FIFA de selecciones por el tema de los cabezas de serie en la repesca, sentí curiosidad por ver cómo estaban ordenados los puestos más bajos. Es decir, quién es mejor entre aquellos equipos diminutos que siempre pensamos que están de relleno y cuyos jugadores no son en su mayoría profesionales. Según la puntuación, estas son las diez peores selecciones de Europa, de mayor a menor: Georgia, Moldavia, Azerbayán, Armenia, Liechtenstein, Andorra, Malta, las Islas Feroe, Kazajstán, Luxemburgo y San Marino. Quiero detenerme en tres casos concretos.

Empiezo con San Marino, rival de España mañana, y sí, la peor selección del continente. Para hacernos una idea de su nivel, me parece interesante adjuntar un pequeño estudio que hice el mes de febrero pasado sobre los clubes de procedencia de los jugadores convocados para el partido de ida. Lógicamente ha podido haber cambios -por ejemplo, la estrella Andy Selva ha fichado por el Padova, club de la misma categoría que el Spal en el que jugaba-, pero cumple el propósito y aporta datos interesantes.

- La gran estrella de la selección se llama Andy Selva. Tiene 28 años y está jugando en el Spal de la Serie C1 italiana, lo equivalente a la segunda división B. Es el máximo goleador de la historia de San Marino con... ¡4 goles! Uno de ellos, el que valió el único triunfo que han conseguido en todos los tiempos, un 1-0 a Liechtenstein el 28 de abril del año pasado en un amistoso.

- De los 18 jugadores que forman la convocatoria contra España, sólo dos más son semiprofesionales. Uno de ellos, Alex Gasperoni, juega en el San Marino Calcio, equipo que participa en la Serie C2 italiana -equivale a Tercera División española-. Tiene 20 años y es probablemente la gran promesa de la selección. El otro es Federico Gasperoni, el portero titular, que juega en el Urbino de la Serie D -Preferente-.

- Ocho jugadores actúan en la liga nacional de San Marino, que es de un nivel parecido al de la liga andorrana, en la que juegan equipos de bares y grupos de amigos. Además esta liga, por lo que he visto, es la que tiene el organigrama más complicado del fútbol europeo. Quince equipos se dividen en dos grupos -empezamos mal, porque son impares- y luego hay un play-off en el que incluso los que van quedando eliminados siguen jugando y pueden reengancharse al final con los que van pasando rondas. Incluso un equipo puede llegar a la final habiendo perdido dos cruces. El equipo que aporta más jugadores a la selección es un tal Juvenes/Dogana, con cuatro. El equipo en cuestión va segundo de su grupo (el de ocho equipos).

- Los siete jugadores restantes forman parte de equipos que pertenecen a la Lega Nazionale Dilettantistica, que significa algo así como Liga Nacional de Aficionados. Es una organización muy extensa que aglutina todo el fútbol no profesional italiano. Hay varias divisiones en cada región y una categoría de ámbito nacional. Pues bien, en la selección de San Marino encontramos hasta a dos jugadores cuyos equipos están en la tercera categoría regional de aficionados. O sea, un nivel parecido a las ligas sociales que se juegan por allí. Para jugar estas ligas hay que pagar una cuota de inscripción que va entre los 4.500 y los 3.000 euros al año. Los dos jugadores que "tocan fondo" en esta selección son Carlo Valentini (de un equipo llamado Virtus Villa) y Michele Moretti (Sammaurese).

Vámonos a Andorra. Su progresión ha sido espectacular. Nunca habían puntuado en una fase de clasificación, pero esta vez han conseguido la heroica cifra de cinco puntos. Ganaron a Macedonia en casa por 1-0 con gol de Marc Bernaus, empataron fuera ante el mismo rival y consiguieron otro 0-0 de prestigio ante Finlandia. Mañana se juega un Andorra-Armenia que puede pasar inadvertido pero que en realidad es un encuentro histórico y con una gran trascendencia. Si los locales empatan, se aseguran quedar por encima de su rival en la clasificación, evitando su eterno último puesto. Pero es que si ganan y Macedonia pierde en Holanda, Andorra será quinta y habrá dejado a dos selecciones por debajo. Habrá que estar atentos.

Aunque si hablamos de progresiones, la de Liechtenstein es aún mayor. Ocho puntos con dos triunfos -los primeros de la historia- ante Luxemburgo, con goleadas por 0-4 y 3-0. Y lo más impresionante, empates en casa ante Portugal (2-2) y Eslovaquia (0-0). El sábado se adelantaron ante los lusos y acabaron perdiendo en los últimos minutos por un 2-1 que les sabe a gloria. El fútbol de este pequeño país vive un momento dulce, pues el Vaduz estuvo a diez minutos de ascender a primera división suiza la temporada pasada y este año cuenta con una de las plantillas más poderosas de la segunda categoría.

Está claro que en las catacumbas también hay distintos niveles.

El Mundial de la nueva era

Alemania 2006 promete. Tras el de Corea y Japón, que ya anticipó el nuevo orden del fútbol mundial, en el que selecciones poco conocidas podían competir con las mejores, la cita del próximo verano está destinada a confirmar esta era de la igualdad, de la apertura a la competencia global. La lista de invitados a la fiesta ya hablará por sí sola: Togo, Angola, Ghana, Costa de Marfil, Ucrania, la que salga del cuarteto Uzbekistán-Bahrein-Trinidad y Tobago-Guatemala... Bienvenidos al fútbol del futuro.

Lo de África ha sido sin duda lo más llamativo del fin de semana. Esperábamos las clasificaciones de Ghana, Togo y Angola -aunque esta podía caer y se comportó con una soltura impropia de su tamaño futbolístico-, pero la de Costa de Marfil parecía muy complicada. El penalti que no tiró Eto'o y que Wome mandó al poste ya forma parte de la historia del fútbol. Ahora se abre una pregunta interesante: estas sorpresas, buenas para la salud del deporte, ¿pueden ser malas para el rendimiento global del fútbol africano en el Mundial? Parece muy complicado que Togo o Angola se metan en segunda ronda, y estaríamos de acuerdo en que en la gran cita lo lógico sería que fueran menos competitivas que Senegal o Nigeria, las dos a las que apearon. Pero con marfileños y ghaneses no lo tengo tan claro. En mi opinión, la selección de Drogba es hoy por hoy la que mejor equipo tiene en todo el continente. La que mejor tiene cubiertas casi todas las posiciones. La que dispone de mayores opciones. En el partido decisivo de Camerún, vimos a algunos futbolistas que no tienen el nivel esperado en un equipo que presume de ser el más grande de África. Costa de Marfil dispone de defensas contrastados en grandes ligas -Kolo Touré, Domoraud, Zoro...-, medio centros defensivos fuertes y técnicamente buenos -Zokora, pronto Yaya Touré...-, centrocampistas ofensivos -Yapi, Akalé-, segundos delanteros -Kalou, Dindane- y claro, el gran Drogba. A esta sí la veo con opciones de dar más de una sorpresa en el Mundial. Y quizá también a Ghana, con un centro del campo muy poderoso -aunque quizá el problema sea que tiene a muchos jugadores "repetidos" y le faltan verdaderas estrellas en ataque-. Por cierto, lo que ganamos con todo esto es que la Copa África que empieza en enero en Egipto será apasionante. Las grandes selecciones eliminadas del Mundial irán con todo para desquitarse y será una buena oportunidad para observar a las que debutarán en Alemania.

En Asia se confirmó que la decisión de la FIFA fue un error calamitoso. Bueno, ya lo sabíamos, pero quedó en evidencia con el empate a uno entre Uzbekistán y Bahrein. O sea, el equipo que ganaba 1-0 y tenía un penalti a favor ve como le repiten el partido y acaba empatando. Lamentable. Empezaron perdiendo, Shatskikh empató con un buen cabezazo y en el segundo tiempo tuvieron ocasiones para ganar, pero lo cierto es que ahora es Bahrein la que dispone de ventaja. Queda la vuelta y me temo que la mayoría de la afición mundial apoya a los uzbekos después de lo sucedido. Para quien quiera saber qué sucedió el día del primer partido, puede rescatar en el archivo el artículo titulado "El penalti de Tashkent".

Y un apunte obligado para terminar. ¿O creíais que me olvidaría del gol de Nuri? El magnífico centrocampista del Dortmund del que tanto hemos hablado en este blog debutó con la selección absoluta turca y a los tres minutos marcó el 2-0. No fue un golazo, pero siguió la jugada y se posicionó en un lugar donde podía caer el rechace, como así fue. Magnífica noticia para un jugador destinado a marcar una época. Turquía tiene en sus manos el billete para la repesca. Creo que si hablamos del Mundial de la nueva era, Nuri Sahin no puede faltar.

Sueños africanos

Lógicamente la atención mediática se ha centrado en el partido de mañana en Bruselas. Hemos podido seguir en televisión y radio la última hora del equipo español y hemos leído multitud de páginas sobre este encuentro trascendental. También sobre el rival, esa Bélgica que está bastante por debajo en cuestión de calidad pero que nos quiere complicar el partido con fuerza, velocidad y garra. Personalmente he repetido el discurso sobre la selección de Anthuenis en varios programas, así que para no cansar a nadie y para ofrecer una temática distinta a los aficionados más curiosos, creo que es interesante hablar un poco de la última jornada de la zona africana, en la que se pueden producir multitud de sorpresas. El sueño alemán es intensísimo en algunos países del continente que acarician su primer Mundial.

Togo, Angola y Ghana. Tres selecciones de las catacumbas futbolísticas que llegan a la última jornada dependiendo de sí mismas para clasificarse por primera vez para la máxima cita futbolística. Prueba inequívoca de que el fútbol se ha igualado en todo el mundo, no sólo en Europa. Es cierto que tienen jugadores de cierto nivel, como Adebayor, Mantorras o Essien como máximos estandartes, pero las tres partían claramente como "outsiders" en grupos destinados al dominio de gigantes como Senegal, Nigeria o Sudáfrica. Esta última está ya eliminada y sólo la República Democrática del Congo puede privar a Ghana de la fiesta germana del próximo mes de junio. En cambio, los combinados de Diouf y Okocha se tambalean pero siguen con opciones y esperan que su peso y la presión les pueda a los pequeños que osan arrebatarles el gran escaparate mundialista. Camerún y la que salga vencedora del apasionante Túnez-Marruecos parece que mantendrán el parte la jerarquía en el fútbol africana, tan puesta en duda en esta fase de clasificación.

Vamos grupo por grupo. En el 1, Togo aventaja a Senegal en dos puntos y además le tiene ganado el "goal-average". Un empate en Congo les basta, pero si pierden abren la puerta a la revelación del último campeonato del mundo, que ganando en casa a Mali repetiría experiencia. Habla la estrella local, Emmanuel "Sheyi" Adebayor: "Muchos grandes jugadores anteriores a nosotros no tuvieron la oportunidad de jugar un Mundial. Si lo conseguimos nuestros nombres nunca serán olvidados en Togo". Su última frase, que recoge la fenomenal página de fútbol africano de la BBC, es excesiva, pero vamos a suponer que habla en sentido metafórico: "Si tengo que matar a alguien para estar en Alemania el próximo año, lo haré". Aún si se trata de una hipérbole, me parece una declaración censurable, sobretodo si tenemos en cuenta los disturbios que ha causado el fútbol en África últimamente.

En el grupo 2, a Ghana algunos periódicos ya la dieron por clasificada la jornada anterior. Fueron inexactos pero prácticos. De hecho, la selección de Appiah, Essien o Muntari -futbolistas parecidos todos ellos- sólo se quedará fuera si pierde en las islas Cabo Verde y la República Democrática del Congo gana en Sudáfrica por cinco o seis goles. Utópico, aunque en otros tiempos no se habría descartado en un fútbol africano sumido en la corrupción. Pero mañana cantaría tanto que es inimaginable. Aunque no se juegan nada, por pura vergüenza, los sudafricanos no pueden caer humillados en casa de esta forma... De hecho es mucho más factible un empate que garantizaría a locales y congoleños las dos plazas de clasificación para la Copa África -porque esta es otra, los tres primeros puestos también dan acceso a la competición continental- y dejaría sin opciones a una Burkina Faso que ganando superaría al perdedor del choque de Durban.

El grupo 3 ha sido el más seguido por los aficionados y del que más hemos hablado los periodistas. De hecho, creo recordar que he intentado colarlo en todos los análisis recientes de la fase de clasificación incluso cuando no tocábamos la zona africana. Lógico, pues ha representado la batalla entre los dos futbolistas más mediáticos del continente, Samuel Eto'o y Didier Drogba, y sus dos excelentes selecciones. Habrán voces, y no les faltará razón, que consideren injusto que una de las dos se quede fuera mientras otros equipos menores consigan el billete. Pero así es el fútbol, así funcionan los coeficientes y Costa de Marfil no lo tenía nada alto. En la última jornada, a Camerún le basta con ganarle a Egipto -eliminada del Mundial y ya clasificada para la Copa África como organizadora-. Si falla, los marfileños les superarán si ganan en Sudán. Mido es baja en Egipto en un partido televisado por Eurosport a las 17:00.

El grupo 4 puede ser el de la sorpresa mayúscula. ¿Más que el 1 o que el 2? Por supuesto. Angola, aparentemente sin nada que ofrecerle al mundo, puede dejar fuera a la Nigeria de Martins y Okocha. Ambas selecciones llegan empatadas a puntos pero los angoleños tienen el "goal-average" particular a favor. Les basta con ganar en Rwanda, algo que no parece sumamente complicado... Hasta que vemos que Angola no ha ganado ningún partido fuera y que en la ida a Rwanda le anularon el gol del empate en los últimos minutos. Nigeria por su parte esperará buenas noticias mientras recibe a Zimbabwe, que tiene una mínima opción, pero es tan remota que no vamos ni a contarla para no liar más al personal. Aunque claro, si alguien la pregunta luego en los comentarios, tendré que responder.

Y cerramos con el quinto, que es tan sencillo como apasionante. Túnez-Marruecos, derbi del Magreb, repetición de la final de la Copa África (fue un 2-1) y partido a cara o cruz para estar en el Mundial. A los de Lemerre les basta con empatar, los de Zaki Badou deben lograr la heroica victoria. La vuelta del interesante delantero del Burdeos Marouane Chamakh es una excelente noticia para Marruecos, que a priori tiene más calidad... pero eso no siempre basta en partidos como el de mañana. También por Eurosport, a las 21:45.

Y lo mejor de todo es que en este caso no debemos esperar hasta el miércoles. En 24 horas sabremos el nombre de las cinco selecciones que van al Mundial. Sabremos qué color y qué aroma desprenden los sueños africanos.

El pánico francés

Hoy leía que Francia no se clasifica para una fase final del Mundial jugando las preliminares desde hace 20 años. Sus dos últimas presencias en campeonatos del mundo no requirieron la superación de una liguilla previa: en el 98 fueron anfitriones y en 2000 accedieron como campeones –privilegio ya suprimido por la FIFA-. Pese a que su último partido en Dublín fue el mejor resultado de la “era Domenech”, se respira un clima de tensión enorme en los ambientes del fútbol francés. Hay mucho respeto ante el choque decisivo de Berna, temor a un fracaso sonado que supondría definitivamente el fin de la era más gloriosa de los “bleus”. Miedo a que Zidane, Henry y Trezeguet se pierdan el que podría ser su último mundial –o en el caso de los dos delanteros, el último en su plenitud-. Y la baja por lesión de sus atacantes estrella aumenta la preocupación por un equipo al que le está costando marcar goles. Cissé, suplente en el Liverpool, podría cargar con el peso ofensivo de una selección que se juega su prestigio en el choque más delicado que han debido afrontar en la última década.

Thierry Henry y David Trezeguet son los dos máximos goleadores en activo de “l’équipe de France”. Entre los dos suman 61 goles, 30 para el del Arsenal y 31 para el juventino. Ante tamañas ausencias, los seis delanteros convocados por Doménech son Djibril Cissé, Ludovic Giuly, Sidney Govou, Peguy Luyindula, Sylvain Wiltord y Florent Malouda. De los seis, cuatro juegan como extremos en sus equipos –tres diestros, Giuly, Wiltord y Govou, y uno zurdo, Malouda-. Sólo Luyindula y Cissé son delanteros puros, aunque distintos entre ellos. A Peguy la ocasión le puede venir grande, tras salir por la puerta de atrás del Lyon y del Marsella. Al fin y al cabo, sólo acumula cuatro partidos con la selección y su última aparición fue hace un año casi justo. Así que, salvo sorpresa, será el delantero del Liverpool el elegido. Otra opción sería apostar por Wiltord, perfectamente adaptable como único punta. Lo que parece claro es que Francia jugará con un 4-5-1, el sistema que utiliza el Lyon y que por lo tanto es el ejemplo a seguir en el fútbol galo.

Por si con los propios problemas no les bastara a los franceses, la estrella suiza Alexander Frei se ha encargado de meter presión. Ojo con sus declaraciones: “Jugamos ante un estadio lleno. Todo un pueblo está detrás de su equipo nacional. No tenemos nada que perder. En cambio, si un Zidane, un Vieira o un Makelele no acuden al Mundial, sería una vergüenza”. Por cierto, que Suiza utilizará por primera vez en la fase de clasificación el nuevo Stade de Suisse, en Berna, construido especialmente para la Eurocopa del 2008. Es donde el Thun juega sus partidos de Champions. Frei, que es toda una celebridad en su país y en la liga gala, se quita presión: “Ahora mismo Francia no debe preocuparse por mi. Si juego como ante el Lyon, Suiza jugará con diez. Mentalmente estoy a cero. Tenemos una generación que ya no tiene el complejo del “petit Suisse”, salvo yo”. Bueno, es lo que le cuenta a la prensa francesa, porque en otros medios ha llegado a decir que “tenemos dos match-ball y estoy convencido de que pasaremos como primeros de grupo. Suiza no es sólo Alex Frei, pero sé que sé jugar un poco al fútbol”.

Vaya partidito, pues. Si Francia gana estará matemáticamente en el Mundial. Suiza casi lo mismo, aunque podría echarle un triple empate con galos e irlandeses –es decir, si pierde en Dublín-. Al menos, Francia está tranquila por lo que hace referencia a la portería. Coupet seguirá siendo titular y espera conservar la plaza hasta el Mundial pese a que Barthez termina de cumplir su sanción a mediados de este mes. El magnífico momento de forma del arquero del Lyon ha convencido a todo el país, pero habrá que ver si también a Domenech. Pero para ello primero tienen que salir vivos de Berna. Y lo dicho, no lo tienen muy claro...

La liguilla de los números impares

Ayer se sorteó la fase de grupos de la UEFA Cup, aquella ronda extrañísima que se inventaron para demostrar que en sistemas de competición aún se puede innovar. Cuando lo leímos por primera vez nos pareció una broma: grupos de cinco -¿impares?- a una sola vuelta y en los que se clasificaban los tres primeros -más de la mitad-. O sea, todo al revés de lo habitual. Pero vista la experiencia del año pasado, algunas consecuencias positivas se le pueden reconocer, como la posibilidad de asistir a partidos de un nivel superior al que nos depararía una segunda ronda "normal" o la mayor facilidad para el seguimiento de la competición -es mucho más sencillo tener una visión global de cómo va el torneo con una liguilla que con varias rondas con infinidad de cruces-. Claro que es una forma de favorecer a los grandes, ya que se supone que en cuatro partidos tienen menos riesgo de quedar eliminados que en dos.

El Espanyol tiene un grupo de nivel medio, en el que a priori parecen claros los tres favoritos para pasar ronda. Lo único preocupante es que el encuentro ante el teórico "cuarto", el Brondby, es fuera de casa, por lo que un tropiezo en Copenaguen podría complicar la clasificación. La lógica dice que ganando los dos partidos en casa se pasa, aunque el año pasado el Rangers se quedó fuera con seis puntos. El Lokomotiv parte como primer cabeza de serie y de hecho está haciendo una buena temporada. Fue grave su tropiezo ante el Rapid de Viena en la previa de la Champions pero ocupa la primera posición de una cada vez más competitiva liga rusa, que ya ganó la pasada campaña. Marat Izmailov ya no está solo como gran promesa del equipo y del fútbol ruso. La aparición de Diniyar Bilyaletdinov, un elegante centrocampista ofensivo de 20 años ya titular en la selección absoluta, ha supuesto una excelente noticia para el club ferroviario. El Palermo es el otro gran equipo del grupo. Hemos hablado mucho de ellos en este blog, así que tampoco nos extenderemos más de la cuenta. Es un conjunto equilibrado, con una defensa que nudre a la selección italiana, con talento en el centro del campo con Corini o Santana y con una delantera muy complementaria: Caracciolo-Makinwa. Bonito partido nos espera en Montjuic. El Brondby, como decíamos, es el "outsider". Se fue su eterna promesa Thomas Kahlenberg y lo mejor que les queda es Johan Elmander, el delantero sueco al que comparaban con Ibrahimovic cuando estaba en el Feyenoord. En casa pueden resultar peligrosos, pero el Espanyol es superior. Del Maccabi Petach-Tikva poco podemos decir. Equipo de zona media en Israel, eliminó al Partizán de Belgrado con un sorprendente 2-5 tras haber caído 0-2 en la ida. El delantero Omer Golan, autor de seis goles en esta edición de la UEFA Cup e internacional con Israel trece veces, es su gran estrella. Un equipo por descubrir y que aprovechará este magnífico escaparate que es esta competición.

El grupo del Sevilla es más complicado porque casi todos tienen opciones de pasar. Sí, las tiene el Zenit, que ya estuvo muy bien el año pasado y que cuenta con la delantera actual de la selección Rusa: el dinámico delantero Aleksandr Kerzhakov y el media punta Andrei Arshavin, jugador de gran talento. Eliminaron al AEK en Atenas y hay que darles crédito. Y no están muy lejos del Lokomotiv en un tramo final de la liga rusa que se presenta apasionante. El Bolton se coló por primera vez en Europa gracias al gran trabajo de su técnico Sam Allardyce, que está sacando rendimiento a su estrategia de fichar a gente contrastada que apura sus años de fútbol. Es el caso de Iván Campo, Okocha, Bruno N'Gotty o Gary Speed. Suele jugar con el 4-5-1 tan de moda en Inglaterra últimamente, pero pasó problemas en la primera ronda ante el Lokomotiv de Plovdiv. Suele ser tónica habitual en los equipos ingleses no acostumbrados a jugar competición continental, así que no está muy claro su pase a la siguiente fase. El Besiktas tiene una plantilla de mucho nivel, pero como ya le sucedió el año pasado con Del Bosque no acaba de arrancar. De los que siguen destacan Okan Buruk, el magnífico zurdo Tumer Metin o el egipcio Ahmed Hassan, un futbolista de técnica exquisita. Han fichado a gente de mucho renombre, como Aílton o Kléberson, y también al guineano Souleymane Youla. Recibirlos en el Pizjuán será un alivio para el Sevilla. Finalmente, el Guimaraes es el equipo con menos opciones del grupo. Aunque ha empezado mal la liga, demostró el lunes de Da Luz que puede complicarle un partido a todo un Benfica. Tiago Targino, que ya maravilló en el torneo de Toulon, es su principal activo en ataque. Sorprende también la presencia del ex PSG Selim Benachour en el centro del campo.

Hablando del Guimaraes, no se nos puede pasar por alto el auténtico descalabro de los equipos portugueses en la primera ronda. Cayeron el Sporting, el Braga y el Setúbal. Si lo sumamos a las derrotas del Oporto y el Benfica en Champions, quizá habrá que empezar a creer en la maldición de los países que ocupan la sexta plaza en el ránking UEFA de ligas. Los griegos empezaron a hacer el ridículo cuando les dieron la tercera plaza de Champions, y ahora que la tienen los lusos llegan las derrotas tras tres años consecutivos con presencia en finales europeas. Será una casualidad, pero no deja de ser curioso.

La noche que puede cambiar la historia

Lo dijo Giovanni Dos Santos minutos después de que México se proclamara campeona del mundo. Era la primera vez en cualquier categoría. "Hemos cambiado la historia". Y ya sabemos lo que esto significa. Entre la euforia del triunfo de los chavales y la muy esperanzadora participación de la selección absoluta en la última Copa Confederaciones, el fútbol azteca se siente preparado para asaltar ya el título grande.

Que México maravilló desde su primera aparición en este campeonato es algo indiscutible. De hecho, el primer artículo que aquí dediqué al sub-17 fue para la pareja de delanteros que forman Carlitos Vela y Giovanni Dos Santos. Luego se confirmaría su estrellato, aunque hay que decir que quizá ese escrito fue un poco injusto. Porque ante todo, la "tricolor" ha demostrado ser un equipo superlativo y no sólo dos atacantes maravillosos. Ordenado, tácticamente muy maduro y con una gran solidaridad en todos sus componentes, la selección de la CONCACAF borró del mapa a una Holanda digna y a una Brasil que se había llevado un encuentro de perfección técnica en semifinales. Los Aldrete, Valdez, Villaluz o Esparza recuerdan mucho al prototipo de jugador de la absoluta: disciplinado, dinámico y completo. Capaces de pasarse el partido corriendo y de definir con una calidad enorme cuando les cae el balón en zona de remate. Como el golazo de Esparza, o como los que ha marcado Villaluz a lo largo del torneo...

Aunque no podemos olvidar que la final tuvo un momento clave con la lesión de Anderson. Fue una lástima para el espectáculo, porque era el futbolista del que más se esperaba por parte de Brasil tras su exhibición ante Turquía. De hecho uno de los alicientes del partido era el duelo por el "Balón de oro", que contaba con dos aspirantes por equipo. Junto al futuro jugador del Oporto, que lo acabó ganando pese a irse a los quince minutos, Ramon también tenía sus opciones por parte brasileña, como las tenían Vela y Giovanni en México. Tras el cambio inicial la "canarinha" careció de ese jugador desequilibrante que podía cambiar el ritmo del partido en cualquier momento. Ramon apareció un par de veces, pero no estuvo al nivel que mostró hasta cuartos de final. Sus dos últimos partidos enterraron sus opciones de ser el mejor del torneo. Celso jugó bien, pero no deja de ser un secundario y a Brasil le faltaban protagonistas principales. Igor evidenció que necesita asistentes por detrás para golear y quizá el más peligroso acabó siendo el lateral Marcelo. Muy distinto a lo que hizo México, que llegaba con acciones rápidas y que pudo irse al descanso con un 4-0 a su favor perfectamente. El segundo tiempo fue de claro dominio infructuoso de la "canarinha" ante unos aztecas que seguían sin dejarles espacios y que jugaban a favor del reloj. Guzmán liquidó la final con la enésima contra y acabó el torneo con cuatro goles, cifra increíble para el suplente de lujo de la pareja de delanteros estelares.

Vamos con los premios. Con el partido resuelto mandé un mensaje a un amigo y le dije: "queda la emoción de saber a quién le dan el trofeo de mejor jugador. Está entre Giovanni, Vela y Nuri Sahin". Ramon se había borrado de la terna y pensé que la lesión también apartaba a Anderson. Al fin y al cabo, el zurdo de Gremio sólo fue el mejor de su equipo en la semifinal ante Turquía. Quizá firmó la mejor actuación individual de cualquier jugador en el torneo, cierto, pero no se puede dar el "Balón de oro" por un partido. Entre los otros, el título de México daba más opciones a sus jugadores. Nuri Sahin mostró una categoría alucinante a lo largo de todo el campeonato pero le podía condenar el cuarto puesto final de Turquía. Entre Vela y Giovanni, Carlitos fue más regular. Pero la decisión fue muy mediática: primero Anderson, segundo Dos Santos y tercero Nuri. A los dos primeros les comparan con Ronaldinho y el tercero ha sido el debutante más joven en la Bundesliga. Yo, si tengo que apostar sólo por uno de ellos, me quedo con el chico del Dortmund. Sí, quizá la del domingo fue la noche que puede cambiar la historia del fútbol mexicano, pero hay otra que lo puede hacer con la del turco: la del próximo sábado. Con el posible debut de Nuri Sahin con la selección absoluta otomana. El primer día de un ciclo.

Drogba puede con Anfield

Volvieron a jugar Liverpool y Chelsea, pero claro, esta vez era en la Premier. Y ya se sabe que en la liga inglesa no le tose nadie al equipo de Mourinho y los de Benítez son poco más que un equipo mediocre. Todo ese mundo que hay entre unos y otros se evidenció en Anfield ayer por la tarde. Esos 37 puntos del año pasado. O esos 17 que ya les separan a día de hoy. Ese 1-4 histórico e incontestable, ese recital de Drogba, esos saltos de José.

Tras varias semanas de tropiezos compartidos o alternados, Manchester United y Arsenal vencieron sus partidos antes de que el Chelsea saltara al campo más complicado -teóricamente- de los que le han tocado visitar hasta ahora. Podía existir cierta presión, aunque el colchón es grande y la moral de los "blues" está por las nubes. Podía existir también cierto "síndrome Liverpool", esa teoría que dice que los "Mourinho boys" le tienen cierto respeto a los "reds" y que de hecho siempre les había costado ganarles. Por poder, podían pasar muchas cosas, como poder perder puede perder cada semana el Chelsea, pero luego no pasa. Fuera del once Robben, Wright-Phillips y Crespo, por si alguien duda de que a este equipo le sobra plantilla. Drogba titular para confirmar su jerarquía... y para decidir el partido con su mejor actuación desde que está en Inglaterra.

Es cierto que el 0-1 llegó de penalti -el marfileño le sacó dos metros a Traoré y este le trabó en una acción muy torpe- y que ya permitió abrir la lata. Pero también lo es que el Liverpool empató de nuevo y todo volvió a empezar. Lo que le hace Drogba a Hyypia en el segundo gol es uno de esos regates que se quedan grabados -Caminero a Nadal, Redondo en Old Trafford, Romario al bueno de Rafa Alkorta-. En el tercero se va con una fuerza enorme y ante la salida de Reina asiste a Joe Cole con una claridad que lo supera todo. Todo. Nos supera a nosotros mismos, que en directo nos pareció ver que disparó y que el balón rebotó en Reina. No. Drogba vio el pase y allí lo puso, para que el ex del West Ham confirmara que se le da muy bien marcarle al Liverpool. Luego Peter Crouch pudo meter a su equipo en el partido. Se la llevó muy bien pero falló en el remate. Una pena lo suyo, que no consigue estrenarse con su nuevo club. Tiene virtudes y hay que tener paciencia con él. Suena como titular para el próximo partido de Inglaterra, algo que está caro con el buen momento de Defoe y Darren Bent.

El cuarto ya fue un ejemplo claro de contragolpe. Drogba se desmarcó, se fue por velocidad y tiró el pase de la muerte. Robben no llegó pero sí Geremi, que firmó la rúbrica de un "famous win", como dirían los ingleses. Con todo ello volveremos a leer que no hay liga, que esto ya está, que en marzo campeones y que qué aburrimiento. Bueno, si nos brindan partidos como el de ayer aburrirnos no nos aburriremos. Yo quería que ganase el Liverpool y me divertí con el espectáculo que dio el Chelsea. Nos queda la emoción de intentar adivinar cuándo se van a dejar los primeros puntos, quién les va a ganar, si romperán el récord de partidos sin derrota del Arsenal... Pero no nos alarmemos. Tienen pinta de revalidar el título, pero estamos en octubre recién estrenado, los otros dos grandes no juegan nada mal y todos los partidos empiezan cero a cero.

Cero a cero empezará la final del sub-17 dentro de un poquito más de media hora -aunque cuando lo leáis quizá ya sepáis el resultado-. Hoy no me voy a la cama hasta conocer al campeón.