martes, febrero 28, 2006

Florentino se va, llega Robbie Williams

Que nadie se asuste. El famoso cantante pop no será el nuevo presidente del Real Madrid. Pero el mismo día en el que la actualidad informativa futbolística viene monopolizada por la sorprendente dimisión de Florentino Pérez -que aquí no trataremos, pues la red está inundada de blogs, portales y sitios web que la detallan y la analizan en profundidad-, en Inglaterra ha surgido una noticia relacionada también con un gran personaje público y su vinculación con el deporte rey. Sí, cuando FP abandona aparentemente el mundo del fútbol, Robbie Williams entra en él.

El ex cantante de Take That se ha convertido en un importante accionista del Port Vale, uno de los dos clubes de la ciudad de Stoke-on-Trent (238.000 habitantes, a medio camino entre Liverpool y Birmingham), en la que nació y creció el artista. Tradicionalmente oscurecido por el Stoke City, el Port Vale -único equipo profesional del país cuyo nombre no se refiere a ningún lugar- milita actualmente en la League One, la tercera categoría del fútbol inglés. Pese a ello, Williams siempre ha sido fiel a estos colores, acudiendo a menudo al estadio durante su infancia. Cuando un famoso presentador de televisión le preguntó qué buenos recuerdos le quedaban de sus tiempos con Take That, respondió: "Recuerdo que el Port Vale ganó a los Spurs una vez". Pese a vivir en Los Angeles, continúa atento a los resultados del equipo, y ahora su inversión en el club permitirá el fichaje de un jugador nuevo, según ha confirmado la directiva. Es quizá el primer paso hacia el cumplimiento de uno de sus sueños de niño: llegar a ocupar la presidencia. Está claro que tiene el potencial económico suficiente para devolver el equipo a la élite, como hiciera Elton John con el Watford.

El Port Vale no tiene galácticos, pero sorprendentemente contará con un representante en el próximo Mundial de Alemania. Es el caso del joven Chris Birchall, autor de uno de los goles de Trinidad y Tobago en la eliminatoria de repesca ante Bahrain. Y ojo, que podrían ser dos, ya que su compañero de equipo y compatriota Hector Sam también ha sido seleccionado por el combinado caribeño con cierta regularidad durante la fase de clasificación. Seguro que si se implica en el club, un hombre tan relacionado con el mundo de la creación de estrellas y la cultura pop como es Williams sabrá sacar rendimiento comercial a la experiencia de sus jugadores en la cita global.

En cualquier caso, su inversión en el Port Vale demuestra una vez más algo muy presente en la cultura futbolística inglesa: la fidelidad hacia el equipo de la propia ciudad, sea cual sea su tamaño. Lo sigue queriendo aunque se encuentre hundido en la mediocridad y su afinidad no es cuestión de victorias. Es algo mucho más sentimental. Ya lo dice su canción: "I just wanna feel real love, Feel the home I live in...".

lunes, febrero 27, 2006

La meglio gioventù

Utilizo el título de una fantástica película italiana ("La mejor juventud") para definir un fin de semana que nos ha dejado jóvenes triunfadores. Ellos han escrito las páginas más brillantes, las más alegres, las más emocionantes, las más vibrantes. Les une el hambre por comerse el mundo, juegan sin freno porque no tienen nada que reservar, su energía aguantaría partidos de cuatro tiempos. Pero son distintos, porque distintas son las personas a todas las edades. Cuando consiguen el éxito reaccionan a su manera, según su percepción de la realidad, dependiendo de qué relación mantienen con la fama. Sergio Agüero marca un golazo al eterno rival y sigue metido en su sueño, parece que esté en una película de dibujos animados y nadie le va a despertar. Corre y corre y se lanza al suelo, es tan bonito que no puede ser real pero hay que disfrutarlo igual. Wayne Rooney abre el marcador en la final de la Carling, se sabe ya estrella y ganador y muestra todo su carácter, su convencimiento, su rabia. Ni en sus goles encuentra la pausa para frenar su inercia de furia. Cristiano Ronaldo asegura el título, se quita la camiseta y exhibe su físico. Le gusta que le miren y que los periódicos del día siguiente saquen su foto para que miles de fans la conviertan en el póster de su habitación. Alberto Aquilani sentencia el derbi romano y el acontecimiento le supera. Corre al fondo a festejarlo con su afición, va hacia el ídolo Totti, le besa, vuelve al campo y se abraza con De Rossi, su compañero en el doble pivote, romano y canterano como él. Es el momento cumbre de su corta carrera.

Abría en este blog el usuario Aliens un interesante debate: venía a apuntar que se encumbró a Messi como el héroe del Bridge cuando en realidad no estuvo presente en las jugadas decisivas del partido -salvo la expulsión-. O sea, que fue más bonito que productivo, o como se suele decir, más efectista que efectivo. Pues bien, esto no se le podrá adjudicar al otro joven prodigio del fútbol argentino, Sergio Agüero, que ganó él solito el clásico de Avellaneda. En un partido que hasta el momento estaba dominando Rácing, apareció el Kun para sacarse un latigazo tremendo con la pierna mala -¡y qué tremendo, el balón rebotó en la red y volvió a salir!- y luego se hizo aún más grande -gigante, se hizo gigante- al llegar antes que el portero rival a un balón largo, driblarle a él y al defensa y acabar metiéndolo en la red. En el partido más trascendente del torneo para Independiente, su joya no sólo estuvo a la altura de lo exigido, sino que lo superó. Ya no es cuestión de si es mejor Messi o Agüero. No hay debate en Argentina, sólo hay un ruego: ¡que los dos vayan al Mundial! ¿Para qué inventar una rivalidad cuando se puede generar una asociación?

Soñaba el Wigan con su primer título con el premio añadido de un viaje por Europa, pero las urgencias del Manchester United no dieron lugar a la sorpresa. Desde mayo del 2004, también en Cardiff, no ganaban los de Ferguson un torneo. Se quedó en el banquillo van Nistelrooy para recompensar la aportación de Louis Saha en esta Carling. Así que el protagonismo debía recaer en los otros dos integrantes del tridente fabuloso de los "red devils" en ataque. Rooney abrió y cerró la cuenta con goles de potencia y oportunismo. Ronaldo definió con precisión clínica en el tercero, poniendo su perfección técnica al servicio de la efectividad. Al extremo de Madeira se le suele acusar también de ser más artista que práctico, algo de lo que quizá pecó en sus inicios pero que está corrigiendo de forma admirable. El de hoy es su décimo gol de la temporada y el quinto en los últimos cuatro partidos. Tiene condiciones para acabar siendo el mejor futbolista del mundo y cada día las aprovecha mejor.

El derbi romano llegaba en un momento especial. La Roma podía conseguir su undécimo triunfo consecutivo, lo nunca visto en Serie A. Era el primer encuentro en liga después de la lesión de Totti y había ciertas dudas sobre el rendimento de uno de los equipos más dependientes de su estrella del panorama internacional. La Lazio estaba ansiosa por cortar la racha de su gran enemigo y por generarle inseguridad ante la baja del capitán. No sucedió nada de eso. Taddei remató un córner y puso el 0-1 que alejó todos los fantasmas. Spalleti ha construido un bloque sólido, con corazón, carácter y sentido. Inmerso en una dinámica positiva, el entusiasmo de la pareja de medios centros autóctonos formada por De Rossi y Aquilani se contagia a todos los compañeros. Cuando Alberto colocó con suavidad el balón a la red tras un jugadón de Mancini, el fenomenal estado anímico y la unión del grupo se hicieron tan visibles que de no ser por la distancia a la que se encuentra la Juventus creeríamos que la ambición de esta Roma no tiene límites.

sábado, febrero 25, 2006

Los cuatro del Este

La jornada de UEFA del jueves -no he podido colgar el artículo hasta hoy- nos dejó un festival del Schalke en Montjuic. La superioridad que ya apuntó en el partido de ida la confirmó en la vuelta cuando disfrutó de más espacios. Creo que forma junto al Sevilla y la Roma -ahora menos sin Totti- el grupo de favoritos a ganar la competición, de la que ya conocemos los dieciséis supervivientes y los cruces de octavos de final. Destaca la presencia de cuatro equipos del Este, que sólo se asoma al escaparate europeo en la segunda copa continental. Ninguno de ellos parece capacitado para retener el histórico título del CSKA, pero están animando un torneo desprestigiado por el aficionado aristócrata pero que sigue ilusionando a los hinchas de varios clubes de magnitudes diversísimas. Hoy vamos a homenajear a estos cuatro supervivientes de la Europa oriental.

El Levski de Sofía está siendo víctima de uno de esos dominios insultantes que convierten en estéril cualquier buena marcha de los perseguidores. Un caso Chelsea o Juventus, pero evidentemente mucho menos conocido. El CSKA lidera la liga búlgara con 40 puntos sobre 42 posibles, por lo que el Levski está ya a siete puntos y debe conformarse con el honor de ser el único equipo del país que no ha sido derrotado por el mecenas (empate a uno). Pero irónicamente, fuera de Bulgaria estos datos casi no han trascendido. Y en cambio, los clubes que salen en los periódicos europeos son el Litex Lovech y el Levski, que han superado el corte invernal en la UEFA Cup. Y más se seguirá hablando del conjunto capitalino, que eliminó a un Artmedia Petrzalska que había hecho un papel muy digno en la Champions por un global de 3-0. Los tres goles los anotó el delantero Emil Angelov, que ha visto puerta tantas veces en esta eliminatoria como en toda la liga búlgara. Su compañero en el ataque es el ex del Lyon -entre otros- Cédric Bardon, que ha tomado una dirección inesperada en su carrera. Les aguarda el Udinese en octavos de final, con la vuelta en Sofía.

El testigo ruso lo ha recogido el Zenit de San Petersburgo, que no estará en Europa la próxima campaña tras un discretísimo sexto lugar en su campeonato pero que quiere prolongar su aventura en la UEFA para seguir mostrándose al continente. Y sobretodo, para que lo hagan sus grandes estrellas: Aleksandr Kerzhakov y Andrei Arshavin. La pareja titular de la delantera de la selección rusa firmó los cuatro tantos de la eliminatoria ante el Rosenborg y tiene potencial para seguir conquistando Europa. Sobretodo si adquiere protagonismo el joven Igor Denisov, que maravilla en la sub-21. El duelo ante el Marsella será uno de los más bonitos de octavos de final. Un choque de contrastes geográficos, culturales y ambientales, pero que deparará una batalla preciosa en la que, pese al favoritismo con el que partirán los franceses, no se puede descartar nada.

Y lo más sorprendente de toda esta UEFA Cup está siendo el papel de los equipos rumanos. De Bucarest, concretamente. Dos se han metido en octavos -Steaua y Rapid- y otro, el que lidera el campeonato nacional, el Dinamo, fue eliminado en la liguilla por el famoso gol en el Velodróme que no concedió Rodríguez Santiago. Y ojo, no es que en su liga estos tres conjuntos se salgan y sean abismalmente superiores al resto. Dinamo y Steaua mandan y tienen cierto margen, pero el Rapid, que al fin y al cabo ha protagonizado la mayor machada de esta ronda en la UEFA, está sexto y le superan el National, la Poli de Timisoara y el Cluj, que ya apuntó en la Intertoto que este podía ser el año del fútbol rumano en Europa. Lo del Steaua es quizá más lógico, ya que el año pasado ya consiguió excelentes resultados en la UEFA. Aunque ha sufrido cambios. Llegó Oleg Protassov al banquillo y los dos delanteros que se dieron a conocer a nivel internacional hace doce meses apenas gozan ahora de oportunidades. Oprita y Cristea tienen un papel marginal ante el buen momento del recién llegado Constantin Iacob y sobretodo de Nicolae Dica, segunda punta que lleva ocho goles en 14 encuentros de liga. Derrotaron claramente a un Heerenveen muy debilitado por la marcha de Huntelaar y Samaras y ahora les espera un Betis que bien haría en no fiarse en absoluto. En cambio, lo del Rapid fue más llamativo, ya que se cargaron a todo un Hertha de Berlín sin haber disputado partidos oficiales desde el pasado mes de diciembre. Daniel Niculae es el jugador más importante en ataque y a sus 23 años ya ha asomado la cabeza en la selección. Y en el centro del campo actúan dos futbolistas de cierto nivel: el veterano Constantin Maldarasanu, que posee un buen golpeo de balón, y el zurdo Artavazd Karamyan, uno de esos dos gemelos que jugó con Armenia ante España hace un par de años y que gustó bastante. La próxima estación también será alemana: Hamburgo. ¿Seguirá el milagro rumano en Europa?

jueves, febrero 23, 2006

El día que bailaron a Mourinho

No recuerdo haberlo visto nunca antes. El Chelsea en su campo, corriendo detrás del balón y sometido a un torrente de llegadas claras: dos goles, un poste, un balón salvado en la línea... La media hora final que firmó el Barça en Stamford Bridge fue histórica por su carácter excepcional. En la era Mourinho, jamás le habían dado un baño de estas dimensiones -aunque Kiko Narváez me comentaba en la transmisión del Tiempo de Juego que el 4-2 del año pasado fue parecido en cuanto a dominio y toque, pero que lo que había cambiado esta vez era la solidez defensiva-. Creo que en esa ocasión el Barça tuvo el balón, pero no lo usó con tanto criterio y, sobretodo, no descolocó al Chelsea como esta noche, en la que increíblemente los "blues" parecían un equipo roto, sin rumbo, absolutamente derrotado. Desconocido. Impropio de un entrenador para quien no existía esta cara del juego.

Ante mis muestras de asombro, me recordaban que al Chelsea le expulsaron a Del Horno en la primera parte y que aquello condicionó el partido. Claro que lo hizo, pero esto no justifica que la muralla londinense se haya derrumbado de tal forma. Mourinho renunció a Joe Cole y pasó a una especie de 4-3-2 ya absolutamente centrado en el contragolpe. Al Chelsea le faltó poderío ofensivo para equilibrar el intercambio de golpes y evitar así que el encuentro se convirtiera en un monólogo. Eso sí. Pero ojo, su sistema defensivo, su mecanismo de contención, seguía siendo el mismo: cuatro hombres atrás y un triángulo en el centro del campo. Incluso cuando el Barça tenía posesión -o sea, casi siempre- el delantero centro se iba a tapar la banda derecha para equilibrar una línea de cinco sin ningún hombre de referencia. Ese entramado que acostumbra a ahogar a los rivales lo convirtió el equipo de Rijkaard en oxígeno puro. Con el desborde de Messi y la movilidad tanto con el balón como sin él de todo el ataque, el Barça mareó al Chelsea. Bailó a Mourinho.

Entiendo que "Mou" se queje de la expulsión de Del Horno, porque a mi tampoco me pareció de roja. Pero su rueda de prensa casi insinuando que el Barça recibió trato de favor es más propia de la rabia que sintió al verse derrotado -algo a lo que no está acostumbrado- que de un razonamiento lógico. Hay dos penaltis claros en su contra que el colegiado no señaló. Pero él probablemente busca una compensación en el partido de vuelta, en el que su equipo lo tiene muy complicado para remontar. Deberá llevar la iniciativa. Tiene talento y jugadores desequilibrantes para hacerlo, pero esto implica asumir más riesgos de los habituales y en un campo de mayores dimensiones. Está al borde del precipicio y se avecina el primer paso atrás de su carrera.

miércoles, febrero 22, 2006

"Kolo-so" Touré

Permitidme el juego de palabras del título y también la escasa extensión y el carácter monotemático de este post. Mañana por la mañana viajo a Madrid y vuelvo después de comer, así que no tendré mucho tiempo para escribir. Pero vayamos al grano. Al Arsenal le ha salido el partido perfecto, el que Wenger había diseñado en sus mejores sueños. Esperar atrás, presión enorme en el centro del campo y tocar con velocidad cuando se recuperara el balón para aprovechar las "balas" ofensivas. Eso era más o menos previsible y también cabía dentro de lo lógico pensar que Thierry Henry podía inventarse un gol antológico, porque por algo es uno de los jugadores más importantes de la última década. Lo que no podíamos imaginar era que la inexperta -que no mala- línea defensiva formada por Eboué, Touré, Senderos y Flamini podría contener a un ataque que integraban Ronaldo, Robinho, Zidane, Guti y Beckham. Esto sólo tiene una explicación: ninguno de ellos estuvo especialmente inspirado, y como ya aventurábamos en el post anterior, estas cosas no pueden preverse. Pero estuvieron tan y tan mal que no sacaron provecho de la debilidad de Flamini en el lateral izquierdo -le sobra voluntad pero está claro que como lateral no pasará a la historia- y el nerviosismo de Senderos. Ya no es que el Madrid no marcara, es que casi no generó peligro. Difícilmente se repetirá en Highbury una actuación tan pobre de los hombres ofensivos blancos, así que la eliminatoria no está para nada decidida. Pero ojo, sí ha dado un gran giro en cuanto al favoritismo, ya que el Arsenal en casa se siente mucho más cómodo y recuperará casi con total seguridad a Ashley Cole.

El partido ha consagrado a algunos futbolistas gunners que ya venían apuntando grandes maneras. Destaca Martí Perarnau en su blog a Emmanuel Eboué, un lateral muy capaz y del que si dudábamos sólo era por su falta de experiencia. Su partidazo en el Bernabéu le confirma definitivamente como un jugador preparado para los grandes encuentros. Cesc Fàbregas volvió a dar una exhibición de claridad y de madurez: ve el fútbol como nadie y lo practica con una tranquilidad propia de un veterano. Reyes dejó por primera vez desde que está en España en evidencia al ofensivísimo Cicinho -cuando se dice esto de un lateral, suele llevar la coletilla "pero algo flojo en defensa"-. Henry añadió a su ya brillantísimo currículum un golazo memorable en un estadio legendario, por si alguien creía que se esconde en los momentos importantes. Pero si tengo que quedarme con uno -injusto, porque estuvo muy bien casi todo el Arsenal-, lo hago con Kolo Touré. El marfileño llegó a Londres como extremo y un día Wenger se lo inventó como central. El chico tuvo que convencernos que podía actuar en esa posición. Luego, que estaba capacitado para ser titular en un club de la magnitud del Arsenal. Después, que tenía los galones suficientes para ser uno de los líderes de la plantilla sobre el campo. Y ya empieza a hacernos creer que es uno de los mejores del mundo en su puesto. Esta noche ha estado colosal, haciendo fantásticamente su trabajo y a veces hasta reparando algún error de sus compañeros.

martes, febrero 21, 2006

I was waiting for you, Champions League

Por fin. ¡Qué largo se hace este parón navideño con el caramelito en la boca de los cruces espectaculares que nos pusieron meses atrás! Pero llegó el famoso 21 de febrero y dentro de unas horas serán ya las 20:45. Aunque reconozco que este último tramo es el más difícil de pasar. La tarde se hace eterna y el inicio de los partidos parece lejano. No hay forma de llenar el tiempo. A las 19:30 empiezas a entrar en uefa.com para ver si ya están confirmadas las alineaciones y si no es así te desesperas y vas repitiendo la operación hasta que aparecen ordenados los protagonistas de la noche. Y aunque lo tengas asumido desde hace mucho tiempo, lamentas que los cuatro partidos coincidan en horario y te conviertes en ideólogo del organismo continental y buscas soluciones para disfrutar más la jornada ("yo pondría un partido a las siete y otro a las nueve y ocuparía cuatro días de la semana..."). Y finalmente aquello empieza y lo vives con una excitación que sólo el fútbol de altísimo nivel sabe darte. Ya no digamos si te sientes identificado con alguno de los equipos que se juega la gloria europea. Suerte que existe el descanso, porque noventa minutos con esa tensión serían difícilmente soportables.

Uno de los dos choques que compiten por la etiqueta de "match of the day" es el Madrid-Arsenal. Duelo inédito en la historia del fútbol europeo, pero de enorme glamour. Wenger reconocía en una entrevista en la web oficial del club que su rival era el equipo más romántico de Europa y que cuando era pequeño le impresionaba el uniforme blanco, "tan puro, tan inmaculado" de ese conjunto que se llevó seis copas de Europa como si no costara. Hablando de tradiciones, el técnico alsaciano ha cambiado completamente la cara de una institución de un barrio norteño de Londres que se había caracterizado siempre por un fútbol agresivo que giraba en torno a una defensa férrea (de ahí surge la famosa frase "1-0 to Arsenal"). Desde la llegada del francés, el Arsenal se ha caracterizado por un estilo radicalmente opuesto: estético, de culto al balón raseado, a la combinación rápida, al descubrimiento de jóvenes talentos para asegurar un proyecto de garantías a muy largo plazo. La influencia de Wenger es tan importante que ya es inimaginable un Arsenal sin él. Se podría decir que manda más que el presidente. Asume riesgos en las decisiones deportivas (la marcha de Vieira, la contratación millonaria de Walcott) porque sabe que en el entorno del club nadie le discute. Ahora, por primera vez, vive una situación delicada. En las ocho temporadas anteriores, logró clasificar al equipo entre los dos primeros de la liga. Hoy está quinto, el acceso a la próxima Champions se ha complicado y ha caído eliminado en las dos competiciones de copa -la buena, la FA Cup, era uno de sus trofeos favoritos en los últimos años-. Golpeado por una plaga de lesiones muy cruel y con las dudas sobre la continuidad de la ya mayor leyenda de la historia gunner, Thierry Henry, el Arsenal se enfrenta al club históricamente más grande de la Copa de Europa. Y lo hará con una defensa formada por Eboué, Kolo Touré, Senderos y Flamini, que tendrán la misión de frenar a Beckham, Robinho, Zidane y Ronaldo. Parece obvio de qué lado cae el favoritismo. Sin embargo, considero que se ha menospreciado excesivamente a un equipo que si bien por resultados ha generado dudas, no ha caído tan bajo a nivel de juego. Y ojo, que aunque algunos de los futbolistas del Arsenal que hoy serán titulares parezcan desconocidos, esto no significa que sean malos. Un equipo de esta magnitud no ficha a ningún jugador al que no se considere capaz de competir en las citas más comprometidas. Flamini puede sufrir actuando fuera de posición, pero es un luchador incansable experto en la recuperación. Eboué ha recibido un cursillo acelerado de jugar bajo una enorme presión con el público en contra (la final de la CAN y el martes pasado en Anfield) que puede paliar su inexperiencia. Senderos es la gran duda, ya que su enorme porvenir ha sufrido algún que otro traspiés precisamente en encuentros importantes. El que no se discute es Kolo Touré, un central que ya está entre los mejores del mundo y que llega al Bernabéu como gran baluarte de la defensa gunner. Pero al final todo puede acabar dependiendo de la inspiración. Y esta no se puede preveer.

En el otro gran encuentro de la noche, el Bayern-Milan, los alemanes han adquirido un sorprendente favoritismo. Apostar contra el equipo de Ancelotti, que no ha marcado una época en el fútbol europeo por dos malas tardes en A Coruña y Estambul, puede considerarse una osadía, pero en la Serie A se están mostrando muy vulnerables, sobretodo en defensa, donde Kaladze, Serginho y quizá hoy también Simic han cogido un protagonismo que ha disminuido el nivel global del equipo. Los bávaros, en cambio, son el polo opuesto. Su fútbol no maravilla a nadie pero su fiabilidad es extrema. La todopoderosa Juve ya perdió en el Allianz Arena, donde el empuje alemán les echó atrás. Aún así, el talento "rossonero" en los últimos metros sigue siendo espectacular y con una buena noche de la tripleta Kaká-Shevchenko-Gilardino podrían hasta sentenciar la eliminatoria. En el Bayern, el hombre del momento Michael Ballack querrá seguir mostrándose para que las ofertas que le lleguen de aquí al final de temporada sean las mejores posibles. Y evidentemente mucho puede depender de si finalmente Oliver Kahn está bajo palos. Sobra decir que está más capacitado que Reising para abortar los expertos lanzamientos del trío milanista.

En Da Luz ya sucumbió un grande del Lancashire, así que el campeón de Europa acude debidamente prevenido. No parece este Benfica tener los argumentos suficientes para eliminar al Liverpool, pero tampoco daba esa sensación ante el Manchester United. Sus últimos resultados en la Superliga no invitan al optimismo -tres derrotas en los últimos cuatro partidos que les han dejado a ocho puntos del Oporto- y su recién fichado delantero Marcel tiene una prueba de fuego ante Hyypia y Carragher. El ex del Académica de Coimbra quizá no ha jugado nunca ante centrales de ese nivel, así que Koeman podría optar por una solución más defensiva con Nuno Gomes como único punta. Benítez cambiará muy poco con respecto al equipo que derrotó al Man Utd en FA Cup. Su solidez les otorga el papel de claros favoritos en la eliminatoria.

Finalmente, los octavos de final reproducen un choque que el año pasado se vivió en cuartos. Pero si el entonces vencedor PSV Eindhoven ha dado algunos pasos atrás con la pérdida de sus mejores futbolistas, el Lyon parece haberlos dado hacia adelante. Aunque Hiddink es un experto en sacar rendimiento de equipos que parecen vulgares y por lo tanto no hay que dar nada por seguro. Arouna Koné debutará en Champions League, algo que sin duda aumenta la pegada y el nivel desequilibrante que los holandeses tenían en la primera fase. Los de Houllier deberán mostrar su mejor versión y esto no es fácil cuando te has acostumbrado a sestear en liga. El salto en cuanto a tensión competitiva es muy grande entre los partidos de una liga francesa que tienen ganada y una eliminatoria europea en la que se parte desde cero. Tiago, Govou y Carew volverán tras ser reservados ante el Nantes. Un Lyon en plenitud sería claro favorito. La cuestión es precisamente saber si podrán ofrecer su máximo rendimiento potencial.

lunes, febrero 20, 2006

Colón-River, una gozada

Será esta una semana en la que prestaremos enorme atención al fútbol europeo, con la esperadísima llegada de aquellos partidos anticipados desde tanto tiempo atrás. Antes de meternos de lleno en la apasionante vorágine de la Champions, dedicaré hoy un artículo al fútbol argentino, al que tengo injustamente olvidado en este blog. Y lo haré con motivo del Colón-River, un encuentro que había generado una enorme expectación en la prensa local y que no defraudó para nada. Se jugaban el liderato en solitario y acabaron empatando 2-2, por lo que ninguno queda como único puntero. Pero nos depararon un bello espectáculo, aumentado, por supuesto, por los comentarios de Walter Nelson y Alejandro Fabbri, una pareja de relatores que multiplica el nivel de entretenimiento de los partidos en los que actúan.

Ya viene siendo hora de que Colón presente batalla por un título hasta el final. Sólo por Giovanni Hernández ya lo merecería. Este enganche colombiano, del que me enamoré tardíamente en verano del 2003 en la Copa Confederaciones de Francia, es una delicia visual, un homenaje al talento, la elegancia al servicio del fútbol y un candidato firme -destacadísimo, colosal- al título honorífico de mejor "diez" de la liga. Y esto, en Argentina, es mucho decir, pues a veces los partidos parecen casi una excusa para el lucimiento personal de los mediapuntas. Pero Giovanni no juega sólo y tiene ahora varios delanteros enrachados con los que asociarse. Germán Denis, que en Arsenal no pasaba de punta decente, parece ahora un atacante interesante. El "Bichi" Fuertes, que no triunfó ni en Inglaterra, ni en Francia, ni en España, mantiene desde que regresó a Argentina un promedio de un gol cada dos encuentros. Y Franco Cángele, zurdito fino de la cantera de Boca, es un cuchillo que aterroriza a las defensas rivales. Si a ese poderío ofensivo le sumamos la experiencia de Lussenhoff, los kilómetros de Martín Romagnoli y el recorrido de Capurro, la hinchada santafesina tiene motivos para soñar. De momento, después de cinco jornadas, igualan en cabeza con Estudiantes y Vélez.

Y River, pese a sumar sólo un punto, salió reforzado del partido. Demostró poseer una profundidad de plantilla inigualable en todo el torneo. Passarella está dando cancha a gente joven para alternar dos competiciones y los pibes le responden con buenas actuaciones. Después de la derrota en Asunción en la Libertadores, decidió rotar algunas piezas, entre ellas la del máximo ídolo Marcelo Gallardo. Dio la titularidad a Gonzalo Higuaín, delantero de 18 años, y a Augusto Fernández, técnico volante ofensivo que se ubicó por la derecha. No desentonaron y mostraron que pueden competir en los partidos más duros. Aunque el que se reivindicó definitivamente fue Lucho Figueroa, al que en Argentina aprecian muchísimo. Sus dos tantos fueron de goleador puro: control y remate, con los toques justos y con la velocidad de ejecución apropiada. Si mantiene este ritmo nadie le quitará una plaza para el Mundial que gran parte de la afición albiceleste considera que merece.

viernes, febrero 17, 2006

Nantes, el penúltimo campeón

Aunque reparar en ello requiera un considerable esfuerzo memorístico, el Lyon-Nantes de esta noche enfrenta a los dos últimos campeones de la liga francesa. Justo antes de que se iniciara el dominio del OL, los canarios se llevaron el título de la 2000-2001. Eran tiempos distintos: casi cada año ganaba un equipo diferente (PSG el 94, Nantes el 95, Auxerre el 96, Mónaco el 97, Lens el 98, Burdeos el 99, de nuevo Mónaco el 2000...) y en el campo no se distinguía prácticamente entre grandes y pequeños. Le Championnat era una competición preciosa en la que el aficionado neutral no podía cogerle manía a nadie: no existía el ogro que se lo llevaba todo. La Beaujoire, uno de los estadios más calientes del país, vibró con la carrera hacia el título de una plantilla que no partía entre los candidatos: la temporada anterior había quedado duodécimo, salvándose del descenso por un sólo punto y ganando la Copa en aquella mítica final ante el modesto Calais. Pero aprovechando su condición de tapado, se instaló en la zona alta de la tabla y acabó superando a todos los rivales gracias a un "sprint" final impresionante, con siete victorias consecutivas que acabaron dándole la liga en la penúltima jornada en un Nantes 1-0 Saint-Etienne. Marama Vahirua, un joven tahitiano reclutado por la fenomenal cantera canaria, marcó el gol del título. Su aparición en el tramo final de la campaña fue decisiva, y sus celebraciones con el gesto de remar una canoa dieron la vuelta al mundo. La columna vertebral del equipo empezaba en la portería, con un Mickael Landreau que a sus 22 años cumplía ya su quinta temporada como titular. El argentino Néstor Fabbri era uno de los puntales de una defensa que completaban Savinaud, Laspalles y Gillet. En el centro del campo, la clave del éxito era la pareja de medios centros: Mathieu Berson y el gran Eric Carrière, elegido mejor jugador del campeonato y hombre decisivo en el trasvase de poderes del fútbol francés, pues su fichaje por el Lyon el verano siguiente convirtió a su nuevo club en la fuerza dominante. La aportación ofensiva de los hombres de banda, Salomon Olembé y Frédéric Da Rocha, era también decisiva. Arriba, la dupla atacante la formaban el rumano Viorel Moldovan (11 goles) y el hoy extremo del Rennes Olivier Monterrubio (12). El entrenador del milagro era un tal Reinald Denoueix, que estuvo a punto de repetir una hazaña parecida -mayor, diría yo- en la liga española con la Real Sociedad dos temporadas después. Ese equipo se lo saben de memoria en Nantes, pero también lo recordamos con mucho cariño aquellos que disfrutábamos con una liga francesa mucho más romántica que la actual.

Ahora todo es distinto y el Nantes visitará Gerland más como víctima que como un histórico del fútbol galo. Aunque esta temporada no se antoja tan dramática como la pasada, cuando se salvaron en la última jornada gracias a una milagrosa carambola, no es precisamente euforia lo que se respira en la capital del Pays de la Loire. Con un equipo plagado de jóvenes, deambulan por la zona media de la tabla. Cuentan con promesas como Habib Bamogo, Claudiu Keseru o Mamadou Diallo, que anotó un hat-trick la semana pasada ante el Sochaux. No tendrán problemas para mantener la categoría -tienen un hueco de trece puntos- pero difícilmente llegarán a puestos europeos -más que por los siete puntos que les separan del cuarto, por la cantidad de aspirantes que buscan el mismo objetivo-. Una victoria en Lyon ilusionaría a una afición muy fiel y que pide a gritos volver a pelear con los mejores. No será nada fácil. El líder ha empatado sus tres últimos partidos y está obligado a dar un golpe encima de la mesa. De lo contrario, dará alas a un Burdeos que empieza a creer que puede haber liga. Es también el último partido de los de Gérard Houllier antes de su desplazamiento a Eindhoven en Champions League. Después de algunos meses dormitando, el OL debe recuperar el nivel brillante de inicios de temporada. La primera prueba, esta noche, ante el penúltimo campeón de la Ligue 1.

jueves, febrero 16, 2006

La admirable afición del Schalke

Si el contexto es uno de los valores que añaden interés a un partido de fútbol, el Schalke-Espanyol era sin duda el encuentro más bonito de la jornada de la Copa de la UEFA. En un estadio modernísimo, uno de los mejores de Europa, se creó un ambientazo que incluso por televisión se adivinaba absorbente. Las aficiones fieles generan simpatía y el lleno que ha registrado el Arena AufSchalke es para quitarse el sombrero. Mientras otros equipos de nivel medio-alto en el continente suelen pasar de la segunda competición europea de clubes, es reconfortante asistir a espectáculos como el de esta tarde. En el maravilloso campo de Gelsenkirchen se han citado 53.642 espectadores, muy por encima de la media del resto de partidos de la jornada, que se ha situado en 14.242. Me parecen especialmente preocupantes los aforos registrados en Berlín en el Hertha-Rapid de Bucarest (13.430), en el Friuli en el Udinese-Lens (8.000) y -algo menos- en Sevilla en el Betis-AZ (18.000). Creo que este tipo de equipos, que en la actualidad no pueden optar a ganar la Champions, deberían agarrarse a la UEFA como a la única posibilidad de registrar su nombre en los libros históricos del fútbol europeo. Es más importante ser campeón de este trofeo que llegar a cuartos de final de la Copa de Europa. Después de lo que viví en Sevilla hace tres años, donde viajaron cerca de 80.000 seguidores del Celtic, muchos sin entrada ni hotel, no puedo entender que a las hinchadas de clubes que no forman parte de la máxima élite europea no les estimule una experiencia como esa. Podréis decirme que aquello era una final y que seguro que si esos equipos que hoy han presentado entradas tan pobres llegaran a la última ronda también se volcarían. Probablemente. Pero soy de la opinión que el camino está para eso, para caminarlo, y no para apuntarse a la fiesta cuando quedan pocos kilómetros para la meta. Por todo ello, esta noche admiro profundamente a una afición que llenó su gran estadio en un partido de dieciseisavos de final de UEFA Cup.

Bajemos ya al terreno de juego. Aunque el aficionado espanyolista tiene motivos para lamentar el resultado final de 2-1 -porque se adelantaron en el marcador y la remontada fue muy tardía-, creo realmente que los de Lotina pueden estar satisfechos por haber salido vivos del Arena AufSchalke. En algunas fases del partido los alemanes empujaron mucho. Remataron tres veces a los postes e hicieron lucirse en más de una ocasion a Gorka Iraizoz -que por cierto, me parece mejor que Kameni-. Viendo que el duelo no lo ganarían tocando, los locales se dedicaron a colgar balones y crearon mucho peligro gracias a su superioridad física. Sin embargo, saben hacer otras cosas y el 2-1 conseguido por Fabian Ernst cambia completamente la eliminatoria. En Montjuic podrán jugar a la contra y tienen futbolistas muy capacitados para ello: el gran asistente Lincoln y dos delanteros de bastante movilidad pese a su estatura, Kevin Kuranyi y Soren Larsen, todo un descubrimiento. Por cierto, nos presentaron a Sebastian Boenisch, un voluntarioso lateral izquierdo de 19 años pero muy flojo técnicamente. Lo mejor que hizo en su debut como titular fue un trallazo impresionante al larguero. En cualquier caso, creo que los teutones son favoritos para pasar la eliminatoria. Sobra decir que al Espanyol le vendría muy bien que mejorara la asistencia de público a su estadio con respecto a los partidos de la liguilla.

Del resto de la jornada quiero destacar dos situaciones sorprendentes que se confirman ronda tras ronda. La primera es la gran actuación de los equipos rumanos. Hoy han conseguido triunfos fuera de casa en partidos en los que no partían como favoritos. El Rapid ganó en Berlín por 0-1 y el Steaua, que se perfila como rival del Betis en octavos, remontó en Heerenveen (1-3). La segunda constatación curiosa es la de la increíble marcha europea del Estrasburgo, penúltimo en la liga francesa con 16 puntos en 25 jornadas y a 11 de la salvación. Ganó en Bulgaria al Litex Lovech por 0-2 y sumaría 17 puntos en 7 jornadas en UEFA Cup si puntuáramos todos los partidos como si se tratase de una liga. Y ojo, que ha tenido rivales como el Basilea, la Roma y el Estrella Roja. Impresionante. Ahora es cuando surge la siguiente pregunta -absurda por fantasiosa, pero con el interés que siempre tienen los dilemas de las priorizaciones-: ¿si fueras aficionado del Estrasburgo, firmarías bajar a segunda y ganar la Copa de la UEFA? Yo creo que sí. Al fin y al cabo el mal trago del descenso lo han vivido ya en otras ocasiones y se han recuperado, mientras que ganar un torneo europeo sería el mayor logro en la historia del club. Lamentablemente para ellos, creo que la hipótesis negativa se va a producir... y en cambio la positiva la veo complicadísima.

miércoles, febrero 15, 2006

El Arsenal, a siete días del Bernabéu

Era la de esta noche una prueba idónea para calibrar en qué momento real se encuentra el Arsenal justo una semana antes de visitar el Santiago Bernabéu. Se enfrentaba a un rival de enorme entidad -el campeón de Europa- y lo hacía en uno de los estadios con mayor presión ambiental del fútbol mundial -Anfield-. Es decir, el choque era de una magnitud parecida, aunque los estilos de los rivales sean radicalmente opuestos. Wenger recuperaba a los marfileños Kolo Touré y Emmanuel Eboué, un alivio para una defensa muy castigada por las lesiones. Dadas las urgencias, ambos fueron titulares y también deberían serlo en Madrid. En la dramática posición del lateral izquierdo -en la que están lesionados Ashley Cole, Gael Clichy y el recambio de emergencia Pascal Cygan- actuó esta vez Mathieu Flamini, que no es ni defensa, ni jugador de banda ni zurdo. No lo hizo nada mal, demostrando que, lejos de ser un futbolista brillante, sí es un hombre de equipo fiable, trabajador como pocos y adaptable a cualquier posición. Si repite ante Beckham y Cicinho puede pasarlo muy mal, pero Wenger confía en recuperar a alguno de sus dos especialistas para este puesto. El resto del equipo será muy parecido, salvo en el acompañante de Thierry Henry. Adebayor ya ha jugado la Champions con el Monaco y su puesto probablemente lo ocupe Robin van Persie, también aquejado de problemas físicos a día de hoy.

El Arsenal ha planteado el partido a la contra. La idea era recuperar el balón y combinar luego con velocidad para ganarle la espalda a los centrales. En la única ocasión en la que eso ocurrió, señalaron fuera de juego de Adebayor -muy dudoso- cuando ya encaraba a Dudek. Ante esta estrategia surgen algunas preguntas. ¿La adoptó Wenger por la incapacidad de su centro del campo de dominar el partido? ¿O sencillamente por la lógica iniciativa que el local suele tomar en este tipo de encuentros? El mejor Arsenal también salía a Old Trafford con mucho respeto cuando era el equipo dominante del fútbol inglés. Parece obvio que la actitud en Madrid será la misma. Allí disfrutará de más espacios, pues el sistema defensivo blanco es sensiblemente inferior al del Liverpool, con sus dos centrales segurísimos durante toda la noche y con un Sissoko agobiante en el centro del campo. Lógicamente, la pegada y la generación de fútbol del equipo de López Caro es superior a la de los de Benítez, que ya han puesto en muchas dificultades a la zaga "gunner". Las grandes actuaciones de Lehmann retardaron el gol local, que acabó llegando en el 87' gracias a esa capacidad de Luis García para llegar al lugar oportuno en el momento justo. Merecida victoria del Liverpool y más dudas para un Arsenal que definitivamente llegará al Bernabéu cediendo a su rival el papel de favorito.

La lucha por la cuarta plaza se presenta apasionante y el horizonte no es nada esperanzador para un Arsenal que tiene complicadas visitas a Blackburn y Fulham en sus dos próximos partidos de Premier y que luego recibe al Liverpool. Sin embargo, sigue teniendo la calidad suficiente para conseguir un puesto de Champions y a poco que encuentre regularidad en su juego no debe pasar apuros para arrebatarle al Tottenham esa posición. Quedan aún 12 jornadas, 36 puntos y un derbi del norte de Londres en Highbury. West Ham, Bolton, Blackburn y Wigan, también inmersos en la pelea, no parecen tener el potencial a largo plazo para meterse en la máxima competición continental. Sí lo tienen los "spurs", pero les veo un nivel por debajo del Arsenal. Sea como sea, este puede ser el misterio más entretenido en lo que queda de liga inglesa.

martes, febrero 14, 2006

Los mitos italianos se reivindican

¡Qué difícil lo tendrá Marcello Lippi! Elegir delanteros para la selección italiana en el próximo mundial será una de las decisiones más complicadas que se le hayan presentado a un entrenador de fútbol en los últimos tiempos. Luca Toni es el máximo goleador europeo con 22 tantos y en principio es el mejor situado. En los últimos partidos ha formado pareja con Alberto Gilardino, que se ha adaptado rápidamente a la vida de un grande de Europa. Por detrás, parece poco probable que alguien le quite el puesto a Francesco Totti, que apunta a la mejor marca realizadora de su carrera y que está empujando a una Roma impresionante que suma nueve victorias consecutivas. Pero para completar la convocatoria habrá tortas. Han ido sonando nombres muy diversos que ahora parecen contar con pocas opciones: Bonazzoli, Caracciolo, Flachi, Esposito, Langella (estos dos son más bien extremos, pero al jugar Italia con un esquema tipo Milan hay que considerarles más delanteros que no centrocampistas)... Incluso Montella ha perdido terreno dada su inactividad por culpa de las lesiones. Quien gana enteros es Cristiano Lucarelli, máximo anotador de la Serie A la pasada temporada y que sigue entre los mejores este año. Pero atención porque los nombres más ilustres, los viejos rockeros que superan la treintena y las 45 internacionalidades, se han reivindicado últimamente y parecen dispuestos a no dejar pasar su última oportunidad. Estoy hablando de Alessandro Del Piero, Filippo Inzaghi y Christian Vieri.

El juventino es el más mítico de los tres. Ha disputado 71 partidos con su selección y es ya el máximo goleador histórico de su club. Como la de otros grandes cracks que llevan tanto tiempo en la élite y en un mismo club, la imagen de Alex ha sufrido cierto desgaste. Como si un sector de la afición y la prensa se hubiera cansado de verle en el primer plano. Esta sensación de deterioro la han propiciado también las lesiones que torpedearon su carrera y el teórico papel secundario que ha jugado en la Juventus en las últimas temporadas. Pero subrayo lo de teórico. La temporada pasada jugó como titular 27 partidos y marcó 14 goles. Con menos encuentros, este año va por los mismos registros. Y aparece en los momentos importantes. Su chilena antológica en San Siro que remató Trezeguet fue el momento cumbre de la Serie A 2004-2005. Como lo será de la presente campaña la falta a la escuadra en el mismo escenario que el domingo sentenció el Scudetto. Del Piero es mucho más resolutivo que el veneradísimo Ibrahimovic. La comparación de datos goleadores es odiosa para el sueco, que ha jugado 1.566 minutos en liga y ha marcado 5 tantos. Alex, 8 en 1.019. Y ambos juegan en la misma posición: son segundos delanteros, se mueven con libertad por la zona de ataque. Evidentemente Zlatan tiene otras virtudes, como las asistencias que genera, pero no creo que sea justo que a uno se le considere casi el mejor jugador de la Serie A y al otro una leyenda acabada. Del Piero tiene aún mucho por ofrecer y tiene la ambición de un principiante. En unas impagables declaraciones a la Gazzetta dello Sport, afirma que quiere conseguir un triplete histórico (Serie A, Champions y Mundial) e ironiza sobre su momento de juego refiriéndose a aquellos que le acusaron de estar "en el otoño de su carrera".

Pippo Inzaghi volvió a demostrar este domingo en Reggio Calabria con un hat-trick que, pese a lo poco estético de su juego, hay muy pocos delanteros en el mundo que tengan tanta sintonía con el gol. Ya que hablábamos de estadísticas, la suya es admirable. Ha marcado 7 tantos en 646 minutos, lo que sale prácticamente a una diana por partido. Es quizá quien lo tenga más complicado para ir al Mundial, ya que no acude a la selección desde octubre del 2003. No por bajo rendimiento, sino por el carrusel de lesiones que le han alejado de los terrenos de juego. Además, es probablemente el que disputará menos minutos en lo que resta de temporada. Pero le abala una larga trayectoria al más alto nivel y su olfato sigue intacto.

Y si Christian Vieri se fue al Monaco para revitalizar sus opciones mundialistas, muy mermadas en un Milan donde era el cuarto delantero, la operación empieza con buen pie. "Bobo" ha marcado cuatro goles (uno en Toulouse, dos en Rennes y otro al Troyes el pasado sábado) en los últimos cuatro partidos. Lippi se lo llevó en octubre cuando su aportación al equipo "rossonero" estaba siendo discreta y no debería olvidarse de él si se mantiene en estas cifras aunque se haya ido al campeonato francés. De hecho, lo tiene muy cerca de casa y con un técnico italiano, Guidolin, que puede pasarle informes.

Como habréis podido adivinar por la extensión de cada párrafo y el énfasis de mis palabras, al que veo con más opciones es a Del Piero. Pero sinceramente, creo que irán los tres. Apuesto a que Lippi se lleva a cuatro delanteros puros, con Toni y Gilardino como titulares iniciales y Vieri e Inzaghi de recambios de lujo, y a dos medias puntas o segundos delanteros: Totti y Del Piero. ¿Cómo lo veis?

Edito (12:57): Me recuerdan en un comentario a Antonio Cassano, del que me olvidé completamente al escribir el artículo. Pero veo difícil que vaya al Mundial: debería salirse en el Madrid y veo complicado hasta que tenga continuidad.

lunes, febrero 13, 2006

El último post sobre la CAN 2006

Aunque han pasado ya más de dos días desde su conclusión, después del seguimiento que le hemos dedicado a la Copa África de Naciones es casi una obligación escribir un último post sobre la competición. La ganó Egipto, lo que convierte esta edición del 2006 en una reproducción de la anterior: el anfitrión, empujado por su público, jugando todos sus partidos en el estadio principal y favorecido en momentos puntuales por las decisiones arbitrales, se llevó el trofeo. Pocos opinarán que se trate del mejor equipo del continente, pero sí poseen un conjunto digno y que ha demostrado la supremacía de la liga egipcia entre todas las africanas. Con un centro del campo equilibrado, delanteros peleones de un nivel técnico más que aceptable y carrileros de larguísimo recorrido -Barakat no brilló excesivamente en ataque, pero su sacrificio fue enorme-. No han enamorado, pero tampoco me atrevería a calificar su título de tremendamente injusto. Sí creo que les superó Senegal en la semifinal y que el 4-1 a Congo en cuartos fue abultadísimo. También me pareció que Costa de Marfil había hecho más méritos en el partido definitivo. Pero Egipto transmitió una sensación de corrección, de futbolistas profesionales -Mido llamó aficionados a sus compañeros, pero los Abo Terika, AbdelWahab, Zaki, Moteab, Shawki o Barakat está muy lejos de este calificativo- y de equipo decente. Desde luego, más que Ghana, Togo o Angola, que estarán en el Mundial. Estoy convencido de que los faraones no desentonarían en Alemania como sí pueden hacerlo algunas de las que estarán. Alguno me dirá que con eso no basta para considerar a un equipo justo campeón de África. Quizá tenga razón. Pero lo que sí tengo claro es que no son ninguna banda.

Costa de Marfil llegaba a Egipto con una presión importante. Había dejado fuera del Mundial a Camerún y se estaba empezando a hablar maravillas de ellos. Por tradición no dejaban de ser un equipo modesto, sólo una vez finalista del torneo -y también campeón- y a la espera de debutar en la cita global el próximo verano. Y en cambio se les exigía como si se llamasen Camerún. Tenían mucho que perder y creo que han salido reforzados. Más allá de la derrota en la final y de los goles que falló Drogba, Costa de Marfil ha demostrado que ahora mismo es el mejor equipo de África. Con la mejor colección de nombres y con una solidaridad colectiva propia de otros continentes. Nada brillantes en su propuesta futbolística pero tremendamente sólidos. No olvidemos tampoco que les faltó su segunda gran estrella ofensiva, Aruna Dindane, primero por la muerte de su hija y después por lesión. Creo que tendrán sus opciones en el dificilísimo grupo que les espera en Alemania, con Holanda, Argentina y Serbia-Montenegro.

El nivel general del torneo ha sido irregular. Hemos visto algunos partidos realmente malos y otros más emocionantes que vistosos. Una de las conclusiones que podemos sacar es que África se está europeizando. Eso ya es absolutamente evidente en selecciones como Túnez o la mencionada Costa de Marfil. Otros equipos, menos tácticos, han mostrado una aproximación a los partidos, una actitud de respeto, que no solía ser habitual en anteriores ediciones. El irse hacia arriba alocadamente parece haber pasado a la historia. Quizá sea malo para el espectador, pero también quizá les dé más opciones de hacer por fin algo grande en una cita mundialista.

Voy a concluir el repaso con los típicos premios individuales y equipos ideales. La organización ha declarado mejor jugador del torneo a Ahmed Hassan. Yo discrepo, y puestos a dárselo a un egipcio, creo que el elegido debería haber sido Mohammed Abo Terika. La CAF señala a Al Haddary como el mejor portero. Aquí sí que muestro abiertamente mi indignación: si algo hemos sacado en claro en este campeonato es que Vincent Enyeama es, de largo, el guardameta de mayor nivel de África. El título oficial al mejor joven se lo lleva John Obi Mikel. Ha hecho un buen torneo, sin duda. Pero yo me quedo con Biscotte Mbala, el "5" de Congo que parece un "10" argentino. Y puestos a discrepar, discuto hasta el trofeo de máximo goleador de Samuel Eto'o. ¿Cómo me atrevo a cuestionar algo cuantificable? Bueno, su quinto gol, el que le marca precisamente a los congoleños, no se lo habrían dado en muchas ligas europeas (en la Premier seguro que no). Disparó al poste y el portero se metió el rechace al golpearle el balón en la cabeza. Si no se lo hubieran contabilizado, habría habido un cuádruple empate con Santos, Feindouno y Ahmed Hassan. Finalmente os doy mi equipo del torneo (si hay uno oficial no lo encuentro): Enyeama; Eboué, Kolo Touré, Yobo y Abdel Wahab; Yaya Touré, Abo Terika y Mbala; Feindouno, Henri Camara y Eto'o. Espero los vuestros.

viernes, febrero 10, 2006

Cuestión de trascendencias

¿Para qué sirve el tercer y cuarto puesto? ¿Qué puede empujar a un ser humano a ver un partido como ese? Se me ocurren algunas posibles respuestas a la segunda pregunta, porque a la primera sólo una: para nada. Motivaciones para ver ayer el Nigeria-Senegal: 1. Para que los muy adictos no nos quedemos sin nuestra ración de fútbol. 2. Para acabar de perfilar el "equipo ideal" del torneo. 3. Para ver a algunos de los jugadores menos habituales que sacó Senegal y que no conocíamos de nada. 4. Porque como ya has visto toda la competición, no vas a quedar mal por un partido. 5. Porque has hecho una apuesta sobre quién lo ganaría y quieres seguir cómo va. Bueno, pues cada uno de los que lo vieran sabrá por qué lo hizo. Creo que a mi me movieron un poco las cinco razones, así que ahí estuve, estúpidamente, viendo un partido absurdo -¡hasta los organizadores suprimieron la prórroga!- y preguntándome qué sentido tiene la llamada final de consolación. Está claro que al fútbol si le quitas los alicientes competitivos pierde muchísimo. A mi un Milan-Barça amistoso me parece un bodrio. Y ahondando en la cuestión del tercer y cuarto puesto: confieso que no recuerdo si en el Mundial 98 ganó Holanda o Croacia. Y en la última CAN, me enteré ayer que había ganado Nigeria porque lo dijeron en la transmisión de Eurosport. Soy de la opinión que, como hace la UEFA en la Eurocopa, estos partidos habría que suprimirlos. ¿No es una posición suficientemente digna la de semifinalista? ¡Qué mas da si es tercero o cuarto!

Muy distinto será lo de esta tarde. No sé si llega al extremo de ser "el tercer partido más importante del año, después de la final del Mundial y la de la Champions", como le dije ayer a un amigo intentando convencerle para que la viera, pero está claro que es un partidazo con mayúsculas. El anfitrión contra la ya mejor selección de África. Un representante del Magreb contra uno sub-sahariano. Un equipo plagado de jugadores que actúan en la propia liga nacional contra otro con todos sus jugadores en Europa (salvo el portero). El Egipto-Costa de Marfil confirma que el grupo A era el de la muerte. Hoy es uno de esos días en los que te levantas sólo pensando en el partido. ¿Cómo lo veis? Yo igualado, pues el favoritismo por jugadores que tienen los marfileños se contrarresta con el factor campo local, que ya sabemos que es importantísimo en un torneo como este. ¿Qué once sacará Henri Michel? ¿Se decantará por Emerse Faé en la derecha para tapar las subidas de AbdelWahab? Y Egipto, ¿saldrá con la delantera que terminó ante Senegal, Moteab-Zaki, o apostará por la leyenda Hossam Hassan? Todas las respuestas, toda la ilusión, todo el disfrute... dentro de muy poco.

jueves, febrero 09, 2006

Pues porque falló Del Piero...

... porque si no... La Juve habría abierto una ventaja de once puntos y se habría armado un escándalo impresionante. Después del polémico triunfo ante el Udinese con un gol en fuera de juego y otras acciones discutidas, en Italia se volvió a escuchar la historia de siempre: la "vecchia signora" recibe ayudas. La suspensión de los colegiados Dattilo y Rosetti parecía querer acabar con todas las suspicacias. A los árbitros les costaría mucho volver a equivocarse flagrantemente a favor del grande, pensamos todos. Pues mira si les costó: tres días. Con un sorprendente empate a uno en Delle Alpi y encarando ya el tiempo de descuento, Luca Palanca señaló penalti por una caída fantasmagórica de Vieira dentro del área. Luchaba con Grella por un balón y se precipitó al vacío. Los jugadores del Parma querían comerse al colegiado. ¿Cómo era posible? Asumió la responsabilidad Alex Del Piero y lo mandó al larguero. Corte de mangas del portero Bucci. Lo dicho: porque falló... ¿Habrá nevera para Palanca?

Además de ahorrarnos páginas de color rosa con declaraciones incendiarias, el fallo del jugador emblemático de la Juventus -que compartió delantera con un rapado Ibrahimovic- otorga más interés al gran "derbi de Italia" del domingo: si lo gana el Inter se pondrá a seis puntos y habrá liga. Con las tablas de Turín, la derrota "nerazzurra" en Florencia es menos catastrófica. Sin goles de Toni, los "viola" vencieron gracias a dos zarpazos aislados en un partido en el que su rival llegó más. Estreno goleador en Serie A del chileno Luis Jiménez, un joven volante derecho con llegada que ya llamó la atención en la Ternana. Y los de Prandelli mantienen cinco puntos de ventaja sobre una Roma que sumó su octavo triunfo consecutivo. Con Totti aún de delantero centro -y eso que Montella, que acabó entrando, ya estaba en el banquillo-, superaron todas las adversidades: jugaban en el exilio a puerta cerrada y el Cagliari se puso 0-2 en 35 minutos. Ayudaron dos penaltis en los últimos once minutos.

Volviendo a la polémica de Delle Alpi: iba a escribir que estas cosas no pasan en Inglaterra, pero me podríais decir que hoy ha sucedido algo parecido en The Valley. El Liverpool ha perdido 2-0 ante el Charlton y el primer gol llegó tras un penalti inexistente de Dudek sobre Darren Bent. Pero estos errores, que son mucho menos comunes en la Premier que en las otras grandes ligas europeas, parecen más aleatorios. Y los escándalos se quedan en alguna crítica de un entrenador en la rueda de prensa. Los periódicos califican la decisión de "controversial" en la letra pequeña del artículo y ahí muere el tema. Lo que no cesa es el bajón de los "reds", que han sumado uno de los últimos nueve puntos y de ser la gran amenaza para el Chelsea han pasado a no tener clara su participación en la Champions. Y es que esa debe ser su pelea: por plantilla, no me parecen muy superiores ni al Arsenal ni al Tottenham. Otra cosa es la personalidad y la confianza que han adquirido con el trabajo de Rafa Benítez. La lucha por el tercer y el cuarto puesto será interesante.

Y unas pocas palabras sobre el personaje del día, Diego Milito. Algunos se preguntarán de dónde ha salido este delantero tan fantástico, que estaba alejado del primer plano futbolístico hasta su fichaje por el Zaragoza. Bueno, en Argentina sí era muy conocido cuando formaba parte de la plantilla de Rácing que ganó un celebradísimo Apertura en 2001. Unos años después se fue al Genoa de la Serie B italiana, donde marcó 33 goles en una temporada y media. Recuerdo que este verano pasé un día en Génova y vi su nombre pintado en los muros de las calles. Era el ídolo de una afición que celebró un ascenso que no se llegó a materializar por un caso de amaño de partidos... que condenó al equipo a la Serie C1 y llevó a Diego a Zaragoza.

martes, febrero 07, 2006

El cambio de Mido

Esta CAN se está especializando en dejarnos grandes escenas para el recuerdo. Tras la definición de la larguísima tanda de penaltis del sábado que enfrentó a las dos estrellas más emblemáticas del momento en el fútbol africano, hoy hemos vivido un episodio que por su singularidad también trascenderá los límites temporales de este torneo. Minuto 77 de la semifinal entre Egipto y Senegal. El partido estaba empatado a uno, con los visitantes más cerca del segundo gol: dominaban territorialmente, tenían el balón y creaban mayor sensación de peligro. El seleccionador local Hassan Shehata decide en ese momento sustituir al ídolo del público, Mido. El jugador no se lo toma nada bien y, sumando un nuevo capítulo a su historial díscolo, se retira del campo insultando y señalando a su entrenador. El gran mito del fútbol egipcio, Hossam Hassan -39 años, toda una institución- se acerca para calmarle. El delantero del Tottenham se lo quita de encima y se planta ante su técnico, al que se encara desafiante. Tienen que separarlos mientras suponemos que el público censura la sustitución (digo suponemos porque la única nota negativa de las magníficas transmisiones de Eurosport, y puede que ni sea responsabilidad suya, es que en los dos últimos partidos de Egipto no había prácticamente sonido ambiente). Un minuto después, el hombre que acababa de entrar al terreno de juego, Amr Zaki, cabecea a la red un magnífico centro de Abo Treka y establece el 2-1 que sería definitivo. Shehata se gira hacia el público a celebrar el gol, con una actitud vengativa -como diciendo, "¿veis como tenía razón?"-. Mido termina por ir a abrazarse con sus compañeros en el córner y al final del partido felicita al goleador.

Admirable la personalidad de Shehata, que hizo lo que creía conveniente dejando de lado las jerarquías. Mido estaba haciendo un partido discretísimo y su pareja en el ataque, Emad Moteab, estaba más activo. Había que cambiar algo porque Senegal era la dueña del partido y Egipto ni inquietaba a Tony Silva. Zaki merecía una oportunidad tras provocar tres de los cuatro goles en el encuentro de cuartos de final ante Congo. El cambio parecía, pues, lógico. La reacción de la estrella es censurable, porque muestra una soberbia y una falta de respeto hacia sus compañeros y su entrenador que no son nada saludables en un vestuario. ¿A mi me vas a cambiar? ¿No sabes quién soy yo? ¿Quién te has creído que eres? No puede hacerse nunca, pero menos cuando la aportación de los dos compañeros implicados -Moteab y Zaki- ha sido superior a lo largo del torneo. La gran pregunta de cara a la final es evidente: ¿será titular Mido? Yo sólo espero que si lo es sea porque Shehata lo considera deportivamente oportuno. Hasta el momento ha sido muy coherente, así que debemos confiar en que continuará siéndolo.

Al margen de esta acción aislada, Egipto no mejoró la imagen de los partidos anteriores. Es un equipo sólido, bastante equilibrado, sin grandes altibajos, pero no enamora. No es arrollador. Tiene algunos futbolistas de bastante nivel y curiosamente los dos que más me han llamado la atención eran prácticamente unos desconocidos para el público europeo antes de empezar la competición: Abdel Wahab y Abo Treka. Aunque juegan en el campeón africano, el Al Ahly, los nombres que más habían llegado eran los de sus compañeros Barakat y Shawki, más bien discretos en esta CAN. Pese a ese nivel digno del combinado anfitrión, lo cierto es que hoy mereció perder. Fue peor antes del 1-0, continuó siendo peor hasta el 1-1 y también era peor cuando Zaki marcó. Senegal ofreció su mejor partido del torneo pero pagó muy caro el error individual de Mendy en el primer tanto. Fue una pena no ver a Diouf y Henry Camara juntos, y sin duda se echó en falta al delantero del Wigan en esos últimos doce minutos en los que buscaron el empate. Pudo llegar en el 90' en un penalti sobre Diomansy Kamara que pareció claro. El árbitro camerunés, impecable hasta ese momento, no lo señaló. Ya se sabe. En una semifinal, con marcador apretado, y en contra del anfitrión... ¡Cuesta mucho pitarlo! Intento no ser malpensado, quizá no lo viera, pero... estas cosas son muy propias de la CAN, ¿no?

En el partido que abrió la jornada, Costa de Marfil siguió superando escollos y se plantó en la segunda final de su historia. Han demostrado que la presión no les puede y que han sabido llevar perfectamente el cartel de favoritos. En otro partido bastante feo, con pocas ocasiones y mucho respeto, se adelantaron con un balón largo que cazó Drogba, y a partir de aquí durmieron muy bien el partido. ¡Qué efectivos son estos elefantes! ¡Qué profesionales! ¡Qué europeos! Quizá por eso no acaban de gustar a todo el mundo, ya que no ofrecen demasiada alegría con su juego. Por encima de todos, quiero destacar a Yaya Touré. ¡Qué claridad en el pase! ¡Qué recorrido! ¡Qué capacidad para la recuperación! Su hermano Kolo se lo ha pedido a Wenger. Dice que es mejor que él y que le recuerda a Vieira. Drogba coincide y lo quiere para el Chelsea. Y la Juve también parece estar interesada. Creo que el grande de Europa que le fiche dará un gran golpe.

Edito (12:29 del miércoles): Mido ha sido apartado del grupo y ha recibido una sanción de seis meses. Lo dicho, Shehata no se arruga y toma decisiones valientes. Además, parece que la prensa egipcia se pone de su lado.

Árbitros a la nevera

Tras un fin de semana de enormes polémicas arbitrales en Italia, la Federación ha decidido suspender indefinidamente a los dos colegiados -y sus respectivos asistentes- que tuvieron actuaciones más discutidas: Antonio Dattilo y Roberto Rosetti. Y no será por un periodo breve, según los responsables del comité. Resulta sorprendente, pues Rosetti se está jugando acudir al Mundial con Massimo De Santis y el asistente de Dattilo, Ivaldi, ya ha sido designado para la cita de Alemania. Pero, ¿qué pasó el domingo? En el Juventus-Udinese, el primero de los dos castigados tuvo básicamente un error grave: conceder el gol de Del Piero en fuera de juego. Pero las otras tres acciones polémicas del partido, aunque probablemente las acertara, favorecieron también a la Juve, y ello provocó las iras en el equipo friuliano, que se sintió robado. Le anuló un gol en posición antirreglamentaria a Di Natale, expulsó a Muntari por doble amonestación en el primer tiempo y no concedió un penalti en los últimos minutos -dudoso-. Y ya se sabe que en Italia siempre está presente en el ambiente la idea de que la Juve recibe favores arbitrales. Por su parte, Rosetti señaló dos penaltis a favor del Messina -uno en el 79' y otro en el 95'- cuando el Livorno ganaba 2-0. El primero de ellos lo indicó el asistente, aunque las manos eran claramente fuera del área. Seguro que ante los últimos acontecimientos sucedidos en las competiciones españolas, más de uno pensará que habría que exportar este tipo de decisiones. ¿Qué os parece?

Ya que hablamos del Livorno, no podemos dejar de comentar una noticia sorprendente. Su entrenador Roberto Donadoni ha dimitido esta mañana después de que el presidente de la entidad, Spinelli, le criticara abiertamente en un programa de televisión de La 7. Es cierto que el equipo lleva cinco jornadas sin ganar, pero el trabajo del mítico ex jugador del Milan estaba siendo impecable: el año pasado les salvó cómodamente del descenso y esta temporada están sextos, en puestos de UEFA, con 10 victorias, 8 empates y sólo 5 derrotas. Excelentes números para una plantilla sin estrellas -Lucarelli fue máximo goleador de la Serie A el año pasado, pero no se ajusta a esta etiqueta-. El máximo mandatario no lamentó para nada el adiós de su técnico e incluso se mostró aliviado. Parece que Carletto Mazzone es el favorito para sustituirle.

lunes, febrero 06, 2006

Champion Chelsea

It's over. Para que quedase algo de emoción en la lucha por el título, el Liverpool debía ganar ayer en Stamford Bridge. No sólo no lo hizo, sino que el 2-0 no deja lugar a las dudas. El Chelsea ganará la tercera Premier League de su historia, la segunda consecutiva, y lo hará con una facilidad pasmosa y una ventaja sideral -quizá se reduzca de aquí al final, pero será por la propia inercia de verse campeón y por las rotaciones que probablemente Mourinho empiece a introducir para que sus estrellas lleguen frescas a los compromisos de la Champions-. Hay que quitarse el sombrero ante el trabajo bien hecho por parte del técnico de Setúbal, que barre en un campeonato muy complicado para los entrenadores extranjeros que acaban de llegar. Tiene a su favor los millones de Abrahamovic, pero también los tuvo Ranieri y acabó muy lejos del Arsenal. Fichador inteligente -refuerza las posiciones que considera necesitadas y lo hace con futbolistas de gran nivel pero sin un ego que pueda desequilibrar el vestuario-, gran gestor de plantillas -consigue mantener contentos a casi todos los jugadores y rota moderadamente, lo justo para que todos se sientan importantes y el equipo no se debilite nunca-, motivador insuperable -transmite un hambre insaciable a unos jugadores que no bajan el pistón y ganan domingo tras domingo pese a haberse llevado ya la liga anterior de calle- y estratega calculador -crea escuela con ese triángulo en el centro del campo que se mueve como un acordeón para presionar y para llegar a la portería contraria-. Así es Mou, el arquitecto de un gran dominio en el fútbol inglés que quiere trasladarlo al panorama europeo. Pero eso será otra historia. Apasionante, por cierto.

Hablaré poco del partido. Empezó dominando el Chelsea, tocando el balón pero sin hacer daño. Poco a poco se invirtió la tendencia y todas las ocasiones llegaban a balón parado, fundamentalmente del lado "red". En una de estas acciones se adelantó el líder: Carvalho remató en el punto de penalti y Gallas empujó el balón a la red desde delante de la portería. Dos defensas generando el 1-0 en una acción que dio toda la impresión de estar ensayada. No parecía el Liverpool capaz de hacerle daño al Chelsea -le ha marcado dos goles en sus últimos seis enfrentamientos- con Crouch sólo arriba, apoyado por Kewell en la media punta y Gerrard oscurecido en la banda derecha. Había una notable diferencia de pegada que confirmó Crespo con el 2-0. Luego le anularon el tercero de manera injusta. Realmente fue una pena, pues ese golazo merecía pasar a la historia como el que cerraba la goleada que convertía a los "blues" en campeones virtuales. La expulsión de Reina evidenció la frustración visitante. Benítez acusó a Robben de piscinero, pero yo creo que la roja fue justa. Si la entrada sobre Gudjohnsen ya rozaba la exclusión directa, no parece que la mejor forma de actuar para intentar que el árbitro sea condescendiente sea empujar a un contrario, aunque fuera levemente. Dudek volvió a defender la portería de su equipo después de Estambul. Poco podía imaginar que esa actuación memorable sería el capítulo previo a una prolongada suplencia.

Ahora el gran misterio de la Premier se centra en conocer qué equipos -y en qué orden- ocuparán las otras tres plazas de Champions. Soccernet, dando también por finiquitada la lucha por el título, pregunta a sus lectores quién terminará segundo. Tras 21.119 votos, el Manchester United gana por mayoría absoluta: 57%. El Liverpool es la segunda opción preferida (31%) y los equipos del norte de Londres quedan muy lejos: el Arsenal recibe un 9% de los votos y el Tottenham un 3%. Por cierto, dos apuntes de actualidad "gunner": Campbell ha vuelto a los entrenamientos -excelente noticia- y Bergkamp ha admitido que nunca imaginó que la marcha de Vieira haría tanto daño y se ha atrevido hasta a cuestionar la decisión de su entrenador de no fichar a ningún sustituto. Estas palabras, rozando la crítica dura, sólo podían venir de un jugador que se encuentra de vuelta de todo y cuya participación en el equipo de aquí al final de temporada se antoja testimonial. Otro no se habría atrevido. Bergkamp tiene cierta autoridad moral para decirlo, y por todo ello parece más la voz de una leyenda del club ya retirada que de un miembro activo de la plantilla.

domingo, febrero 05, 2006

La tarde de los 42 penaltis

16 en la tanda del Nigeria-Túnez. 24 en la del Camerún-Costa de Marfil. Uno durante el primer partido y otro que mandaron repetir en la definición del segundo. Vimos en total 42 penaltis en dos partidos de Copa África. La tensión que vivimos ayer por la tarde justifica toda la CAN. Imágenes imborrables, nombres propios que quedarán escritos en la memoria. Vincent Enyeama, el mejor portero del continente, detuvo cuatro lanzamientos. En el hotel tendría una sonrisa maliciosa viendo como ni Tizié ni Hamidou eran capaces de detener ninguno. Bueno, sí, el portero marfileño paró uno... pero el árbitro invalidó la parada y dio una segunda oportunidad a Saidou porque el cancerbero se había adelantado. Si llega a ganar Camerún se hubiera armado una gorda. Está claro que si lo juzgamos estrictamente el colegiado tenía razón... ¡pero atreverse a señalar eso en un sólo penalti con lo que había en juego tiene tela! ¿Fue el único de los 42 en el que el portero no estaba en la línea? El desenlace restó importancia a esta acción polémica y se la dio toda al error de Samuel Eto'o. ¡Qué ironías tiene el fútbol! El para muchos indiscutible número uno del fútbol africano falló su segundo disparo después de que todos los jugadores sobre el campo hubiesen anotado. En el duelo con Drogba, que hasta ese momento había deparado unas discretas tablas, se desequilibró a favor del delantero del Chelsea, que sí metió el suyo. Lo que ha sucedido esta tarde en El Cairo pasará a la historia. De ahí mi exaltado "¡Vaya, vaya, vaya, vaya!" cuando vi que el balón se escapaba por encima del larguero. En el duelo más esperado del campeonato, en el choque de mayor rivalidad -colectiva e individual-, la diferencia la marcó la equivocación del mayor crack. Ese final culminó una tanda de penaltis capaz de convertir un partido decepcionante a efectos de vistosidad en todo un clásico.


Si los dos cuartos de final del día anterior, pese a haber sido entretenidos, no dejaron de ser partidos menores, los dos del sábado podían ser perfectamente finales anticipadas. El Nigeria-Túnez enfrentaba al equipo más ordenado y táctico del torneo frente a otro superior en cuanto a individualidades. Había en Port Said un ambiente de fútbol tremendo y el duelo fue muy equilibrado. Los de Lemerre evidenciaron algunos defectos: el portero Boumnijel y la falta de imaginación en el centro del campo -hasta que ingresó Benachour-. Nigeria, que creo que tiene más recursos y que con su clasificación sale ganando el campeonato, tiene un excelente futuro. Jon Obi Mikel (18 años) muestra una madurez y una pausa nada habituales en África. Obinna Nsofor (también 18) es un futbolista enormemente versátil, capaz de moverse por toda la zona de ataque y de disparar bien tanto con la zurda como con la derecha. Taye-Taiwo (20) es uno de esos escasos laterales capaces de convertirse en protagonistas de un partido: por presencia, por potencia y por descaro. Y Vincent Enyeama (23) merece ya la oportunidad en una liga más potente de Europa. Me parece bastante mejor que Kameni.

Es cierto que Costa de Marfil no ha brillado en ninguno de los cuatro partidos que ha disputado hasta ahora, pero con su acceso a semifinales ha cumplido ya los pronósticos que la situaban entre las favoritas. Es la única mundialista africana que ha superado los cuartos de final en esta CAN, y el hecho de que Camerún no pudiera superarla en 120 minutos demuestra que, en este caso, el resultado final de la fase de clasificación no fue un accidente. La columna vertebral Kolo Touré - Zokora - Drogba (los reservados ante Egipto) es garantía de fiabilidad, de futbolistas que tienen absolutamente interiorizadas las nociones tácticas que han adquirido en Europa. Los elefantes pueden ofrecer aún mucho más, aunque en la semifinal contra Nigeria lo van a tener muy difícil. Ya lo apunté en la previa de la competición y coincido con Davidoff, uno de los más habituales en este blog: se enfrentarán las dos mejores selecciones del continente. Las dos únicas que tienen muy bien cubiertas todas las líneas. Es un partido de pronóstico dificilísimo. Aunque si llegan a los penaltis, habrá que apostar por Nigeria. O sea, por Enyeama.

jueves, febrero 02, 2006

Rebelión en la Premier

Por primera vez esta temporada -y habría que mirar cuando sucedió por última vez-, ninguno de los cuatro grandes de la Premier ganó su partido. Fueron tropiezos sonados y que dejan varias conclusiones. La primera, que todos los equipos se juegan mucho a estas alturas de temporada y cada vez es más difícil sumar de tres en tres. Aston Villa, Blackburn, Birmingham y West Ham, sus verdugos en el día de ayer, disponen de plantillas competitivas para complicarle la vida a cualquiera, por lo que sólo jugando al máximo nivel de sus posibilidades los grandes pueden esperar imponer su autoridad. Cualquier error mínimo, cualquier atisbo de dejadez, se paga.

El Chelsea encadena dos empates consecutivos -tres si sumamos el de FA Cup-. Es evidente que se ha producido un bajón en su juego, menos fluido, más previsible. Uno de los motivos podría ser la ausencia de Drogba, a quien se le suelen criticar sus discretas cifras goleadoras pero que hace mejores con su trabajo a sus compañeros de ataque. Esos balones que deja de cara para las llegadas de Lampard, esa labor de arrastrar a los centrales para que las diagonales de los extremos encuentren el camino despejado... En el aspecto defensivo, el equipo de Mourinho ha encajado un gol en cada uno de los cinco últimos partidos. Es decir, desde que se lesionó Essien. Ese engranaje de reducción de espacios y de presión permanente no es tan eficaz cuando el triángulo del centro del campo lo completan Gudjohnsen o Maniche -lógicamente, acaba de llegar-. Si bien los problemas ofensivos pueden resolverse con la vuelta del marfileño, el ghanés causará baja ante el Barça por sanción, por lo que el técnico portugués debe resolver este problema en menos de un mes. Ayer el Villa mereció incluso ganar, y en el gol del empate llegó al área rival con superioridad numérica. Ver para creer.

El Manchester United se midió por cuarta vez esta temporada al Blackburn... y el registro no le favorece: dos derrotas, un empate y una sola victoria. Ante todo hay que admirar el temporadón que está haciendo el equipo de Mark Hughes, que le ha cambiado la cara a un conjunto que con Souness -al que acaban de destituir en el Newcastle, como era previsible- sufría en los puestos bajos de la tabla. El héroe del partido fue David Bentley, autor de un hat-trick el día después de convertirse en jugador del Blackburn a todos los efectos. Pero como casi siempre, el camino lo inició Morten Gamst Pedersen, el finísimo zurdo al que ya podemos empezar a considerar uno de los mejores lanzadores de falta del mundo. Sin embargo, los errores defensivos tuvieron mucho que ver en la mayoría de los goles locales. Bentley llegó antes que nadie al rechace de van der Saar tras el magistral disparo del noruego en el primer gol y sólo tuvo que empujarla en el segundo después de que Rio Ferdinand superara a su propio portero con un cabezazo bombeado hacia atrás. Mal el central reconvertido a pivote, que fue muy poco contundente, y mal van der Saar, que no le advirtió de su salida. En el tercero unas manos absurdas de Brown costaron un penalti y en veinte minutos el United se vio 4-1 abajo. Ferguson recurrió entonces a van Nistelrooy -no comprendo su suplencia-, que enseguida consiguió dos goles, pero ya no pudieron completar la remontada. Ferdinand rubricó su noche para olvidar con una entrada a Savage que le costó la expulsión, algo rigurosa a mi entender.

La excelente racha de resultados del Liverpool es definitivamente historia. Ayer el Birmingham arañó un empate en Anfield de forma dramática y casi cómica: Xabi Alonso quiso ceder el balón a Reina con el pecho, pero estaba tan cerca de la portería que lo metió para dentro. Antes el portero español había evitado un tanto de Heskey. Muy meritorio el descaro del Brum, que por plantilla debería escapar del descenso y que se fue a por el empate pese a jugar más de medio partido con inferioridad numérica. En el descuento le anularon un gol de chilena a Robbie Fowler, negándole un regreso soñado. No hay que dramatizar con estos dos puntos perdidos, pero sí es frustrante que cada vez que el Chelsea pincha los perseguidores no le recortan distancia. Un triunfo "red" habría añadido mucha emoción al partidazo del domingo en el Bridge.

Y el Arsenal encajó su cuarta decepción consecutiva con la derrota 2-3 en casa ante el West Ham. De nuevo, los errores individuales en defensa fueron la clave. Es más o menos entendible: no estaban tres de los cuatro titulares indiscutibles (Touré, Lauren, Cole). Irónicamente, el que sí estaba, el único experimentado junto a tres chicos que promediaban 19 años de edad, Sol Campbell, se equivocó catastróficamente en los dos goles a la contra de los "hammers". Tan hundido estaba, que Wenger le sustituyó en el descanso. Sol se fue a su casa sin esperar que terminara el partido. Entró Sebastian Larsson, que es centrocampista, y antes también lo había hecho Flamini por el lesionado Kerrea Gilbert. Una simple ojeada a la composición de la parte de atrás del equipo en el segundo tiempo demostraba hasta qué punto las bajas están siendo crueles con los "gunners". El técnico alsaciano argumentó el resultado desde este punto de vista: se falla demasiado en defensa y se paga un precio carísimo por ello, pero el juego del equipo es bueno. Estoy de acuerdo con él en que los resultados ante Wigan, Bolton y West Ham han tenido un importante componente de injusticia, pero la moral del equipo puede estar minándose ante tanto revés y hay quien empieza a pronunciar la palabra "crisis". De hecho, mi amigo Toni Padilla estuvo ayer en Highbury y me comenta que no le gustó para nada el Arsenal: muy débil atrás, sin centro del campo y dependiendo demasiado de Henry. Me dice también que la prensa local es muy crítica con la escuadra de Wenger. Veremos. Mientrastanto, la pugna por la cuarta plaza se ha extendido y ya no es sólo una batalla del norte de Londres. Wigan, Blackburn y Bolton se han sumado a la pelea, mientras que West Ham y Manchester City no andan muy lejos. Son tiempos de rebelión en la Premier League.

miércoles, febrero 01, 2006

Un martes de locura

Todo lo que iba sucediendo ayer por la tarde era difícil de creer. Empecemos por el desenlace del grupo D de la CAN, que nos tuvo calculando combinaciones y resultados durantes los últimos veinte minutos de sus partidos. Senegal, a la que teóricamente sólo le valía la victoria para meterse en octavos -se daba por hecho que Ghana derrotaría a Zimbabwe-, se acabó clasificando perdiendo. Más inverosímil: el equipo de Mwaruwari, virtualmente descartado, llegó al tiempo de descuento a un gol de un histórico billete a la segunda ronda. Lo consiguió, pero se lo anularon -correctamente-. Al final, el triple empate a tres puntos benefició a la selección de Diouf, la única que había ganado un partido por un margen de dos goles. Es una forma de pasar muy triste, que casi desaconseja las celebraciones por el miedo a hacer el ridículo. Pero sigue adelante la revelación del Mundial 2002 y se medirá a Guinea. Visto lo visto, el favoritismo debería ser más para los de Feindouno, que han sumado nueve puntos de nueve posibles.

La actividad en el mercado de fichajes fue intensa, sobretodo, en Inglaterra. Y no sólo eso, fue muy llamativa. El bombazo saltaba a media tarde: Andrés D'Alessandro, uno de los innumerables "nuevos Maradona" que ha dado el fútbol argentino, llegaba cedido al Portsmouth. Es chocante. De entrada, que un argentino talentoso juegue en la Premier no es nada habitual. Y menos lo es que se vaya a un equipo de una ciudad mediana (196.000 habitantes) de la costa sur que está clasificado en la penúltima posición. Parecía que "mandraque" lo tenía hecho con River, pero se argumentó que su mujer embarazada no podía viajar a Argentina -pero sí a Inglaterra, el límite eran vuelos de tres horas-. Es el noveno refuerzo del Pompey en el mercado de invierno, lo que demuestra que los millones del mecenas ruso Alexandre Gaydamak no eran ningún farol. Ahora habrá que ver cómo gestiona Harry Redknapp una plantilla amplísima y compuesta por jugadores de procedencias muy distintas. Habrá mucho interés en saber qué once sacará esta noche contra el Bolton, en un partido en el que D'Alessandro ya podría jugar.

Más nombres del mercado de invierno. El Arsenal vendió en una misma tarde a Quincy Owusu-Abeyie al Spartak de Moscú y a David Bentley al Blackburn -donde ya estaba jugando cedido-. Y al mismo tiempo, confirmó la tercera cesión de la temporada de su delantero francés Jeremie Aliadiere, esta vez a los Wolves -no ha jugado ni en el Celtic ni en el West Ham-. Es una noticia que, sin duda, cuestiona el tan celebrado trabajo de formación de futbolistas de Arsène Wenger. Ya lo dijo la semana pasada Jermaine Pennant: ninguno de los compañeros con los que ganó la Copa Juvenil está ahora en el primer equipo. Todos tuvieron que buscarse la vida fuera. El caso del holandés Owusu es el más sorprendente. Con sólo 19 años, se le consideraba una de las grandes promesas del club tras su brillante actuación en el Mundial sub-20. Y se va a Rusia, traspasado, porque quiere jugar más minutos y le ha convencido la oferta de un equipo que se ha clasificado para la próxima Champions. Son conocidos sus problemas de disciplina, pero resulta asombroso que los "gunners" se desprendan de él sin ninguna opción de regreso.

Y atención al caso de un delantero que se ha hecho famoso gracias a la FA Cup: DJ Campbell. El año pasado jugaba en el equipo aficionado Yeading, al que metió en la famosa tercera ronda de copa. Apareció en periódicos y noticiarios por los goles que obraron la hazaña. En verano firmó por el Brentford de la Ligue One por sólo 5.000 libras. Y este fin de semana marcó los dos tantos que eliminaron al Sunderland en cuarta ronda del mismo torneo que le hizo saltar a la fama. De repente, Steve Bruce se interesa por él y le acaba fichando para el Birmingham. El precio del traspaso oscila entre medio y un millón de libras. Dicen que se parece a Ian Wright y el técnico del Brum acepta que hay similitudes en el juego de ambos. Tiene 24 años y esta temporada ha conseguido 9 goles en 23 partidos de liga, aunque sólo trece los empezó de titular. Estos casos gustan mucho en Inglaterra y se le va a seguir con enorme expectación. ¿Podemos estar ante el nacimiento de una estrella de explosión tardía? ¿O restará en el anonimato de los banquillos de la Premier y de las cifras goleadoras mediocres?

La última gran sorpresa del día se produjo en Italia. El Milán cayó eliminado de la Coppa al remontarle el Palermo el gol en contra del partido de ida con un 3-0 implacable. Los sicilianos estaban en crisis y ayer debutaba su nuevo técnico, Papadopoulo. Alejados de la zona europea en la Serie A, quieren salvar la temporada con las competiciones coperas -la nacional y la UEFA-. Mariano González abrió el marcador con un auténtico golazo, Caracciolo puso el segundo y el argentino firmó su "doppietta" con el gol que cerró la cuenta antes de llegar al minuto 50. Ancelotti no sacó un once estrictamente titular, pero tampoco suplente. Quedó claro que si se discute a Dida, Kalac no es una alternativa. La temporada rossonera está en peligro de convertirse en un auténtico fracaso si el Bayern les elimina de la Champions el mes que viene. Y el banquillo está cada vez más caliente.